Francesco Risso y Quavo
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Si pensábamos que la restructuración de la industria de la moda había llegado a su fin, o que con el verano en marcha entraría en una etapa de letargo, estábamos de lo más equivocados. Hace unas horas Francesco Risso ha anunciado que se despide de Marni. Su salida pone fin a una etapa de casi diez años en la que el diseñador italiano ha redefinido el carácter de la firma con una propuesta alejada de los códigos más previsibles del lujo. 

Recordemos que Risso fue nombrado director creativo en 2016, en un momento delicado tanto para la maison como para OTB —Marni, Diesel, Jil Sander, Maison Margiela, Viktor&Rolf, y Amiri—, y aunque no fue recibido con vítores y aplausos, poco a poco fue ganándose la confianza de la industria, la crítica y los consumidores, resultando aquella una de las decisiones más acertadas del grupo de Renzo Rosso.

La era de Risso

Durante su mandato, Risso introdujo un lenguaje propio, basado en la mezcla de materiales, los contrastes formales y una sensibilidad estética que bebía del arte contemporáneo, el diseño gráfico y lo artesanal. Lejos de buscar una continuidad literal con la etapa de Consuelo Castiglioni, fundadora de la firma en 1994, apostó por ampliar el marco de referencia sin borrar del todo su legado. El resultado fue una nueva etapa para la marca más experimental, más visible y con una identidad que rehúye de ser encasillada.

Marni había sido adquirida parcialmente por OTB en 2012 y pasó a formar parte íntegra del grupo en 2015. El relevo generacional supuso también un cambio de tono. Castiglioni, de origen suizo, había dado forma a una firma reconocible por su gusto por la estructura, la mezcla de estampados y el uso no obvio del color. Risso llevó todo eso a un lugar diferente: a veces caótico, a veces delicado, pero siempre personal.

Durante estos años, su trabajo fue ganando solidez. Marni se consolidó como una marca capaz de ofrecer algo distinto dentro de un panorama cada vez más homogéneo. Las colaboraciones con artistas y las presentaciones menos convencionales formaron parte de una estrategia creativa pensada para construir comunidad y conversación, dos conceptos clave para las casas de moda hoy.

 

"Francesco interiorizó el espíritu y los valores de la casa y, junto con el equipo, los llevó a nuevos territorios, construyendo los cimientos de un nuevo y apasionante capítulo de Marni. Francesco es un diseñador único y un artista innato, y solo le deseo lo mejor para el futuro", declararon desde la firma, que todavía no ha anunciado quién tomará el relevo.

Por su parte, Risso también ha tenido palabras de agradecimiento: "Siempre estaré agradecido a Renzo por creer en mí, por darme el asiento delantero en un viaje que se convirtió en más de lo que podía imaginar. Marni ha sido un estudio, un escenario, un sueño. Nos dio el color, el instinto, el cuidado y el espacio para que las personas fueran ellas mismas. Me enseñó a construir con sentimiento y lo poderosa que puede ser la verdadera colaboración. Gracias a todo el equipo de Marni, y a todos los amigos que se unieron a lo largo del camino, ¡y brindo por más viajes extraordinarios por venir!".

Cabe mencionar, que este proceso de renovación interna ha afectado a varias de sus firmas. En los últimos meses, Simone Bellotti ha sido nombrado director creativo de Jil Sander, mientras que Glenn Martens ha asumido el liderazgo de Maison Margiela, compaginándolo con su puesto en Diesel, que sigue siendo el motor económico más potente del grupo. Esta serie de nombramientos configura un nuevo mapa dentro de OTB, en el que todavía falta una pieza por colocar.

Una de las consecuencias de esta reestructuración es que, tras la salida de Lucie Meier (quien codirigía Jil Sander junto a su marido Luke), el grupo ya no cuenta con ninguna mujer al frente de sus direcciones creativas. Es un dato relevante que podría influir en el próximo nombramiento. Hasta ahora, OTB ha demostrado tener buen criterio a la hora de seleccionar perfiles creativos poco convencionales, capaces de entender las particularidades de cada firma. La elección de Risso fue, en su día, una jugada arriesgada que funcionó.

Por ahora, el diseñador no ha desvelado sus próximos pasos. Su salida ha sido discreta, dejando a sus espaldas una trayectoria coherente. A la espera de que se anuncie quién tomará el timón de Marni, la firma entra en una etapa de transición. El contexto del grupo y el momento del mercado hacen que la decisión que tome OTB en los próximos meses sea crucial. No se trata solo de dar continuidad a un estilo, sino de definir qué quiere ser en esta nueva fase.