Piel apagada, acné, energía por los suelos, sensación de hinchazón… todos estos problemas pueden estar relacionados con tu salud intestinal. Aprende a cuidarla y mantenerla equilibrada para brillar por dentro (y por fuera) con ayuda de una experta.

Qué es la microbiota

Cuando hablamos de la microbiota nos referimos al conjunto de microorganismos que pueden ser de distintos tipos (bacterias, arqueas, hongos, virus, parásitos…) y que están presentes en el intestino. La doctora Marta Llopis de myBIOME Specialist SYNLAB España prefiere hablar de microbioma, que hace referencia “al conjunto de genes de estos microorganismos y su interacción con el entorno” que “engloba las funciones y comportamiento de los microorganismos y cómo influyen sobre el intestino”.

Qué función tiene

Tal y como explica la doctora Marta Llopis, “el cuerpo proporciona un hábitat para los microorganismos, un lugar en el que también pueden obtener energía a través de nuestra ingesta de alimentos. A cambio, el microbioma intestinal ejerce un conjunto de funciones muy importantes para nuestra fisiología como la maduración del sistema inmunitario durante los primeros años de vida, contribución en la digestión de alimentos que nuestro cuerpo no puede digerir, producción de sustancias importantes para nuestra salud y protección frente a microorganismos patógenos”. Cuanto más rico y heterogéneo es un microbioma, mayor diversidad de funciones y beneficios que nos reportarán los microorganismos. Por ello, un microbioma intestinal diverso no solo proporciona una buena salud intestinal, también una buena salud en general.

Cómo conseguir un microbioma equilibrado

Fácil, con un menú equilibrado que incluya fibras variadas, principal fuente de energía para las bacterias beneficiosas del microbioma intestinal. La experta tiene claro que la dieta mediterránea es la más beneficiosa para el microbioma intestinal. “Las fibras vegetales son degradadas por los microorganismos beneficiosos de nuestro intestino que producen ácidos grasos de cadena corta que aportan numerosos beneficiosos para nuestra salud. Asimismo, los micronutrientes de la dieta mediterránea (vitaminas, minerales y fitonutrientes) también son muy importantes”

¿Cómo afecta la salud intestinal a nuestro estado de ánimo?

Igual te ha pasado alguna vez que antes de una presentación en público, o de un examen muy importante, sientes como “se te cierra la boca del estómago” o, cuando estás nerviosa, notas "mariposas en el estómago". No son frases hechas, lo cierto es el microbioma intestinal también ejerce un impacto importante en nuestro estado de ánimo, explica la experta. “Esta interacción se da a través del denominado eje intestino-cerebro, que conecta ambos. En la conexión que existe entre estos dos órganos, el microbioma intestinal juega un papel relevante pues se ha demostrado que puede influir en el desarrollo neuronal, el comportamiento emocional, la percepción del dolor y la respuesta al estrés”. Por ello, un microbioma equilibrado también puede ayudar a promover un estado de ánimo más equilibrado.

Para medir la diversidad microbiona, el indicador de salud más actual en este campo, puedes hacerte el test myBIOME de SYNLAB que permite identificar el conjunto de funciones del microbioma que son más relevantes para nuestra salud.

¿Qué relación hay entre microbioma y piel?

Sí, el microbioma también afecta a la piel, tal y como confirma la Doctora Llopis, “la comunidad científica ha demostrado que una gran variedad de trastornos de la piel están relacionados con alteraciones en la microbiota cutánea”. Pero sorprendentemente, muchas enfermedades cutáneas van también acompañadas por alteraciones en el microbioma intestinal. Según la experta, se cree que la influencia del microbioma intestinal en las enfermedades cutáneas “estaría mediada por la gran capacidad del microbioma intestinal de regular el sistema inmunitario. De este modo, un desequilibro en el microbioma intestinal desencadenaría una respuesta inmunitaria alterada que podría promover el desarrollo de enfermedades de la piel, como la dermatitis atópica, la psoriasis, el acné, la caspa e incluso el cáncer de piel”