Un grupo de jóvenes deportistas de élite viven en un centro de alto rendimiento y luchan por mejorar sus marcas, ganar todos los partidos y, sobre todo, conseguir un patrocinio que les asegure el mantenerse de lo que les apasiona. En este lugar confluyen todo tipo de emociones (amistad, amor, odio, venganza, envidia, pasión...) que 'Olympo' explora en una serie que ha convencido a los suscriptores de Netflix de muchos países, no solo de España, donde desde su estreno se mantiene como una de las más vistas.
InStyle.es ha entrevistado a Laura Moray, que interpreta a la ciclista Jennifer en 'Olympo'. La joven actriz (de la que te sorprenderán sus múltiples facetas artísticas) está feliz con el éxito de una serie que le ha permitido, junto a su personaje, llegar a las televisiones de medio mundo.
Netflix
¿Os esperabais que 'Olympo' arrasara como lo está haciendo?
Creo que en general había algo de que de que sí lo esperábamos porque es que es un producto muy bueno. Creo que es un proyecto que todos veíamos que lo tiene todo para que a la gente le guste, el guión es muy chulo, todo el equipo le ha puesto un montón de amor y no sé, sentíamos de alguna manera que sí que podía funcionar muy bien. Yo a nivel personal, no me quería tener ninguna expectativa, porque ya se sabe que nunca hay nada asegurado, y soy un poco cauta en ese sentido con todo en general. Pensando que va a gustar a la gente, pero tampoco voy a dar darlo todo por hecho porque igual luego no. Pero, mira, efectivamente, a la gente le ha encantado y ha funcionado superbién. Así que lo que sentíamos que iba a pasar realmente ha pasado y estamos supercontentos.
¿Y tú cómo lo has notado a nivel personal?
Por un lado, me está escribiendo en redes mucha gente en otros idiomas, felicitándome mucho también por mi personaje y claro que me hace mucha ilusión. También es verdad que hablo mucho con mi círculo, con la gente a la que veo y yo les pregunto honestamente si les ha gustado o no, que. Me den feedback de la serie, de mi trabajo… En general creo que a todo el mundo le está gustando mucho, la mayoría me dicen que están enganchadísimos. Justo ahora a lo mejor noto que me reconocen en algún sitio, pero bueno, es que eso para mí es lo de menos, o sea, creo que lo importante es que haya encantado la serie y que quieran una segunda, una tercera y una cuarta temporada.
Saber que está en el top de España, pero también en todo el mundo debe ser su subidón como actriz, ¿no?
Sí, yo el otro día me puse a verme doblada en varios idiomas porque dije: "Ostras, es que esto se está viendo en muchos países, a ver cómo lo ven los demás". Es la primera vez que hago un proyecto así a nivel global, aunque sí que 'La Caza. Monteperdido', por ejemplo, se vio mucho en Italia. Entonces también me busqué para verme en italiano y me hace mucha gracia escucharme doblada. Es muy gratificante saber que hay personas al otro lado del mundo que conectan con lo que estás haciendo, con tu trabajo y que encima dedican, aunque sean 5 minutos a buscarte, escribirte un mensaje… ¡Me parece precioso!
Andrés Gar Luján
¿Cómo te llegó la oportunidad de estar en 'Olympo'?
La verdad es que llegó en un momento en el que yo no me lo esperaba para nada. Recuerdo que cuando me dieron la noticia iba en el metro, de repente me llamó mi repre, que además es muy amiga mía y me puse a gritar ahí en medio, pero a gritar mucho y la gente me miraba y pedí perdón diciéndoles que era por trabajo y todos se pusieron a aplaudir. Todo con 'Olympo' fue bastante curioso porque fui a Viena con mi hermana de viaje y allí cogimos unas bicis para conocer la ciudad y yo llevaba muchos años sin montar. Cuando volví a Madrid, me obsesioné con que lo mío era la bici y me puse a buscar bicis para comprarme, a pedir que me acompañaran a montar en bici… Solamente deseaba volver a montar en bici y tenía en el cuerpo esa cosa de haber sido muy feliz subida a la bici. Sin saberlo creo que lo proyecté, creo mucho en la ley de la atracción. De repente, me salió esta prueba y dos meses después me dijeron que iba a interpretar a una ciclista: "Estupendo, el universo me ha escuchado”, pensé.
