Milena Smit y Aitana Sánchez-Gijón: unidas por Almodóvar en Madres Paralelas

Una es una estrella consagrada; la otra va camino de ello. Ambas actrices estrechan lazos de amistad (y casi de familia) tras interpretar a madre e hija en Madres paralelas, la película de Pedro Almodóvar que se estrena en salas el 8 de octubre. Lancôme pone las pinceladas de color y estilo a estos dos rostros de éxito.

MILENA

Maje Chaqueta efecto piel; (es.maje.com).

 

AITANA

The Kooples Chaqueta efecto piel; (thekooples.com).

Saint Laurent by Anthony Vaccerello Ambas llevan maxipendientes largos con cristal y strass; (ysl.com).

 

En los labios, Aitana y Milena optan por el icónico rojo de larga duración L’Absolu Rouge 132 Caprice, de Lancôme.

Fotografía: Javier Biosca Realización: Francesca Rinciari y Piluca Valverde.

8 de octubre de 2021, 07:00

AITANA

Tras 30 años en la profesión, Aitana Sánchez-Gijón (Roma, 1968) ‘debuta’ como chica Almodóvar en Madres paralelas. Su personaje, Teresa, es según la actriz “muy disparate” y uno de esos secundarios suculentos y memorables que crea el genio manchego. Una madre dispuesta a no desaprovechar el último tren a la fama en el que Aitana, por fortuna, lleva décadas cómodamente instalada.

En Madres paralelas interpretas a Teresa, actriz superficial y vanidosa. ¿Es una parodia del mundo real? Yo soy todo lo contrario a Teresa. Una persona comprometida, de izquierdas, que siempre me meto en todos los charcos y siempre opino. Pero no hay nada mejor que reírse de tu gremio y de ti misma.

Sabemos que Pedro es un gran esteta. ¿Cómo construiste tu personaje desde el punto de vista del vestuario? Pedro quería a una mujer de clase social alta, que fuera clásica, pero con una elegancia que la acercara más a una parisina que a una vecina del barrio de Salamanca. De nuevo, me gustaba mucho esta caracterización porque en esto también soy la antípoda de lo que es Teresa: medio hi-ppie, voy descalza por todos lados… Siempre llevo vaqueros salvo que tenga que ir a una alfombra roja. Interpretar a una actriz de esas características, tan elegantísima e impecable, me ha resultado fascinante.

Alberta Ferretti Blazer efecto brillante; (albertaferretti.com).

La piel de Aitana se ha preparado con el sérum activador de juventud Advanced Génifique Microbioma. Sobre él, base de maquillaje de alta cobertura Teint Idole Ultra Wear. De Lancôme; (lancome.es).

Fotografía: Javier Biosca Realización: Francesca Rinciari y Piluca Valverde.

El filme lleva la maternidad en el título. La conciliación es un debate eterno desde hace décadas en España. ¿A qué crees que se debe? La maternidad ha pertenecido siempre al ámbito privado; ha estado de puertas para adentro. Las madres han parido y criado hijos mientras que la vida social, cultural y política transcurría en un universo distinto al suyo. En el momento en el que las mujeres se suman, participan y son parte activa de la sociedad a todos los niveles, el tema de la maternidad queda en tierra de nadie, en un lugar extraño donde lo único que te toca es duplicar el esfuerzo, duplicar el trabajo y duplicar todo, porque no hemos conseguido encajar las cosas de una manera que faciliten y permitan la incorporación real de las mujeres a la parte activa de la sociedad.

Y aquí surge el conflicto de tu personaje, Teresa, que tiene que lidiar con su trabajo y su vida familiar… Teresa es una madre paralela e imperfecta y, como tal, contradictoria. Por clase social, por esquemas de otras épocas, está destinada a casarse joven, a tener hijos, a ser una mujer de su casa y a supeditarlo todo a su familia. Pero su vocación la arrastra y prima por encima de cualquier otra faceta, aunque para ella suponga una renuncia.

¿A ti te ha sucedido personalmente? No como renuncia, pero la maternidad sí que me ha obligado a una duplicación de esfuerzos.

