Simorra presenta una colección de baño con alma artesanal para esas tardes de amigas en el Mediterráneo

"Cuando las mujeres se juntan, suceden cosas poderosas", dijo Indira Gandhi, y razón no le falta. Resulta evidente lo sanador que es para nosotras compartir con las amigas, hablar durante horas y horas, mientras nos relajamos en algún lugar idílico, porque sí, también la belleza firma parte de nuestro ADN, esa que no juzga ni quiere cambiarlo todo, sino que simplemente es. Como sucede con la naturaleza. 

Ahora cierra los ojos e imagina una tarde en alguna de las maravillosas calas que nos brinda el Mediterráneo. Sus casas encaladas, la brisa fresca que parece acariciarte mientras disfrutas de una de esas conversaciones eternas con el mar sonando de fondo, sus reflejos y una sensación tan familiar, que te sientes cómoda contigo misma. Y es precisamente de este imaginario tan nuestro, que bebe la nueva colección de baño de Simorra diseñada para una mujer que, como la firma barcelonesa, busca la belleza con propósito.

Un viaje entre amigas con el espíritu de Simorra

Para disfrutar del carácter de cada una de las prendas, diseñadas con el mimo de una pieza artesanal, hemos viajado hasta Mallorca con un grupo de amigas de la firma, ávidas de probar en primera persona la pureza de sus tejidos, la modernidad de sus líneas y el cuidado que se ha puesto en cada detalle. Bañadores y bikinis dialogan entre sí en una propuesta que trasciende el vestir para convertirse en actitud y memoria compartida.

Marta Pombo, María F. Rubíes, Grace Villarreal, Melissa Villarreal, Fuen Albaladejo, Ale Capetillo, Elena Gual y María Martín de Pozuelo, fueron las afortunadas que viajaron hasta Mallorca para pasar una jornada reviviendo el verdadero espíritu mediterráneo, en este homenaje al verano y a las mujeres que inspiraron el siglo XX. El lugar elegido fue un entorno único y auténtico, rodeado de naturaleza.

Allí, las invitadas han sido testigo de la verdadera esencia de esta colección creada para realzar, nunca para disimular. “Tanto los bañadores como los bikinis se adaptan perfectamente a todo tipo de cuerpo. ¡Sientan superbién!”, destaca Fuen Albaladejo, quien quedó seducida por lo favorecedora y cómoda que es la braguita alta.

Simorra Swimwear Collection encarna una nueva forma de entender la moda de baño: elegante, refinada y profundamente consciente. Ha sido confeccionada íntegramente en Barcelona y cuenta con más de 60 propuestas que exploran la esencia del diseño funcional realizada con fibras italianas de altísima calidad, todas con protección UVA, y por una estructura interna de doble tejido que moldea con suavidad y realza la silueta sin renunciar al confort. “Lo que más me ha gustado de la colección son los tejidos y colores, que me llevan directa al verano, a días tranquilos y a la pausa. Y sin duda un traje de baño blanco con algún toque de color, me parece básico para tener siempre”, comparte Marta Pombo.

Porque ante todo, han querido dar forma a una serie de prendas con las que nos podamos sentir cómodas en un día de playa como el que imagina María Martín de Pozuelo: “Mi look ideal es un traje de baño y pantalones largo de lino, unas sandalias, un sombrero y un cestito de rafia. Lo más cómodo, fresquito y estiloso”. 

Podemos ver plisados, trenzados, fornituras y pespuntes decorativos, que revelan un nivel de artesanía que transforma cada pieza en una pequeña obra de arte textil, que pudo comprobar de primera mano Ale capetillo: “Si tuviera que destacar algo de la colección es la forma y la textura de cada pieza. Por ejemplo, la tela de nido de abeja me encantó”. 

Lo mejor es que hay opciones para todos los gustos, ya que está compuesta por un 65% por bañadores y un 35% por bikinis, para quienes no logran decidirse, como es el caso de Melissa Villarreal. “¿Bikini o bañador? Diría que depende de la ocasión. A veces con un traje entero vas ideal, elegante, sofisticada. Pero para tomar el sol o para estar más cómoda, elijo bikini 100%”.

La firma ha decidido reducir los estampados para dejar hablar a la textura: fibras entrelazadas, relieves sutiles y acabados táctiles que capturan la luz y el movimiento del cuerpo, y esto ha hecho match con la filosofía de María F. Rubíes, quien se declara fan de los trajes de baño, puesto que le parecen cómodos, elegantes y que sientan bien a cualquier hora del día. “Me gustan mucho las tonalidades que ha utilizado Simorra. Cuando era más joven, usaba colores más eclécticos. Sin embargo, ahora me identifico más con los colores tierra, de la naturaleza, más sosegados, que me inspiren tranquilidad”.

Vemos una paleta cromática ampliada, patrones icónicos revisitados y una curva de tallas más precisa, con piezas superiores e inferiores vendidas por separado para un ajuste tan personal como favorecedor, algo primordial para la mujer de hoy. “Lo que yo le pido a un bikini es que sea de tiro alto y que tenga buena elasticidad y mucha sujeción. ¡Que tenga buen fit!”, nos confiesa Grace Villarreal. 

Ya que teníamos entre nosotros a una mallorquina, le preguntamos a Elena Gual cuál es su cala favorita y qué elegiría para pasar una tarde en ella. “Llegaría en barco a Calaboker y siempre llevo la cesta de Simorra y el conjunto de pantalón y camisa negra de crochet, con mi bikini alto de tiro alto negro”.