¿Cómo fue el casting?
No fue físico, ni para mí, ni creo que para los demás tampoco. El casting fue a nivel interpretativo. Hice dos secuencias de diferentes maneras con el personaje de Zoe, que interpreta a Nira. Luego también improvisamos sobre sobre la escena y al salir me sentí increíblemente bien, tuve una de esas sensaciones que pasan poco, pero sentía que me iban a coger. Fue cómodo y con muchísima libertad, aunque luego hubo bastante espera como siempre. Por un lado, creía que me cogían, pero por otro lado llegaban los nervios de que los días pasaban… Aal final fue que sí y mi pálpito acertó con que era un personaje para mí, creo que me eligió.
¿Cómo ha sido el proceso de entrenar y hacer dieta para interpretar a esta deportista?
Todos tuvimos que entrenar un montón, tanto nuestra disciplina como en el gimnasio con los demás compañeros. Además teníamos que hacer dieta y cada dos semanas nos medían los resultados. Yo no lo viví como algo drástico ni como un suplicio. Igual si me pilla un año antes, que yo no hacía ejercicio ni me cuidaba así, lo habría pasado mal, pero es cierto que estaba disciplinada yendo al gimnasio muchas veces por semana y con una dieta para aumentar masa muscular. Me frustré un poco porque me cuesta mucho coger peso e hicimos un trabajo para comer sano, pero comer mucho más, me tenía que esforzar en comer el doble de lo que yo ya comía y se consiguieron resultados. Fue un proceso muy guay, muy gratificante, me gusta mucho la idea de tener que transformarte físicamente para un personaje y además el deporte me encanta.
Andrés García Luján
¿Y trabajaste con algún ciclista para dominar tu posición, técnica en la bici, etc?
Me pusieron un profesor, claro. Yo era la única de ciclismo y entrenaba sola con el profesor que se llamaba Nacho que me enseñó, por ejemplo, a montar en bici de carretera que es un poco diferente, a usar las calas y me dio trucos para poner las marchas a según que velocidades, mover las piernas de tal manera para que parezca mayor el esfuerzo y para que sea creíble todo ante la cámara. 'Levántate aquí, ponte de pie, luego vuelve a sentarte'... Y él también vino al rodaje cuando tenía esas secuencias y me iba diciendo cositas.
¿Echas de menos ahora la bici o se ha quedado en tu vida?
La echo muchísimo de menos porque de verdad creo que te da la vida. He seguido entrenando en gimnasio, pero no con la bici. Nadie se apunta a venir conmigo, pero creo que me voy a empezar yo a plantear irme sola o buscar algún club o algo.
¿Cómo abarcaste el personaje de Jennifer?
Lo hice de la mano de los directores y también del coach, además hice mucho trabajo de casa, de estudiarme mis propuestas y de entender a esta persona sobre todo. Es un trabajo de empatizar, de ponerme en su lugar. Muchas veces creo que tenemos prejuicios y podemos tender a hacer eso también con los personajes y es mejor no hacerlo para poder interpretarlos. Aunque interpretes un asesino, creo que lo importante es no juzgar e intentar comprender el fondo de todo, aunque sea lo más deleznable y horrible.
Este trabajo te hace entender sus motivaciones y su corazón y yo hice mucho eso con Jennifer. Me metí mucho en el mundo deportivo (viéndome documentales sobre ciclismo y sobre el dopaje), pero la clave fue empatizar con ella y pensar por qué hace esto, qué la ha llevado a eso y por qué se comporta así. Y fue muy bonito porque aunque seamos personas diferentes, conecté con ella mucho en muchos sentidos. Creo que con Jennifer se intenta contar – y lo hablé con los creadores en su día- la historia del juguete roto. Es una ciclista que siendo muy joven lo petó y se fue haciendo mayor y nunca volvió a ganar ni a superar su marca. Tiene una frase que para mí es su frase estrella que dice que 'la peor persona con la pueden compararte, eres tú misma'.
