Charlène de Mónaco demuestra que un vestido negro con transparencias puede ser elegante y discreto

Desde que se anunció la recuperación de la Princesa de Mónaco después de haber pasado por un proceso de salud largo y complicado que le obligó a permanecer en Sudáfrica, alejada de su familia, Charlène de Mónaco no se pierde ni uno solo de los actos oficiales que llenan la casa de la familia monegasca, sea dentro del principado o fuera de sus límites. Y para prueba de ello, el viaje oficial que ha realizado el pasado fin de semana junto a su marido, el príncipe Alberto de Mónaco. La pareja se ha desplazado hasta Courchevel, en Francia, para presenciar una gala benéfica organizada por la Fundación Princesa Charlène. A este acto acudieron rostros conocidos de todos los ámbitos de la sociedad, sobre todo reconocidos deportistas que pudieron escuchar la actuación de la pianista Stella Almondo.

Charlène de Mónaco, un estilo en evolución

Gracias a todos los eventos a los que acude últimamente, Charlène está dejando ver la evolución de su armario. Si siempre ha sido una mujer que le ha dado prioridad a la elegancia en su últimas apariciones se puede apreciar en sus outfits un aire más modernos y con un punto sensual. Y esto lo extraemos de apariciones como la de esta noche, en la que la esposa de Alberto de Mónaco ejerció de anfitriona de la velada. La exnadadora apareció con un look que convirtió en protagonista a un vestido firmado por una de sus marcas de cabecera, Akris.

En concreto, la Princesa se decantó por un modelo largo realizado en tul negro, decorado con encajes y bordados, una tela que caía sobre otra de color maquillaje, creando un efecto de transparencias pero muy elegante. La pieza está realizada con mangas a la sisa y corte a la cintura de donde parte el vuelo de la falda que forma los pliegues del tul.

Un vestido modificado especialmente para Charlène

Mientras que el modelo original tenía un pronunciado escote en uve, la pieza se ha modificado para la princesa, creando para ella un discreto escote a la caja. Otra diferencia con la pieza original es que la que llevó la Princesa de Mónaco, no lleva el grueso cinturón negro de goma que incorpora el original, esto lo convierte en una prenda mucho más elegante, si cabe.

El abrigo negro, la prenda preferida de las royal

Para resguardarse de las bajas temperaturas Charlène de mónaco puso en práctica un recurso que hemos visto en el armario de otros miembros de la realeza, como la reina Letizia o Máxima de Holanda. Y es que se decantó por un sencillo abrigo negro con cuello mao, la sencillez de la pieza dio todo el protagonismo al vestido. Además llevó la prenda de abrigo abierta, dejando que los bordados sobre el tul del vestido captaran toda la atención. El largo del vestido hasta los pies nos impedía ve el tipo de calzado por el que se decantó Charlène, pero seguro que añadió algunos centímetros con unos zapatos de tacón.

El look de belleza de Charlène de Mónaco

Como siempre Charlène de Mónaco se decantó por un maquillaje sencillo que resalta su belleza natural. Su impecable piel fue la protagonista de un look en el que no hubo rastro de color. A penas se resaltaron su mejillas con un toque de rubor y se peinaron sus cejas. Y es que el auge de la belleza natural que aboga por potenciar las características propias de cada rostros de una forma no demasiado exagerada comenzó en la pasarela, pasó al streetstyle y ha llegado a la realeza. Su peinado permanece impasible al paso del tiempo, pues la princesa luce un estiloso corte garçonne que mantiene con el largo perfecto siempre. Para resaltar su rubio natural Charlène lleva aplicadas mechas en diferentes tonos de rubio que le aportan profundidad.

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