Los colores de pelo que más favorecen y estilizan el rostro: son elegantes y aportan luminosidad

“Para las pieles oliva, si solo buscamos pequeños matices muy delicados, podemos recurrir a un chocolate oscuro que se atenúa hasta alcanzar una tonalidad más clara en las puntas con el que crearemos un efecto ombré muy sutil. Si preferimos tonos cálidos más claros, entonces, unos reflejos canela aportarán la chispa que revitalizará nuestra melena", concluye la experta. 

“Los tonos avellana alegran las melenas más oscuras y revitalizan las pieles más morenas", nos cuenta Saiz. "Aportan reflejos de luminosidad con un efecto muy natural, como si fuera creado por el sol sobre el pelo. En forma de mechas, da una nueva dimensión y transforma la imagen sin grandes esfuerzos. A mí me gusta aplicarlos a mano, para que parezcan más auténticos", añade. 

“Los tonos caramelo combinan muy bien con las pieles más morenas, ya que enfatizan su dulzura y les dan luminosidad, sin cambios bruscos y solo aclarando dos o tres tonos el color de base", destaca nuestra experta y añade que funcionan muy bien para aportar una luz cálida que siempre es muy favorecedora. 

"Los tonos rojizos y cobrizos están muy de moda, pero para las pieles medias o morenas me gusta el rojo profundo, un rojo intenso que llega esta temporada, y que sobrepasa el cobre, aunque es más claro que el castaño. Al ser más oscuro, combina muy bien con la piel, no marca un contraste que desfavorezca, sino que armoniza", señala nuestra experta. 

“El icy silver es un tono frío, un blanco apagado que se acerca al gris y que con las pieles más morenas consigue un contraste muy cool, más fuerte, por lo que el resultado es siempre sorprendente. Queda bien con este tipo de tonos de piel más oscuros porque en los pálidos los empalidece aún más, en cambio en los oscuros los complementa sin apagarlo", explica Raquel Saiz. 

“La combinación de mechas oro y arena, es decir tonos cálidos y fríos, es perfecta porque aporta a cada tipo de piel lo que necesita. A las más pálidas los matices cálidos las suavizan, y a las más morenas, les da vibración porque los resalta. Además, este contraste ayuda a que la melena se vea rica y densa", añade. 

Raquel nos explica que este color conjuga dos tonos fríos sin alcanzar el gris total. "Estas tonalidades tan frías aportan luz y un toque muy contemporáneo que lo hace aún más atractivo en las pieles más oscuras. Cuanto mayor es el contraste, más sorprendente es el acabado", añade. 

“Los diferentes dorados de estas mechas crean una melena rubia media que resalta aún más el rostro gracias a los mechones más rubios cerca del mismo. Lo podemos conseguir con tonos como el miel, el caramelo o el beige arena y siempre con un efecto desvanecido muy favorecedor que lo hace aún más versátil", nos cuenta Raquel.