Hay algo que aprendemos con el tiempo: menos es más. Y eso es aplicable a todo en la vida. A tu forma de vestir, a tu estilo de vida saludable, y también al maquillaje. Porque tal y como insisten los expertos, su función no es ocultar, sino potenciar.
Y si a los 20 nos obsesionaba la cobertura total, a los 50 el objetivo es otro: piel jugosa, luz natural y un efecto lifting que estilice sin parecer que llevas una máscara.
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De hecho, Cristina G. Nuevo, maquilladora profesional y portavoz de Planet Skin, insiste en que "El maquillaje con efecto lifting no tiene nada que ver con cubrir, disimular o tapar. No se trata de ocultar la edad, sino de celebrarla con productos que realcen lo mejor de nosotras”.
Lo primero que debes saber: si tu piel ha cambiado, tu maquillaje también debería
Quizá te esté pasando: tu base de siempre ya no se funde igual, el corrector parece remarcar las líneas de expresión y los polvos que antes matificaban ahora te apagan. No es que lo estés haciendo mal, es que tu piel ya no es la misma. “Con la edad, la piel tiende a volverse más fina, menos elástica y más seca. Y eso cambia por completo la forma de aplicar y elegir productos”, explica Cristina.
¿Hay solución? Claro que sí, la clave está en hidratar, iluminar y unificar, no en cubrir o sellar.
Trucos para un maquillaje lifting que siente bien
Empieza con una buena prebase
Si tu objetivo es conseguir un maquillaje bonito y duradero, empieza antes de sacar la base. “La hidratación es lo más importante para que el maquillaje no se cuartee ni marque arrugas”, dice la experta. El combo ganador que recomienda es una rutina basada en agentes hidratantes, y poner especial interés en las zonas más sensibles, como el contorno de ojos nutritivo. El truco estrella: “aplícalo a toquecitos, sin arrastrar, y especialmente en la zona de la ojera”.
Base ligera y efecto glow
“Además de hidratar, la base debe unificar sin cubrir en exceso”, explica Cristina. Nuestro consejo es que apuestes por una textura ligera y luminosa que se adapte a la piel sin marcar las líneas. Aplícala con esponja o brocha, a toques.
Si necesitas más cobertura, mejor añadir finas capas que saturar desde el principio. Como truco de maquillador profesional: evita aplicar en exceso en las zonas donde se acumulan las arrugas: contorno de ojos y boca.
Colorete en crema, tu nuevo básico
Yo no sé vosotras, pero yo no puedo vivir sin colorete. De hecho, nada rejuvenece tanto como un toque de rubor. Eso sí, olvídate de los coloretes en polvo. “En piel madura, los coloretes en crema se funden mejor, aportan jugosidad y no resecan”, dice Cristina. Su favorito es el Black son los tonos rosados y melocotones, son muy favorecedores y también puedes usarlos en los labios.
- Cómo truco estella: “aplícalo ligeramente más alto en la mejilla para un efecto lifting”.
Sombras satinadas y naturales
A los 50, los ojos necesitan luz, no profundidad excesiva. “Evita sombras oscuras y mates muy marcadas, pueden endurecer y hacer que el párpado se vea más caído”, comenta la maquilladora. En su lugar, sombras en tonos rosados, marrones suaves y acabados satinados. Son las más versátiles, y le darás mucho uso.
El truco está en aplicar luz en el centro del párpado y en el lagrimal, difuminar bien y no llevar el color demasiado alto si hay arrugas en el párpado.
Máscara y cejas: el marco del lifting visual
“La máscara bien aplicada abre la mirada al instante. El secreto es aplicarla desde la raíz insistiendo en el ángulo exterior del ojo para levantar visualmente el párpado”. En cuanto a las cejas, rellénalas con trazos finos siguiendo su forma natural para definir sin endurecer y fíjalas con ayuda de un buen fijador que también las lamine.
Labios jugosos, no mates
Con los años, los labios pierden volumen e hidratación. “Los labiales mate acentúan esa sequedad, mejor usar bálsamos con color o labiales cremosos que hidraten y den un acabado luminoso”. De hecho, la opción favorita de Cristina es la que aporta color, brillo y confort todo a la vez.
Iluminador sí, pero con cabeza
El iluminador es ese paso que puede hacer magia o arruinarlo todo. Como consejo, “usa iluminadores líquidos o en crema, y aplícalos sólo en zonas altas del rostro: pómulo, arco de cupido y lagrimal. Evita zonas con textura marcada o arrugas pronunciadas”, explica.
El extra: fijador e hidratación
Para prolongar el efecto jugoso y evitar que el maquillaje se apague con el paso de las horas, termina con un spray fijador hidratante. Y si pasadas unas horas quieres revivir la piel, una bruma refrescante (mejor si contiene ingredientes como la centella asiática o el ácido hialurónico) pueden obrar milagros.