En los últimos años hemos visto cómo se ha pasado de esas rutinas interminables de belleza, a ofrecer un enfoque más refrescante y honesto bajo el lema de “menos es más”. Esto se ha notado especialmente por parte de las celebrities más conocidas, quienes (en su mayoría), abogan cada vez más por una elegancia natural y auténtica, como es el caso de la actriz británica Keira Knightley.
La embajadora de Chanel deslumbró recientemente en una aparición en París, junto a otras estrellas como Penélope Cruz, y nos hemos vuelto a interesar por sus secretos de belleza, con los que parece conseguir un acabado impecable sin complicaciones, o eso parece a simple vista. En una entrevista para Vogue UK confesó que ella busca respetar sus rasgos, y sobre todo, no sobrecargarlos, especialmente en sus cejas, donde tiene mucho cuidado con lo que se hace.
“No toques tus cejas”: su regla de oro en belleza
Keira Knightley lo tiene claro: una de las mejores recomendaciones que recibió en sus primeros años como actriz vino de una maquilladora que le dijo sin rodeos que huyera de quien le sugiriera depilarse las cejas. “Me dijo: “sabrás si alguien es un buen maquillador si no te dice que te depiles las cejas. Si lo hace, sal corriendo”, afirmaba a la revista británica.
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Esto fue algo que ha seguido a rajatabla todos estos años, priorizando siempre la naturalidad. En una actualidad dominada por técnicas como el microblading, laminados extremos y plantillas universales, la actriz prefiere alejarse de esas tendencias que no le favorecen. “Las proporciones de mi cara simplemente no funcionaban con menos ceja”, decía. En eventos o alfombras rojas se puede apreciar a la perfección, apenas alargándolas y rellenándolas con lápiz del mismo tono para definir el final.
El poder de una ceja intacta
Hay algo profundamente empoderador en el hecho de no ceder a las tendencias y mantenerse fiel a una misma. En el caso de Keira, es algo que ha aprendido después de haber pasado por alguna mala experiencia. “Siempre me he mantenido fiel a eso. En parte porque, cuando tenía 21 años, me hice uno de esos tratamientos de cejas en Los Ángeles (del tipo que hace que todas las cejas se vean iguales), y quedó fatal”; explicaba.
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“Ahora solo hago retoques mínimos, quizá algo de pinza, pero nunca toco la parte superior. Solo un poco debajo del arco”, añadía. Lo curioso es que, a pesar de no intervenirlas demasiado, sus cejas han marcado una estética reconocible que va más allá de cualquier producto. Esto demuestra la importancia que tienen en nuestro rostro, no solo pudiendo marcar la expresión, sino también potenciando la mirada. Ese pequeño detalle hace toda la diferencia.
La coherencia entre piel, mirada y actitud
Keira también aplica esa misma moderación a su piel. Después de luchar con problemas cutáneos durante años, descubrió que dejarla en paz fue lo que realmente la sanó. “Cuando estoy trabajando, la someto a mucho, así que cuando estoy por mi cuenta, no quiero hacerle nada”, comentaba. “Creo que la piel necesita descansar de vez en cuando para poder respirar”, añadía.
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No suele hacerse gran cosa en su día a día. “me aplico una crema hidratante y luego solo corrector, nunca base de maquillaje. Me gusta ver la piel a través del maquillaje, así que creo que menos siempre es más. Me aplico un poco de sombra de ojos clara (con el dedo) para que mis ojos parezcan más abiertos y despiertos. Luego, me pongo un bálsamo con color”, continuaba.
En esas ocasiones que son un poco más especiales, simplemente aboga por un pintalabios en un color más intenso, en concreto el rojo, y un delineado negro en la línea de las pestañas y mucha máscara. Esto, junto a sus cejas naturales, deja como resultado una mirada más abierta, elegante y nunca forzada.
Cejas que inspiran: llega el brow minimalism
Keira Knightley no está vendiendo ningún producto ni promoviendo un nuevo procedimiento estético. Pero sin quererlo, podría estar marcando el rumbo hacia una nueva etapa del cuidado de cejas: el brow minimalism. Frente a esas técnicas un poco más invasivas que dejan un acabado artificial, la actriz demuestra que la clave del éxito es potenciar lo que ya tenemos.
"Mis cejas son naturalmente un poco cortas, así que, si voy a una alfombra roja o a algún evento, las alargo un poquito con lápiz, para que se extiendan más”, remataba. Con ello vemos que se puede trabajar sobre lo que ya tenemos y explotar su máximo potencial sin complicaciones. Es quizás el mensaje más poderoso de belleza que podemos recibir hoy, viendo que la elegancia no se mide en esfuerzo, sino en autenticidad.