Megan Fox
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En un momento en el que la necesidad de cuidarse y de sentirse bien con una misma está en auge, también comienzan a aparecer métodos imposibles, inseguridades generadas por la presión en redes sociales y la frustración por no conseguir estándares irreales. Con este contexto tan conflictivo, es de agradecer que surjan figuras como Harley Pasternak, entrenador de celebridades como Lady Gaga, Megan Fox o Ariana Grande.

Él ha decidido romper con los esquemas tradicionales de que solo puedes conseguir tu mejor versión yendo al gimnasio, y proponiendo una alternativa igual de eficaz basada en una vida activa, una alimentación saludable y entrenamientos inteligentes. Pasternak defiende la idea de que el verdadero trabajo corporal ocurre fuera del gimnasio. “Te pones delgado en la vida y fuerte en el gimnasio”, repite como mantra.

Caminar, el secreto para eliminar grasa

Al contrario de la creencia popular de que solo los entrenamientos de alta intensidad, en los que sudas a mares, son los que te hacen perder peso, el experto en fitness alaba el poder de caminar. No solo es que sea accesible y gratuito, por lo que hay pocas excusas para hacerlo, sino que es la mejor herramienta para perder grasa. “El gimnasio es para fortalecer, tonificar y reafirmar los músculos. Pero si hay grasa cubriéndolos, nadie los verá. Y esa grasa se combate fuera del gimnasio”, afirmaba en una entrevista a la revista Business Insider.

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Además, permite integrar el movimiento en la vida diaria sin necesidad de planificación. Gestos sencillos pero eficaces, como subir por las escaleras, ir caminando al trabajo o dar pequeños paseos por la ciudad, son algunos de las propuestas más sencillas. Lo ideal sería que lo hicieras a diario ya que, además de conseguir tonificar el cuerpo, también ayudarás al metabolismo, mejorarás la circulación y reducirás los niveles de estrés.

La alimentación como clave del bienestar

Otro de los errores que Pasternak resalta en este contexto, es la tendencia de utilizar el ejercicio como excusa para comer alimentos menos saludables. “Si comes mal, no hay cardio en el mundo que lo compense”, comentaba al medio. Por eso insiste en que lo que se pone en el plato es incluso más importante que lo que se hace en el gimnasio.

Una de sus recomendaciones es la de preparar batidos caseros con frutas y verduras, ya que son saludables y fáciles de hacer. Es una forma ideal de evitar picar entre horas, que suele ser en lo que menos barreras nos ponemos y en lo que más solemos pecar, especialmente cuando estamos en el trabajo o aburridos en casa.

Gimnasio sí, pero con inteligencia

Con todo ello, el entrenador no renuncia a los beneficios que puede ofrecer ir al gimnasio, pero siempre con moderación. No hay que ir dos horas para conseguir mejores resultados, y este es otro error que se suele cometer con frecuencia. Sus clientes entrenan entre tres y cinco veces por semana, pero sus sesiones rara vez superan la media hora.

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“Mis entrenamientos nunca superan los 30 minutos porque los clientes no vienen a que les demos una rutina de cardio… Vienen a trabajar zonas específicas del cuerpo”, declaraba. El secreto del éxito está en saber organizar bien tus entrenamientos, en función de tus necesidades y los objetivos que te hayas marcado. “Si haces muchas cosas bien en tu vida, realmente no necesitas hacer nada en exceso”, añadía. A veces incluso destaca que solo necesitas un único ejercicio. Por ejemplo, cinco series de 20 zancadas inversas, lo cual lleva menos de 10 minutos, pero deja el cuerpo resentido durante días.

La vida activa como filosofía

Lo que podemos aprender de todas las lecciones que ha dejado el entrenador, es que para estar en forma no tenemos que hacer grandes sacrificios. Los pequeños gestos pueden suponer grandes diferencias en nuestro día a día, generando un impacto profundo en nuestro en nuestra salud y bienestar. El cuerpo humano está hecho para moverse y cada cosa que hagamos suma. No se trata de vivir obsesionados con el físico perfecto, sino en sentirnos bien en nuestra propia piel.

Caminar, comer bien, entrenar con inteligencia y descansar son los principios básicos de una vida saludable. En un mundo donde las promesas vacías y la búsqueda de los resultados inmediatos, hay que recordar que esto es una carrera de fondo y no un sprint, ya que nuestra mejor versión se construye día a día.