En el Pirineo navarro, el paisaje se convierte en postal gracias a un pueblo de fachadas blancas que responde al nombre de Ochagavía. Es el conocido como ‘portal’ a la Selva de Irati, uno de los paisajes naturales más preciosos (y preciados) de la comunidad foral. Ochagavía ha sido elegido pueblo del mes por la revista National Geographic y sobran los motivos para visitarlo, aunque solo sea durante un fin de semana. 

¿Cómo es el pueblo del mes de National Geographic?

Ochagavía
Turismo en Navarra

Para empezar, los colores del otoño hacen magia en el entorno de Irati en general y del pueblo de Ochagavía en particular, teniendo en cuenta que la Selva de Irati es el segundo hayedo más grande de Europa, justo por detrás de la Selva Negra alemana. Ya en el pueblo, uno de los atractivos mejor conservados es el puente medieval sobre el Anduña (ío ideal por cierto para bañarse en verano, cuando el calor aprieta).

Y no es el único vestigio de su época: hay también palacios del medievo que obedecen a los nombres de Donamaría, Urrutia e Iriarte o la ermita de Nuestra Señora de Muskilda que, aunque se encuentra a un par de kilómetros del pueblo, esconde unas preciosas vistas sobre los Pirineos. Imprescindible si quieres hacer la foto de rigor.

Más actuales, del XVIII, son los caseríos de Ochagavía, joyas arquitectónicas con una historia de película detrás: en dicho siglo, debido a luchas territoriales entre Navarra y Francia, el pueblo fue arrasado casi en su totalidad. Lo que ahora verás es la reconstrucción de la villa con casas cuyas fachadas se adornan con flores a poco que el tiempo lo permite y también con eguzkilores, plantas que la mitología vasca asocia a la protección del hogar.

Ochagavía
Turismo en Navarra

Una curiosidad añadida: todas las viviendas tienen nombre propio, no así las calles. Teniendo en cuenta que Ochagavía se divide en cuatro barrios (Urrutia, Irigoyen, Iribarren y Labaria), la mejor forma de localizar un sitio exacto es saber el nombre de la casa y del barrio donde se ubica. Toma nota por si acaso. 

Y aprovecha para apuntar el nombre de la iglesia, punto neurálgico de pueblo: se llama San Juan Evangelista y destaca por su torre, bien visible, aunque también por los retablos renacentistas y barrocos que despliega en su interior y que se conservan aun tras las luchas fatricidas que los amenazaron hace ahora tres siglos. 

¿Dónde comer en Ochagavía?

Respecto a la comida, las calles del pueblo están salpicadas de tabernas y sidrerías (Artzai, Iratibizkar…) donde podrás entregarte a la mejor gastronomía navarra. Otra opción es reservarte para los pueblos cercanos (Jaurrieta, Ezcároz… ), que no solo destacan por su sobresaliente sabiduría culinaria, sino también por el entorno idílico que los rodea y que los convierte en escenarios de cuento. 

Viñedos Bodega Otazu
D.R.

Respecto al alojamiento, cerca del pueblo de Ochagavía hay casas rurales cuyas referencias podrás encontrar en Internet, pero nuestra recomendación es que culmines tu fin de semana por todo lo alto practicando el enoturismo. Uno de los lugares con más prestigio a la hora de ofrecer experiencias relativas al mundo del vino es Bodega Otazu. Situada a poco más de una hora de Ochagavía y a solo ocho kilómetros de Pamplona, oferta un plan redondo con varias actividades, a cada cual más apetecible.

Bodega Otazu
D.R.

En la agenda, una visita al Señorío de Otazu, paraje en el que se encuentra la propia bodega. Allí podrás admirar una iglesia romántica, el palacio de Otazu que da nombre al enclave (del siglo XVI) o la torre palomar. También encontrarás un museo del vino y una muy interesante colección de arte contemporáneo. Después, podrás conocer las nuevas instalaciones de la bodega con todas sus salas y rematar la experiencia disfrutando una cata de vinos maridados con pinchos. Si además buscas un alojamiento próximo, el hotel Alma, en Pamplona, puede convertirse en una opción excelente y de excelencia, ya que se trata de un cinco estrellas calificado en varias ocasiones como “el mejor hotel de Navarra”. Nunca un fin de semana se disfrutó tanto.