Pocas celebridades logran transmitir esa belleza atemporal que no entiende de tendencias ni de filtros como lo hace Catherine Zeta-Jones. Con su melena morena cargada de volumen, su piel luminosa y su porte clásico, la actriz se ha consolidado como un icono que desafía el paso del tiempo.
¿Su secreto? No se esconde en lujosos tratamientos en clínicas de renombre ni en fórmulas imposibles de pronunciar. Según reveló hace unos años la propia actriz, parte de su rutina de cuidado capilar incluye una mezcla tan sencilla como sorprendente: miel y cerveza.
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“Huelo a un barril de cerveza durante días, pero es muy bueno para el pelo”, confesaba Zeta-Jones con el sentido del humor que la caracteriza en una entrevista en Daily Mail UK. La actriz, casada desde hace más de dos décadas con Michael Douglas y madre de dos hijos, no teme admitir que confía en recetas tradicionales para cuidar su aspecto.
Y si bien su genética ayuda, hay algo profundamente inspirador en saber que una estrella de Hollywood recurre a remedios que podrían haber salido perfectamente del recetario de belleza de tu abuela.
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Porque sí, antes de que existieran los sérums ultraconcentrados, las planchas iónicas o los champús con péptidos marinos, nuestras madres y abuelas ya sabían cómo mantener un cabello fuerte, brillante e hidratado.
Y muchas veces lo hacían con productos que estaban al alcance de todos: miel, vinagre de manzana, cerveza, huevo, cerveza o aceites naturales. Ingredientes con siglos de historia que, como nos demuestra Zeta-Jones, siguen funcionando a las mil maravillas.
¿Por qué miel y cerveza?
Aunque de primeras pueda parecer una combinación inusual, e incluso poco apetecible, lo cierto es que la mezcla tiene todo el sentido del mundo si hablamos de salud capilar. La miel es uno de los ingredientes más preciados en cosmética natural: es rica en antioxidantes, vitaminas, aminoácidos y enzimas que hidratan profundamente, suavizan y revitalizan el cuero cabelludo. Además, posee propiedades antibacterianas y antiinflamatorias, ideales para combatir la irritación, la caspa o la descamación.
La cerveza, por su parte, contiene malta, lúpulo, levadura y otras vitaminas del grupo B que fortalecen el folículo piloso y favorecen el crecimiento del cabello. También aporta cuerpo y volumen, por lo que es ideal para aquellas que buscan un extra de densidad. Su alto contenido en proteínas puede ayudar a reparar el daño estructural del cabello, dejándolo más suave y manejable.
Ambos ingredientes, al combinarse, crean una especie de “bálsamo casero” que nutre, regenera y aporta brillo natural. Eso sí, como apunta la actriz, el aroma puede resultar algo persistente, sobre todo en el caso de la cerveza. Pero si Zeta-Jones lo soporta por un pelo espectacular, nosotras estamos dispuestas a intentarlo también.
Cómo aplicar miel y cerveza en el pelo (y no morir en el intento)
Si te ha picado la curiosidad y estás dispuesta a probar este remedio capilar, lo más importante es aplicar la mezcla de forma correcta. No se trata de vaciar una lata de cerveza directamente sobre el pelo o embadurnarte de miel sin control. Aquí, como en todo, hay que tener en cuenta ciertas pautas.
Lo recomendable es mezclar medio vaso de cerveza con una o dos cucharadas de miel natural. Puedes añadir un poco de agua templada o fría (nunca demasiado caliente) para que la mezcla sea más manejable y menos densa. Aplícala sobre el cabello limpio y húmedo, desde el cuero cabelludo hasta las puntas, y masajea suavemente durante unos minutos. Después, cubre tu melena con una toalla o gorro de ducha y deja actuar entre 15 y 20 minutos antes de enjuagar con agua tibia.
Este tratamiento puede repetirse una vez por semana, y es especialmente útil para cabellos secos, dañados o con falta de brillo. Si prefieres una opción menos artesanal pero igual de efectiva, marcas como Gisou , fundada por la influencer Negin Mirsalehi, han desarrollado líneas completas de cuidado capilar a base de miel. Su Honey Infused Hair Oil es uno de los más virales del mercado, y por una buena razón: combina las propiedades restauradoras de la miel con un acabado sedoso y nada pegajoso.
Gisou
¿Moda pasajera o tradición eterna?
A pesar de que en la actualidad tendemos a buscar soluciones inmediatas en productos de alto coste o tecnología avanzada, lo cierto es que los remedios naturales han resurgido con fuerza. En parte, por el movimiento clean beauty y la vuelta a lo esencial; pero también porque funcionan. Muchas veces lo más efectivo no es lo más complejo, sino lo que conecta con la lógica de lo natural.
Y en eso, nuestras abuelas sabían mucho. El uso de miel, cerveza, aceite de oliva, vinagre o huevo como ingredientes cosméticos no es ninguna novedad. De hecho, se han utilizado durante siglos en distintas culturas por sus múltiples beneficios. La diferencia ahora es que celebridades como Zeta-Jones los validan públicamente, lo que nos da aún más motivos para confiar en ellos.
Más allá del pelo: una filosofía de belleza
El ritual de Catherine Zeta-Jones no se limita al cabello. También ha contado que come fresas para blanquear los dientes o que utiliza productos de farmacia en lugar de grandes firmas cosméticas. Todo apunta a una filosofía de belleza más consciente, intuitiva y respetuosa con el cuerpo. Una que entiende que cuidar de una misma no tiene por qué significar seguir cada novedad del mercado, sino escuchar lo que tu cuerpo necesita y actuar en consecuencia.
En tiempos donde la belleza parece estar ligada a lo inalcanzable, a filtros de redes sociales y a rutinas imposibles de replicar, gestos como el de Zeta-Jones resultan refrescantes. Nos recuerdan que a veces lo más efectivo está más cerca de lo que imaginamos.
Así que la próxima vez que pases por la cocina y veas ese bote de miel o esa cerveza olvidada en la nevera, recuerda: quizás no te estás preparando un desayuno ni una caña, sino el tratamiento capilar que transformará tu melena. Si a Catherine le funciona, ¿por qué no a ti?