Claro, es un gran peligro esa sensación.
Sí porque se pasa años tratando de volver a hacerlo. Y lucha con las expectativas de los otros y con las tuyas propias y llega la frustración y vivir también sabiendo lo que los demás están esperando de ti y que no consigues. Y además te esfuerzas y te esfuerzas… El deporte es algo que me parece durísimo y los deportistas, y concretamente los ciclistas, se meten unas palizas… Es un deporte muy duro y muy sacrificado.
Yo conectaba mucho con ella, con ese dolor, pero ella lo tapa. No es una tía que diga: ‘Mira, me siento frustrada, siento un dolor horrible porque de pequeña fui una gran ciclista y ahora veo que todas mis compañeras me superan y que yo no llego a las marcas o yo no llego a lo que se espera de mí ni al mínimo’. No lo va a reconocer y hará todo lo que sea y hasta lo que no es lícito para volver a estar la primera y seguir ahí arriba. Detrás de eso realmente hay dolor, hay vulnerabilidad, hay un sentimiento de que no llega… Ha sido muy guay conocerla y he trabajado mucho con qué experiencias de Laura me evocaban lo que siente Jennifer porque realmente es algo muy humano.
Es algo que pasa a muchos en la interpretación, en la música… Hay millones de casos de juguetes rotos.
¡Jo, pero millones! Por eso digo que el caso de Jennifer es universal, porque pasa constantemente en muchos oficios y en el arte y en el deporte especialmente. Son carreras muy mediáticas, de cara al público y en las que la gente ve lo que haces y espera de ti una cosa que a lo mejor no llega. Y no porque tú seas malo si no que a veces las circunstancias no favorecen que vuelvas a estar en ese lugar. Es muy doloroso y si no lo trabajas bien te puede te puede devorar porque tú te esfuerzas y te esfuerzas y te vas a dormir pensando, ¿será culpa mía? ¿Qué estoy haciendo mal? ¿Qué más puedo hacer?
Andrés García Luján
En el ADN de esta serie está la competitividad.
Totalmente. El alma de la serie es la competitividad, porque el mundo del deporte es muy bonito, no pertenezco a él, pero lo que he podido observar es que también muy duro y difícil y hay muchísima competitividad. Llegan pocos y, como vemos en la serie, hay pocos patrocinios y esto es una pelea a vida o muerte.
Ocurría también con otras series como 'Élite', las escenas de sexualidad de los personajes acaban siendo muy comentadas en redes. ¿Cómo las viviste desde dentro?
Yo había hecho ya una secuencia así en otro en otro proyecto, pero es verdad que nunca había hecho una con una chica, por ejemplo. El 'Olympo' tuvimos coordinación de intimidad que fue maravilloso y me parece una figura absolutamente indispensable. No sé cómo se ha tardado tanto en llegar a esta figura que es tan necesaria. Hace no tanto, en mi otra escena, no tuve nada de coordinación y aunque tuve la suerte de que mi compañero me hizo sentir genial, realmente viví lo que es que se salten todas las normas. Cuando eres actriz sientes un poco de miedo a decirlo, hay una vocecita dentro de ti que dice que no digas nada, que estás trabajando, que no molestes al director ahora que está superestresado con que te sientes incómoda con esto o aquello. Pero a lo mejor se están sobrepasando límites que tú no quieres que se sobrepasen y eso es violencia realmente. Creo que les habrá pasado a muchos porque en ese momento sientes miedo a que no te vuelvan a llamar y acabas haciendo cosas o exponiéndote de una manera que no quieres.
