Cuatro restaurantes en cuatro lugares diferentes de Madrid pero con un punto en común: aquí la comida se comparte. Porque en sus cartas aparecen opciones que a todos nos saben a charlas y a momentos únicos. Hay opciones muy tradicionales (y muy españolas) y otras que se salen un poco de lo común. Toca disfrutar.
Mateo Honten
D.R.
Una taberna japonesa pequeñita (esto es importante porque hay que reservar; se llena siempre) que se encuentra en el número 14 de la calle San Mateo y es perfecta para un tapeo diferente.
La izakaya Mateo Honten tiene platos cocinados a la brasa (en el horno Josper) que son todo un descubrimiento además de, por supuesto, sushi, sashimi, nigiri y todo los clásicos de la cocina nipona. Un montón de delicias perfectas para compartir acompañadas de unos sabrosos cócteles, que también los tienen y muy ricos, por cierto.
Ojo con la noche de los jueves, porque tiene un plus añadido en forma de música que la convierte en el momento favorito de aquellos que han probado el “Hoten”. Una fiesta en la que o reservas –insistimos– o te quedas fuera.
Taberna del Puerto
D.R
Puede que la quimera de pasar unos días en la costa aún quede lejos, pero la posibilidad de degustar marisco y pescado fresco en plena Milla de Oro de Madrid es una realidad. La Taberna del Puerto (Diego de León 50) traslada tus sentidos a tierras andaluzas con platos tan icónicos como el bienmesabe en adobo, las gambas de Huelva o el arroz con carabineros.
Decorado en tonos azul y blanco para que la inmersión sea aún mayor, tienes la opción de cenar o comer en el salón principal y entregarte al tapeo en la parte de la barra. Además de, por supuesto, disfrutar de una terraza al aire libre que es ya punto de encuentro.
La Catorce Sky Bar
D.R.
Por su situación (Gran Vía 14) podrías pensar que es un bar para que los turistas prueban nuestras tapas. Si subes a la azotea entenderás que, a lo mejor, esto es otra cosa.Aquí las vistas son espectaculares y la carta, también.
Hay menú de tapas desde 48 € (dos personas) y en la carta aparecen desde las típicas patatas bravas, ensaladilla rusa y tabla de quesos hasta la tortilla y el bocata de calamares. Platos todos que nunca fallan.
Junto a ellos, opciones con más intríngulis tipo flor de alcachofa con chips de torreznos, ensalada de burrata con sardina ahumada o canelón de pato y foie con bechamel trufada. Todo, insistimos, en un rincón más que privilegiado del centro de Madrid.
Egun-On
D.R.
Este restaurantes del Paseo de Zurrón 31 (en Barajas) hace de las croquetas su santo y seña. Las tiene clásicas (jamón ibérico), pero también de cocido o rabo de toro.
En la carta y junto a ellas conviven las gildas, los torreznos, las bravas (imposible no probar las suyas, producto de una receta de familia que ha pasado generación tras generación) y la oreja de cerdo.
Por supuesto, hay que reservar espacio para el pulpo con queso de tetilla y patatas revolconas, un homenaje a las raíces gallegas del chef, Edu Calvo, cuya familia, como el propio nombre del restaurante indica, cuenta también con arraigo en el País Vasco. Imposible no comer bien con semejante bagaje.