Uno de los rostros que más tendencias crea en el panorama español es sin duda alguna Paula Echevarría. La actriz, presentadora e influencer, con más de 3 millones de seguidores en su cuenta de Instagram, convierte en oro todo lo que toca. Suele crear necesidades alrededor de tendencias de moda o productos de belleza, pero desde hace un tiempo ha hecho que nos pique el gusanillo del Ballet Fit.
A sus casi 50 años, se encuentra en uno de sus mejores momentos, físicamente hablando, con una imagen fresca y tonificada, la cual ha conseguido a través de esta nueva disciplina deportiva que ha captado la atención de otras celebrities como Raquel Sánchez Silva o la modelo Laura Sánchez. Todo ello se debe a la la bailarina y coach Yasmina Sancayo, creadora del método Ballet Workout y fundadora de Ballet Sporty Club, que ha cambiado el cuerpo de Paula, tal y como ella misma ha afirmado.
“En cada clase que imparte busca la perfección, hasta el punto que he llegado a frenarla diciéndole "amiga, que no soy la prota de ‘El lago de los cisnes’, que es sólo para entrenar", pero ella es así, nunca hace nada a medias, da el 500% y yo tengo la suerte de verlo de cerca”, escribía la actriz.
Qué es el Ballet Fit y por qué es tan efectivo
El Ballet Fit es más que una moda pasajera, cuyos beneficios se ponen en entredicho. Al contrario, es una técnica de entrenamiento basada en la estética, la precisión y el control corporal. Con una barra de ballet y el propio peso de tu cuerpo, se pueden trabajar en profundidad músculos como cuádriceps, glúteos, abdomen, espalda y brazos, a través de los movimientos clásicos y elegantes de la danza.
@pau_eche
“Evidentemente no hago ballet para convertirme en bailarina, pero no sabéis lo feliz que me hace”, afirmaba Paula en una publicación en su Instagram. Eso también se debe a que es una disciplina que te invita a conectar con tu propio cuerpo y sentirte ligera. “No importa cuando sea... pero cuando llegue algo a tu vida que te guste y te haga sentir bien, ¡quédatelo!”, añadía.
La constancia de Paula: disciplina y equilibrio sin obsesión
Aunque ocasionalmente lo menciona en entrevistas o redes, lo cierto es que Paula entrena de forma constante desde hace años, incluso cuando está grabando o con la agenda repleta. Esta constancia es lo que acaba dando sus frutos, especialmente cuando alcanzamos cierta edad, donde es mucho más difícil mantener una rutina por falta de tiempo.
Gtres
“Ya no solo por los cambios físicos, sino por lo que me motiva y me divierte (aunque sufro más que con ninguna otra disciplina que haya probado”, compartía. En su última aparición en el programa de El Hormiguero, en el cual también aparició su entrenadora, Yasmina Sancayo, presumió de unas piernas tonificadas y elegantes (algo que resaltó el presentador Pablo Motos). La combinación de ejercicios de fuerza isométrica, elongación y activación muscular profunda es lo que le ha permitido alcanzar esa silueta envidiable.
Beneficios físicos y emocionales del Ballet Fit
Además del evidente cambio estético que consigues con una práctica recurrente, el Ballet Fit aporta múltiples beneficios para el bienestar integral. Mejora la postura, estiliza los músculos, tonifica sin cargar las articulaciones y ayuda a reforzar la conexión mente-cuerpo. Además, se trabaja mucho la respiración y la coordinación, siendo un momento perfecto para dejar el estrés y la ansiedad a un lado, centrándote en ti.
“Después de casi 3 años entrenando con ella, vea la diferencia entre como lo hacía y como lo hago, entre el cuerpo que tenía y el que tengo y, sobre todo, la necesidad de hacerlo para sentirme bien”, declaraba Paula. Esto le ha hecho ganar aún más seguridad en sí misma y sentirse de maravilla en su propia piel. Porque de eso se trata: no solo de vernos más delgadas, sino de mejorar nuestro bienestar general. “No entrenamos para adelgazar, sino para vivir mejor. Entrenamos para la vida”, afirma su entrenadora.
El método que sigue Paula lo realiza desde su propia casa, y no hace falta tener ni experiencia previa en el ballet, ni siquiera en el deporte en general, para poder empezar a practicarlo. Basta con tener una esterilla, una barra (o una silla) y 30 minutos al día para notar cambios en tan solo unas semanas.
Si aún no habías oído hablar de esta nueva práctica deportiva, ahora que la conoces no vas a perderla de vista. Lejos de esos gimnasios abarrotados que nos dan pavor, o sesiones demasiado exigentes, este método apuesta por un cuidado integral del cuerpo, que se refleja tanto por fuera como por dentro.