Netflix
Cuando me pasó hace años no lo sentía así y en el momento me dije, 'Venga, me lanzo a lo loco porque además con mi compañero estoy muy bien', pero luego pasó el tiempo, hice retrospectiva y ahora que puedo comparar con cómo se han hecho las cosas en 'Olympo', pues es fuerte. No quiero ni pensar a lo que se expusieron las actrices hace décadas. En 'Olympo' ha sido de verdad un sueño porque se ha medido todo al mínimo detalle, dudo que haya habido alguien incómodo en este rodaje con respecto a estas escenas. Hemos tenido un montón de ensayos, aunque fuera una escena sin sexo, solo de besos ya se trabajaban y se hablaban con las coordinadoras de intimidad que nos hicieron incluso un test previo para saber con qué parte del cuerpo estás cómoda que se vea, qué parte del cuerpo no, qué tipo de planos te parecerían violentos, los tipos de besos, etc. Todo se medía y se personalizaba al detalle para que todos los actores estuvieran absolutamente cómodos y no se sobrepasase ninguna línea con nadie.
¿Te ha resultado interesante volver a tener 23?
(Se ríe) Yo tengo 31 y Jennifer 23. Ella es muy madura porque tiene una personalidad con peso y no he tenido que infantilizarla. No he hecho un trabajo imaginativo muy intenso porque por mucho que tenga 23 años, Jennifer tiene una cosa que a mí no me pasaba cuando tenía 20 años y es que se permite decir las cosas aunque quizás no de la mejor manera ni en el mejor momento, pero ella las dice, no se va a quedar callada. Jennifer no pide permiso. Yo no soy así ni de lejos, pero creo que es algo que puedes adquirir un poco con los años.
También la vida de deportista de élite te obliga a madurar…
Es verdad. Por lo menos a mí creo que me dan un millón de vueltas y no puedo compararles a ellos con mis 20 años, cuando yo estaba ‘a por uvas’. Me había puesto a estudiar y todo, pero tenía se notaba mucho en cómo vivía la vida, en que no me conocía demasiado, a lo mejor me faltaba incluso un poco de disciplina de quererme a mí misma y ponerme seria con las cosas. Los deportistas de élite son ejemplo en muchísimos sentidos de determinación, de disciplina, de constancia… Es algo que creo que no tienen siempre las generaciones actuales, eso de ir poco a poco trabajando para conseguir una meta a largo plazo. Siento que ahora la gente, a nivel general y sobre todo en los más jóvenes, creo que con el tema de las redes y la inmediatez se hace más difícil respirar y trabajar por un objetivo del que no vas a ver resultados ni hoy ni mañana ni pasado, pero que merecerá la pena… Siento que ahora es ‘Lo quiero todo y ya’.
¿Qué exigencias y retos os encontráis los que queréis trabajar como actores?
Retos, muchos. Siento también que cada carrera es muy diferente y que es muy complicado generalizar en el mundo de la interpretación. Pero como retos, pues la paciencia es muy importante, trabajar día a día porque a veces los proyectos tardan un poco más en llegar. Hay épocas en las que no te salen castings y tienes que estar tranquila y seguir persistiendo, seguir conectada con tu trabajo, seguir remando hacia tu objetivo, pero muchas veces no ves los resultados en el momento, ni de lejos.
En tu caso está yendo poquito a poco, ¿no?
Superescalonado. Por eso digo lo de persistir, mi carrera ha sido mucho de picar piedra. Por eso cuando me cogieron en 'Olympo' todo el mundo a mi alrededor sintió que me lo merecía. Y no es que otros no lo merecieran, pero realmente creían que yo lo merecía mucho y siento que es así. Me lo merezco porque soy muy trabajadora, porque llevo persistiendo la mitad de mi vida, 15 años, cayéndome, levantándome, enfrentándome a muchos 'noes'. Esto es otro de los retos también que te podría decir porque se reciben muchísimos muchísimos noes y la gran mayoría no tienen que ver con tu trabajo porque tú puedes hacer un casting impoluto y que te digan que no. Hay muchísimos factores que influyen para que te cojan en un personaje, muchísimos que no dependen del actor. Cuando empiezas, y a mí me pasaba, sientes que te están diciendo que no a ti personalmente y con los años coges una solidez y confianza para pensar 'A ver, yo estoy haciendo bien los castings y estoy dando lo máximo que yo puedo dar. Lo demás no depende de mí'. Hay que entender que cuando te dicen que no, no es porque seas mala ni porque no valgas o no caigas bien… Se tienen que alinear un montón de cosas para para que te den un papel.
