En medio de una gala espectacular, precedida por la mejor alfombra roja del momento, justo cuando comenzábamos a bajar el ritmo, el ganador a la mejor dirección de un programa especial de variedades, la 90 ceremonia de los Oscar, supo como llevar la emoción al escenario.

Glenn Weiss comenzó su discurso con unas palabras agridulces dirigidas a su madre, recientemente fallecida: "La persona que estaría más orgullosa de mi en este momento sería mi madre, pero falleció hace apenas dos semanas. Parte de mi corazón está roto y no creo que pueda recomponerse, pero se que ella va a vivir en mi para siempre".

Pero como el especialista en organizar montañas rusas de emociones en las producciones que dirige, Weiss supo remontar el bajón con una declaración despertó la ovación de toda la sala: "Mi madre siempre ha creído encontrar la luz del sol en todas las cosas, y además ella adoraba a mi novia Jan". Y tras guardar unos segundos de silencio, mirando a su pareja, Jan Svendsen, dijo: "Jan, eres la luz del sol en mi vida, y mi madre tenía razón: nunca dejes ir a la persona que te alumbra. ¿Sabes por qué no me gusta llamarte 'mi novia'? Es porque quiero llamarte 'mi esposa'".

¡Madre mía! ¡Toda la sala empezó a respirar romanticismo!

Jan subió al escenario y una vez allí Weiss sacó un anillo que le había dado su madre 67 años antes, explicó. Avisó a sus hermanos de que su padre sabía perfectamente que él tenía en su poder el anillo, que se había asegurado de tener todos los frentes cubiertos para la propuesta.

"Jan, quiero que tengas este anillo que durante tantos años llevó mi madre, y quiero que lo lleves delante de todas estas personas, y de mi madre y de tus padres que están mirando también desde el cielo. ¿Te quieres casar conmigo?".

¡Y ELLA DIJO QUE SÍ!

Glenn Weiss