Los diseños con los que Paco Rabanne cambió la moda: hablamos de sus vestidos metálicos (que queremos seguir llevando) y de sus musas más icónicas

La muerte de Paco Rabanne supone el adiós de uno de los grandes genios de la moda española, un enfant terrible que revolucionó la alta costura con su innovador uso de materiales como el plástico, el metal y el papel empleando soldaduras como fórmula de unión y tenazas y sopletes como herramientas con las que moldear las piezas. Indudablemente son sus estructuras hechas vestidos sus prendas más icónicas, y fueron las responsables de que la mismísima Coco Chanel hablara de él no como un diseñador, sino como un "metalúrgico de la moda”. “¿A quién le importa si nadie puede ponerse mis vestidos? ¡Son declaraciones de intenciones!”, exclamó tras presentar la colección que en 1966 le dio la fama. Era la época en la que junto a diseñadores de la talla de André Courrèges, los genios de la costura aunaron las técnicas tradicionales couture con los diseños de estética espacial. Hablaba de sus creaciones como armas, y el que sus vestidos contaran con plástico, metales y botones hacía de ellos auténticas armaduras para las mujeres. Pese a que fue un osado pionero e innovador, declaró en una ocasión ser “uno de los creadores más clásicos de la moda”. El que Salvador Dalí fuera uno de sus fans demuestra que no estaba en lo cierto…

Moda

Muere Paco Rabanne a los 88 años y así ha sido su trayectoria: de sus trajes experimentales a su retiro en la Bretaña francesa

Sus icónicas creaciones forman también parte de la historia del cine, pues vistió a Audrey Hepburn en ‘Dos en la carretera’. Con la finalidad de llamar la atención, el personaje al que dio vida la actriz apostó por un minivestido de alta costura en el que empleó lentejuelas plateadas engarzadas con cadenas metálicas.

El vestuario de ‘Barbarella’, creado por Jacques Fonteray y fabricado por Sartoria Farani, estaba “inspirado en las ideas de diseñador de moda Paco Rabanne", tal y como se indica en los créditos de la legendaria película. Sin embargo, es habitual que los medios señalen que él fue responsable del vestuario, cuando lo cierto es que fue la fuente de inspiración.

Françoise Hardy fue indudablemente su musa. Tanto, que el famoso minivestido de rectángulos metalizados se hace llamar “el vestido de la Hardy”. Resulta imposible hablar de sus famosos vestidos sin pensar en ese icónico minidress de Julien MacDonald con el que Paris Hilton celebró su 21 cumpleaños.

Hardy sigue cerca de la marca al acudir a algún desfile de la firma en su nueva andadura sin el diseñador. De hecho, la vimos en un desfile de la marca en 2012, celebrado en París.

Su poso en la cultura pop es tan grande que la mismísima Beyoncé es fan de la marca, que sigue manteniendo las claves del ADN del propio Rabanne. Uno de los looks de su último disco es un diseño metalizado que cuenta con las máximas habituales del genio, pero también ha posado en sus redes con diseños creados por el sucesor de Paco Rabanne al frente de la casa.

El icono de la moda francesa tiene diversos looks de la marca, como este diseño de aluminio de 1968 con el que posa ante la obra de Victor Vasarely.

Los nuevos iconos de la moda también adoran las creaciones de la marca, y un buen ejemplo de ello es que Sabrina Carpenter apostara por la firma para acudir a la after party de la prestigiosa gala MET. En la celebración previa lució también un conjunto de la marca elaborado especialmente para ella.

Incluso en la promo de SNL, Dua Lipa elegía un diseño de la marca.

Incluso Ariana Grande también coquetea con las creaciones de la firma, como podemos observar en esta imagen, en la que lleva pendientes de Rabanne… No todo iban a ser vestidos, ¿no?

Fue pionero al apostar siempre por la sostenibilidad, defender los derechos de las mujeres y los refugiados y luchar contra el racismo. Su legado sigue tan vivo que diseñadores como Kei Ninomiya y Demna Gvasalia siguen haciendo guiños al genio en sus colecciones. No solo cuenta con diseños icónicos, sino también con bolsos de culto como Le 1969, una bandolera con discos metalizados unidos por anillas que han llevado figuras como Brigitte Bardot y Françoise Hardy. La marca sigue apostando por el futuro al haber presentado una colaboración con Selfridges de NFTs compuesta por 12 de las piezas de archivo más deslumbrantes de la firma, un guiño a su desfile 12 vestidos imposibles de llevar. Entre las obras se encuentran una capa de cristal Rhodoid (1969) y un traje Samurai (otoño invierno 1990-91). Los NFT incluían una invitación a visitar el atelier de Paco Rabanne para crear una
versión personalizada hecha a medida.

Comenzó su carrera en la moda (antes fue arquitecto) poniendo en práctica su maestría en los ateliers de firmas como Balenciaga, con quien su madre trabajó antes de la Guerra Civil en San Sebastián. Su acceso a la industria se debió a las piezas de bisutería que hacía con un innovador material transparente llamado rhodoïd, que él mismo unía con cadenas o eslabones. Su pasión por diseñar verdaderas obras arquitectónicas nunca exentas de excentricidad hizo que aunque la prensa especializada admirara sus creaciones, las ventas no respondieran de forma similar, por lo que al igual que tantas otras marcas, encontró en los perfumes su salvavidas. Fue en la década de los 70 cuando Mariano y Antonio Puig firmaron una colaboración con Paco Rabanne, y la mejor prueba del éxito de este acuerdo es que en 1986 el grupo se hizo con la totalidad de la marca. Sus perfumes, entre los que se encuentran Invictus y 1 Million, son un éxito de ventas. Rabanne se encargó de los perfumes cuando en 1999 dejó de presentar sus colecciones Couture, cuando Puig cesó la actividad a causa de sus costes. Dos años después el conglomerado lanzó de nuevo la marca, cuyas riendas lleva en la actualidad Julien Dossena.

“Gracias señor Rabanne. Gracias por ser un modisto que definió una nueva modernidad y acompañó una revolución cultural. Un artista total que, a través de la expresión de su utopía personal, ha contribuido a cambiar la visión del mundo. Gracias por este legado”, ha dicho el diseñador. La firma sigue siendo aclamada por estrellas de la música de la talla de Taylor Swift, que apostó por un diseño ‘total Rabanne’ creado por Dossena para ofrecer su primera actuación en vivo de ‘Anti-hero’. Las nuevas generaciones también admiran la marca gracias a que su embajadora es Elle Fanning, encargada de comunicar a la generación Z el ADN de una de las marcas más importantes de la moda española. Desde Manu Ríos hasta Milena Smit, que sobre la alfombra roja ha lucido recientemente un look de la colección primavera/verano 2023 compuesto por falda y top de ojales metálicos, botas metalizadas y brazaletes de la marca, los nuevos rostros del cine apuestan por las creaciones de una firma
destinada a no pasar jamás desapercibida. Su relevancia queda clara también al revisar el armario de ‘Emily in Paris’, que en un episodio lleva un brillante vestido de Rabanne.
Nos despedimos del diseñador que hizo brillar, literalmente, a las reinas del cine, de la música y de la moda.