Un trabajo en el que la salud mental es clave
Absolutamente. Mira, absolutamente, yo siempre digo una frase: 'Por desamor habré llorado mucho en la vida, pero por este trabajo, el triple'. O sea, muchísimo más. ¿Por qué? Porque te llevas disgustos, porque pones toda tu pasión, toda tu dedicación y no es un trabajo de oficina, es un trabajo de verdad y de emociones. Y entonces, claro cuando no te dan el papel, o el trabajo no sale y llevas ya un tiempo sin nada y no entiendes por qué es muy frustrante y hay que estar muy bien a nivel salud mental, hacer terapia, meditación, leer, todo lo que lo que se pueda para continuar y no dejarlo por el camino que es lo que creo que en muchos casos pasa y no lo juzgo, es normal. Pero yo seguiré picando piedra.
Andrés García Luján
También lo bueno es que eres muy polifacética, cantautora, poeta, bueno, periodista...
Estudié Periodismo y Aaudiovisuales en la universidad, aunque yo hacía teatro y estaba formándome desde los 18, pero mi padre me dijo que hiciera una carrera. Él también estudió cine, tuvo una productora y sabía que este era un mundillo muy difícil. Yo entonces solo quería hacer teatro, pero le hice caso e hice las dos cosas. Justo antes de 'Monteperdido' estuve un año trabajando como periodista, como locutora y y reportera. La verdad es que no me siento cantante ni escritora, soy actriz con todas las letras, o sea, he dedicado mi vida a eso y sigo haciéndolo. Creo que eres en lo que tienes el foco, aunque trabajes en una oficina o en algo que no te gusta. Eres aquello en lo que piensas al acostarte y al levantarte. Todo lo demás viene de esas carreras de las que no me arriepiento porque en ocasiones que no he tenido trabajo de actriz he podido mantenerme con trabajos bastante guays. El tema de escribir y cantar tampoco me lo tomo como un trabajo, es algo que he hecho siempre por gusto, porque me lo paso bien y porque me sale del alma y necesito expresarme. Escribo bastante, siempre estoy bastante conectada con la escritura y publiqué un libro hace unos años.
¿Probarás con algún guión? Muchos actores están trabajando gracias al 'yo me lo guiso, yo me lo como'.
Absolutamente, es que además esa ha sido mi mentalidad siempre. Me escribo yo esto, me grabo estas escenas, me monto esta obra, siempre siempre he tenido esa mentalidad de levantar mis propios proyectos. Ahora, concretamente, llevo casi un año trabajando con un compañero en un guion, pero está todavía floreciendo. Es una serie que estamos intentando sacar adelante y hacer realidad, pero esto es de lo que hablábamos, un trabajo a largo plazo. Las series tardan muchos años en venderse y vamos poco, pero seguramente salga porque creo mucho en mí misma y en lo que hago.
¿Y mientras llega?
Ahora mismo estoy haciendo castings, estoy en esa típica fase de pruebas y con este proyecto personal. También forma parte de la vida del actor y de no parar porque realmente yo no siento que pare, es un momento de transición al que tienes que enfrentarte.
Y si llega segunda temporada de 'Olympo'...
Sí. Claro, eso estamos ahí a la espera, ¿no? Ojalá, pero no se sabe nada todavía.
Fotos: Andrés García Luján
Muah: Manu Repila para One Off Artists.
Estilismo: Elsa Osorio.
Agradecimientos: angelacariddi.com