Mira cómo has cambiado de peinado en los últimos 15 años de InStyle

La diferencia entre tener el pelo lacio y que el pelo lacio esté de moda se mide en el número de mujeres con el pelo rizado que acuden a la peluquería. En 2004 todas queríamos la caída suave y natural, un poco pija (pero solo un poco) de actrices como Gwyneth Paltrow. La rubia actriz llevaba apenas un año con su nuevo amor, el cantante Chris Martin, y la vida le sonreía. ¿Quién no querría ser (y peinarse) como ella?

Gisele Bündchen era ya entonces la modelo mejor pagada del mundo y la novia de Leonardo DiCaprio, el soltero de oro (a estas alturas perpetuo) de Hollywood. ¿Cuánto debe la top su fama a sus fabulosas ondas surferas? Un peinado del que Gisele es referente, más allá de su nacionalidad brasileña, y que en ella ha ido evolucionando sin perder su esencia.

Esta media melena que llamamos bob, y que es el peinado de moda entre las celebs esta temporada, fue adoptada por Victoria Beckham como el camino capilar más directo entre su pasado spice girl y su presente como potente diseñadora. Un acabado más anguloso, que acentuaba su mandíbula y le aportaba una elegante distinción.

Ahora que asistimos al resurgir de la diadema como complemento perfecto de tus looks más pulidos, está bien echar la vista atrás para recordar que no solo la ficción de la serie Gossip Girl las reivindicaba con glamour. Claro, que si hablamos de Paris Hilton, lo de realidad se queda más en reality. La cuestión, entonces y ahora, era llevarlas con el pelo acabado en coleta o con algún otro tipo de recogido. Aunque como enseña Paula Echevarría, la opción sueltito queda también rebién. 

Rihanna nos mostró en la gala de los Premios Grammy de 2008 cuán versátil podría ser un corte de pelo pixie. Cuando apareció en la alfombra roja, su peinado era definido y contundente. Pero una vez se llevó a casa el trofeo por el temazo Umbrella, apareció llevando el pelo rizado y voluminoso. ¿Quién da más por menos?

Desde la época de Shirley Temple y, más recientemente, Kristen Dunst en su debut en el cine Entrevista con el vampiro, nadie había apostado por los tirabuzones con tanto éxito. Taylor Swift acompañó su éxito de este peinado que muchas quisimos hacer nuestro.

Si alguna vez te has visto sorprendida por un vendaval y la melena al viento, puede que al llegar ha casa te hayas dicho un "guau, qué pelazo". Pues ese efecto de volumen algo electrizado, pero sometido y definido, fue un éxito de las peluquerías de Brooklyn que Jennifer Lopez, la diva del Bronx, hizo suyo como ninguna. 

Una no siempre puede ser profeta en su tierra. Y aunque esa coleta media de Kate Middleton, ni demasiado arriba ni demasiado abajo, nos tenía encandiladas a todas las seguidoras de su historia de amor royal, lo cierto es que hubo que esperar al viaje oficial por EE UU del brazo de su ya marido, el príncipe William, parar que el mundo reconociera que sí, que tiene un punto cursi que nos encanta.

Hubo un año, este en el que se anunciaba el fin del mundo, en el que todas nuestras celebs favoritas, como Salma Hayek, apostaron en algún momento de la alfombra roja por llevar algún tipo de moño alto. Una tendencia que no hemos abandonado, derivando en acabados más pequeños y/o desordenados.

Si Jennifer Aniston fue en los 90 la reina peluquera gracias a sus cortes de pelo Rachel, en 2013 su versión fue la actriz Zooey Deschanel. A ella le debemos la vuelta, a la vez naíf y pícara, del flequillo retro, que llevó para sus personaje en la serie New Girl. 

Beyoncé se convirtió ese año en la cantante negra mejor pagada en la historia. Y para celebrarlo, apostó por las mechas ombré más de moda del momento (que también son las de hoy). Un french touch que consistía en aplicar un color oscuro del crecimiento del pelo hasta la altura de la mandíbula y luego ir aclarando el color hasta las puntas. 

Pocas celebs están ligadas a un peinado tanto como Ariana Grande. Ese año seguía creciendo como artista y hasta fue elegida para el reparto de la serie de televisión Scream Queens. Una reina ella que tiene por corona una coleta alta, y la ha lucido hasta en las alfombras rojas de mayor postín. 

En 2016 nos dimos cuenta de que no había por qué elegir entre llevar el pelo largo o corto. Con el lob (apócope de long bob, algo así como una media melena larga), nos quedamos con lo mejor de ambos mundos, como hace la mismísima Emma Stone en el año en que estrenó su La La Land.

En ese año todas estábamos buscando un cambio radical, y Katy Perry se lo hizo... tanto, que cuando acudió a la Semana de la Moda de París empezamos a ver semejanzas con la extrema Cara Delevingne. 

La llegada de Meghan Markle a nuestras vidas supuso la revolución en la Casa Real británica que Kate Middleton no se puede permitir. Su voluntad de proyectarse como icono (a fuer de su pasado de actriz) se ha construido también desde el peinado, en su caso el moño un poco desmadejado que después ha llevado hasta nuestra Letizia Ortiz.