Dior Crucero 2026 y el homenaje de Maria Grazia Chiuri a su Roma natal

Puede que el desfile de la colección Crucero 2026 de Dior pase a la historia por ser uno de los más exquisitos de la era Maria Grazia Chiuri. Será porque eligió Roma, su ciudad natal, o porque fue el último como directora creativa de la maison. "Después de nueve años, dejo Dior, encantada de haber tenido esta extraordinaria oportunidad. Quisiera agradecer a Monsieur Arnault por haber confiado en mí y a Delphine por su apoyo. Estoy particularmente agradecida por el trabajo realizado por mis equipos y los Ateliers. Su talento y experiencia me han permitido hacer realidad mi visión de una moda femenina comprometida, en estrecho diálogo con varias generaciones de artistas mujeres. Juntos hemos escrito un capítulo impactante del que me siento inmensamente orgullosa.", declaraba sólo un día después del desfile.  

Lo cierto, es que su adiós fue una velada onírica donde la mitología, el cine, el teatro y la artesanía, encontraron un nexo a través de la moda. El escenario elegido por Maria Grazia han sido los jardines de la Villa Albani Torlonia, una joya del neoclásico donde se ha recreado el famoso Le Bal Blanc de la aristócrata francesa Mimì Pecci Blunt de 1930, uno de los más espectaculares de las noches parisinas con un ‘dress code’ que exigía a los asistentes vestir de blanco. 

Y así, de blanco, han transcurrido los 80 looks –49 de la colección ready to wear y 31 de alta costura—, con algún paréntesis en rojo, negro o dorado, que añadían todavía más dramatismo al desfile. Chaquetas de frac conviviendo con vestidos bordados llenos de encaje, que nos recordaban al dandismo. También vimos corsés, velos de tul o de gasa, terciopelos tornasolados, antifaces y coronas florales, en un claro ejemplo de que e pasado siempre vuelve.

La artesanía local ocupó un lugar protagonista a través de tejidos y bordados elaborados por la casa Tirelli. Estos maestros de la costura llevan décadas encargándose del vestuario de grandes óperas y producciones de Hollywood y su sello sostenible, lo hacen un referente en lo que a tradición italiana se refiere.

"La idea central era contar la historia de la destacada casa de vestuario Tirelli Trappetti, una institución que personifica el espíritu del cine italiano. Asimismo, queríamos destacar las similitudes entre un atelier de Alta Costura y un taller de vestuario de cine y teatro como Tirelli", explicó Chiuri antes del desfile. 

En este baile entre cine y moda, Chiuri ha contado con el director Matteo Garrone para proyectar el cortometraje ‘I Fantasmi del Cinema’, donde aparecen unos fantasmas ancestrales que representan el eterno pulso entre la tradición y la modernidad. En este epicentro cultural se daban cita, familiares, artistas y amigos de Blunt —clienta fiel de Christian Dior— para disfrutar de veladas de música, teatro y arte. 

Los códigos de una “hermosa confusión”

La propuesta exploró, en forma de ensoñación barroca, la manera en que los ecos del pasado dialogan con el presente. Una narrativa visual en la que las artes se fundían con libertad creativa y la imaginación marcaba el rumbo, desdibujando las fronteras de los códigos de la moda en una “hermosa confusión” que evocaba el título que Ennio Flaiano sugirió a Federico Fellini para su película 8½.

 "En un diálogo entre la historia de la moda y la sintaxis contemporánea, la Directora Creativa de las líneas femeninas Dior saca a la luz piezas excepcionales del prêt-à-porter a la Alta Costura, componiendo una narración poética inspirada en los personajes, los paisajes y la mitología de Roma, su ciudad", así define la maison una de las colecciones más íntimas y personales de Maria Grazia. 

Las invitadas al desfile de Dior

En el desfile hubo más de 700 invitados, entre los que se encontraba una espectacular Natalie Portman, que lució un look monocromático compuesto por un vestido semitransparente con volantes y una levita blanca. La unión perfecta entre lo femenino y lo masculino. 

Rosamunde Pike optó por un vestido camisero de encaje de inspiración boho, el cual combinó con unos botines negros y un cinturón metálico.

Victoria Federica apostó por una falda de algodón plisada, que coordinó con una camisa de cuello mao y mangas oversize. Remató el look con un chaleco bordado que evocaba las emblemáticas chaquetas toreras.

Beatrice Borromeo, fiel a su estilo impecable, en Roma volvió a deslumbrar con un vestido asimétrico de tul, de silueta fluida y aire clásico. Una reinterpretación contemporánea de la toga romana con la que volvió a demostrar por qué es sinónimo de elegancia.

Marisa Berenson, Deva Cassel, Eiza González. Sarah Catherine Hook o Ashley Park, fueron algunas más de las celebs que no quisieron perderse el desfile.