Reconozcámoslo, si por muchas de nosotras fuera, nos pasaríamos día tras día en vaqueros. Por mucho que existan un sinfín de alternativas mucho más cómodas -véanse los omnipresentes conjuntos de punto- y mucho más originales -nada más brillante que unos pantalones de lentejuelas-, nuestro idilio con el denim es inquebrantable. No hay nada que pueda superarlos.
Por eso nos empeñamos en exprimir al máximo sus posibilidades siempre que podemos. Nos gustan anchos con unas zapatillas y una sudadera, como no, pero también en su versión pitillo con un bonito top y un taconazo o rectos con unos botines y un jersey de punto. Al fin y al cabo se trata de darle a cada tipo de vaquero su contexto y acompañarlo de lo que mejor encaja con él en función de este.
TIPS CLAVE PARA ACERTAR
Lo que sí es cierto es que, para que el conjunto funcione, son tres los requisitos a tener en cuenta. El primero de ellos es encontrar los jeans que mejor te sientan y que mejor se adapten a tus gustos, necesidades y estilo. Es la pieza clave del look y, si esta no es la más adecuada, el engranaje no funcionará.
El segundo es optar por prendas que aporten algo especial. No importa si optas por básicos o por prendas de tendencia, lo que de verdad vale es que ofrezcan algo diferente que se salga de lo habitual. Un drapeado, un efecto original en los hombros, un color vibrante, un estampado sorprendente, una tela exclusiva... no hay límites a la hora de buscar esa pieza que eleve de categoría a unos simples vaqueros.
Y, el tercero, es que te apoyes todo lo que puedas en los accesorios. Unos zapatos joya serán claves, como también lo puede ser un bolso, unas joyas o un versátil pañuelo. Céntrate en ellos porque serán los verdaderos responsables de que tu estilismo triunfe en cualquier ocasión.