Cuando pensamos en vestidos de invitada en muchas ocasiones cometemos el error, yo la primera, de pensar que esta categoría se reserva a aquellas que tienen una celebración como una boda o similares que requieren una etiqueta formal específica, por lo que recurrimos a tiendas especializadas con diseños que en ocasiones pueden exceder nuestros presupuestos y que no volveremos a sacar del armario pasado ese día y esto no tiene por qué ser así.