El micro-bob de Grece Ghanem resulta cómodo y ultrafavorecedor.
"Es la versión más corta del clásico bob y puede cortarse o bien a la altura del lóbulo de la oreja o un poco más largo, pero nunca más allá de la mandíbula”, comienza señalando Miguel Bling. El micro-bob es un corte que se adapta perfectamente a diferentes textura y acabados, desde liso y pulido, pasando por rizado a ondas suaves.
Se trata de un corte de pelo corto, además, que admite flequillo: “hacia un lado si queremos potenciar el volumen y afilar la mirada, y con la raya en medio para destacar los pómulos y expresar cierto movimiento y desenfado”, afirma el experto.
A quién favorece el micro-bob: de lo más versátil y fácil de adaptar a todos los tipos de rostro. Por ejemplo, “puede ayudar a alargar la apariencia de un rostro redondo o suavizar las líneas de un rostro cuadrado”, apunta Bling.