Tu personaje empieza siendo muy desagradable… hasta que el espectador consigue reconciliarse y hasta reírse con Teresa. Es que Pedro tiene mucha piedad por sus criaturas, por muy imperfectas que sean. Busca asumir lo humano, dentro de lo erróneo o negativo que puedan tener, y abrazarlas como son.

Interpretas a la madre de Milena Smit más de 30 años después de convertirte en una estrella gracias a la película Bajarse al moro. ¿Qué sientes cuando compartes escenas con una actriz a punto de alcanzar la gloria? Cuando veo a Milena, o a otras jóvenes actrices talentosas que empiezan y tienen un gran éxito, solo les deseo que se cuiden (y las cuiden) mucho. Esta profesión es una carrera de fondo y esta industria, muy caprichosa. Hay un momento determinado, que te digo yo que llega, en el que por azar o por edad, dejas de estar en el centro de la mirada pública. Creo que hay que ser muy fuerte, estar muy centrada y tener unas bases muy sólidas para que todo esto no te perturbe, no te zarandee ni te haga daño. Porque este nivel de exposición, de convertirte en el centro de tantas cosas puede ser muy placentero, pero también muy peligroso.

Tu hijo Teo acaba de debutar en el teatro con El salto de Darwin (actualmente de gira por España), ¿te ha pedido algún consejo? A él y a Bruna, mi hija, les he dado bastantes, que para eso son mis hijos. Les enseño a relativizar. Pero es más un goteíto de todo el día que sentarte a darles la chapa.

Tu personaje en la película de Almodóvar es una actriz que interpreta el papel principal de Doña Rosita la soltera, de Federico García Lorca. ¿Ves paralelismos entre el poeta y Pedro? Los dos tienen muy enraizada la pertenencia a la tierra donde han nacido, al pueblo, a las mujeres que les rodean. Es como si Pedro se hubiera hecho invisible y hubiera sido capaz de introducirse en la vida íntima de las mujeres, que hablan entre ellas sin tapujos cuando no hay hombres delante. Y eso también lo tiene Federico. Además, los dos cuentan con la capacidad para plasmar el drama y darle esa vuelta de tuerca de la alegría y de la celebración de la vida.

Dsquared2 Camisa de popelín; (dsquared2.com).
Dries Van Noten Pantalón palazzo oversize; (driesvannoten.com).

Fotografía: Javier Biosca Realización: Francesca Rinciari y Piluca Valverde.

MILENA

Con solo dos películas, No matarás (David Victori, 2020) y Madres paralelas, Milena Smit (Elche, 1996) ha conseguido estar en boca de todos. La leyenda cuenta que dieron con la gran promesa del cine español, con su magnética mirada y su look andrógino, por Instagram. La realidad es que estamos ante una de las actrices españolas con mayor proyección.

Tú no eres madre. Ana, tu personaje, sí. ¿Cómo preparaste el papel? Debía acercarme a este sentimiento tan animal y visceral que es la maternidad, y hacerlo desde la vulnerabilidad y el respeto hacia todas esas mujeres que lo han sido siendo tan jóvenes. Fue un viaje emocional muy duro, pero precioso. Para la escena del parto me puse en contacto con una matrona y flipaba con todo lo que me contaba sobre niñas que llegan al hospital a parir solas con 14 o 15 años.

Ana es todo dulzura. Un cambio radical con respecto a Mila, la femme fatale que interpretabas en el thriller No matarás… ¿Con quién te identificas más? Tengo un poco de las dos (y de los 300.000 personajes que espero hacer); soy un poco ángel y un poco diablo. Mila supuso, en el momento que rodé No matarás, exteriorizar mis demonios. Ana se queda con mi parte más pura y más de luz. Se suele tener una imagen muy preconcebida de mí como una tía fuerte y dura, hasta que se dan cuenta de que soy un bebé.

La película deja claro su activismo político desde el momento en que Penélope lleva una camiseta con el lema “Todas deberíamos ser feministas”. ¿Qué es para ti ser mujer en estos tiempos? Una persona libre de tomar sus propias decisiones y ser consecuente con ellas.

