Emma Roberts
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Con una sonrisa de infarto (heredada de su tía Julia Roberts) una filmografía envidiable para cualquiera que se dedique a la interpretación, Emma Roberts es una de las actrices más reconocibles de su generación. Esto no es algo que haya sido fruto únicamente de su talento, sino también del hecho de haberse convertido en todo un referente en cuestiones de belleza y estilo.

A lo largo de su vida, ha sido imagen de algunas campañas de las firmas más prestigiosas, como TOUS, Neutrogena o, más recientemente, KIKO. Sin embargo, uno de sus atributos más envidiados es su melena. Aunque siempre haya acostumbrado a llevar un rubio teñido impecable, no hace mucho se atrevió con un pelirrojo que también resulta increíblemente favorecedor.

emma roberts
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Lo que quizás nadie esperaba es que, en vacaciones, cuando la mayoría solemos tener más cuidado con nuestro cabello por la exposición al sol, a la piscina o al mar, ella opte por un enfoque completamente distinto, desechando cualquier producto de cuidado capilar.

Lo confesó en una entrevista con Popsugar durante una escapada a México: "Intento no lavarme el pelo durante las vacaciones. Me hago trenzas y me baño en el bar, en lugar de usar champú y acondicionador".

Emma Roberts, una rutina capilar sin champú ni acondicionador

Esto evidentemente es algo que a cualquiera le suena extraño, pues casi todas tendemos a usar más productos durante la época estival, con el objetivo de que nuestro cabello no se reseque ni pierda brillo e hidratación. Sin embargo, hay una razón por la que Emma lleva a cabo esta práctica: no quiere arriesgarse a estropear su nuevo tinte rojo.

emma roberts
@emmaroberts

En viajes a los que no lleva sus propios productos capilares, se niega a usar los champús y acondicionadores del hotel y que se estropee su nueva tonalidad. "Hay veces en las que me he lavado el pelo tras teñírmelo y acaba adoptando un color rarísimo", aclara. "Cuando lo tengo rubio, se vuelve amarillo; y cuando lo he tenido pelirrojo, se ha ido todo el color al lavarlo. Por eso me da miedo darme un lavado completo".

Evidentemente esto es algo que solo pueden hacer las afortunadas que no tienen el pelo muy graso. La actriz dice que ha llegado a pasar cinco días sin lavarse el pelo estando de viaje. Simplemente intenta ir a la peluquería el día antes de irse de viaje y, después, ir aplicando champú en seco.

Cuando va de vacaciones, tiende a simplificar toda su rutina, porque lo único que quiere hacer es dejar el móvil, leer un buen libro y relajarse en la piscina.

¿Qué pasa si no lavamos el pelo tras ir a la playa?

Más allá de la grasa que pueda ir generando nuestro cuero cabelludo por no lavarnos el pelo en vacaciones, el bañarnos en la piscina o el mar y no cuidar nuestra melena puede tener consecuencias. Está claro que la situación de Emma Roberts es especial por el uso de tintes con colores delicados pero, por lo general, no debe ser un consejo a seguir a rajatabla.

El agua del mar es muy beneficiosa para distintas cosas, incluyendo el dar volumen, el eliminar impurezas e incluso propiedades antibacterianas y antifúngicas que pueden ayudar con la caspa y otras condiciones. Sin embargo, no es recomendable no lavarse el pelo después de un baño.

Entre las consecuencias que podemos sufrir está la deshidratación, ya que la sal tiende a dejar el pelo más seco y débil, lo cual, a su vez, produce encrespamiento y enredos. Aparte, por mucho que el agua del mar pueda resultar beneficiosa para el cuero cabelludo, un exceso de ella puede irritarlo y provocar picores.

¿Y la piscina?

Y si el agua del mar no es 100% beneficiosa para el pelo, de la piscina ya ni hablamos. El cloro suele eliminar los aceites naturales del pelo, lo cual hace que se reseque y se vuelva más frágil, teniendo más riesgos de rotura.

Además, en el terreno de los tintes, puede alterar el color. No es poco común que, por ejemplo, los rubios adquieran tonos verdosos. También podremos sufrir de puntas abiertas y mucho encrespamiento.

En ambos casos, es recomendable hacerse un lavado completo de pelo. Si no tenemos tiempo, es vital que, al menos, nos lo enjuaguemos con agua dulce (aunque sea en la misma ducha de la playa o la piscina).