Eres una estrella de la alfombra roja por lo osado de tus outfits (tu paso por el festival de cine de Venecia es buena muestra de ello). En la película también te sometes a una transformación radical… Nunca había hecho un cambio de look tan diferente, ni siquiera en mi vida personal. Cuando llegué al casting iba vestida muy oversize, porque no había ningún tipo de información sobre el personaje. En las pruebas nos dimos cuenta de que era mejor si todo iba más ajustado al cuerpo, porque así transmitía la faceta de niña de Ana. Mientras hacíamos las pruebas dimos con este corte de pelo tan llamativo y fue muy guay; yo me sentía muy cómoda. Me acostumbré a que fuera parte de mí. Acabó convirtiéndose en la guinda.

Saint Laurent by Anthony Vaccarello Camisa con volantes en gasa de algodón; chaqueta de esmoquin con botonadura doble de grain de poudre y bermudas de ciclista de grain de poudre; (ysl.com).
Loewe Zapatos de tacón con detalle geométrico en piel; (loewe.com).

Fotografía: Javier Biosca Realización: Francesca Rinciari y Piluca Valverde.

Has trabajado con dos mitos del cine español como Penélope Cruz y Aitana Sánchez -Gijón. ¿Cómo ha sido relacionarse con ellas en un rodaje? Soy una persona que a nivel profesional intenta ser muy prudente. Pero después, con Penélope, se generó una conexión brutal. Todo fluía con una complicidad maravillosa y cada día que iba a rodar me encontraba con una nueva situación de aprendizaje y de amor. Incluso en las escenas más duras lo que resaltaba era amor por todas partes. Y eso es algo increíble: poder trabajar con personas y personajes que te generen cosas tan bonitas durante el trabajo y en nuestra relación personal. Las tres hemos tenido conversaciones en las que me han dicho que lo más importante es confiar en lo que haces y en tu instinto, tener los pies en el suelo y no volverme loca. Y es lo que hago.

La película establece un diálogo intergeneracional entre boomers y centennials. ¿Crees que son justas las acusaciones que se hace a tu generación de ser un poco frívola y despreocupada? No se puede generalizar sobre nada en esta vida. No todo el mundo tiene la misma educación, ni la misma cultura. Sí que es verdad que yo, por ejemplo, me siento una de esas personas que debería enterarse un poco más. Estamos muy absortos por todo lo que está pasando ahora con las tecnologías. Tenemos muchos conflictos sociales que atender y a veces nos olvidamos de dónde venimos. Mi conclusión es que necesitamos saber cómo eran las cosas hace 50 años para que dentro de otros 50 sean mejor.

Dos películas… y una de Almodóvar. ¿Qué es más duro: rodar o hacer promoción? Rodar… O sea, hacer la promo… Ay, no sé… Es algo que forma parte de cerrar el círculo del viaje. Me hace mucha ilusión volver a reunirme con el equipo y mis compañeros. Aunque pueda ir un poco cansada porque han sido unos meses muy intensos, el subidón de emoción que te da te lo quita todo.

A punto de estrenar. A días de convertirte en una ‘chica Almodóvar’. ¿Te lo crees? Me encuentro en un momento de mi vida en el que intento estar pendiente del presente, de lo que está pasando ahora. Sea hablar contigo, hacer un fitting o acudir al estreno. Es un error adelantar las cosas porque solo te genera malestar y ansiedad. Bastante tenemos en este trabajo de estar a mil cosas de personajes, guiones o promociones… Creo que lo que más me ayuda es centrarme en el presente y disfrutar lo que estoy haciendo. Lo que tenga que venir, vendrá

Loewe Chaleco en piel con maxisolapas; (loewe.com).

Los ojos de Milena se enmarcan en negro con el lápiz Eyeliner Hypnôse Le Stylo Waterproof 02 Noir y la máscara de pestañas Hypnôse L’Absolu de Noir, ambos, de Lancôme; (lancome.es).

Fotografía: Javier Biosca Realización: Francesca Rinciari y Piluca Valverde.

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