Durante el invierno, la infusión de orégano con limón es una de las bebidas más populares que se han implementado dentro de la medicina tradicional, gracias a su sabor, propiedades y beneficios para la salud del organismo. Y es que no hay nada como tomarse una tisana calentita cuando volvemos a casa tras un frío día. Asienta el cuerpo y además podemos beneficiarnos de un montón de propiedades, tanto el orégano como del limón. 

 

 

En primer lugar, hay que apuntar, que el orégano además de ser un condimento muy utilizado dentro de la cocina también posee algunas propiedades de las que nos podemos beneficiar tomando esta hierba en forma de tisana. Según Medicine, de la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos,  ayuda al sistema digestivo, puede tratar catarros y dolores de garganta es antiinflamatorio y un gran antioxidante.

La infusión antioxidante que además desinflama 

Y es esta función la que destaca especialmente en esta hierba. Pues un equipo de investigadores del Centro de Investigación Agrícola de Beltsville, en Estados Unidos, ha añadido algunas especias a la lista de las sustancias antioxidantes, entre ellas, esta. Gracias a un trabajo realizado en colaboración con el Departamento de Agricultura de Estados Unidos y publicado en la revista científica Journal of Agricultural and Food Chemistry, se ha comprobado que la hierba con mayor poder antioxidante es el orégano.

Se puede decir que  la capacidad antioxidante del orégano es 42 veces mayor que las manzanas, 30 más que las patatas, 12 más que las naranjas y 4 más que los arándanos. Podemos beneficiarnos de estas propiedades tomando la hierba tanto seca como fresca según los investigadores. la planta del orégano posee flavonoides, taninos, ácidos fenólicos, aceite esencial (carvacrol, timol, origaneno).

Esta no es la única propiedad de la planta ya que contiene vitaminas A, C E y K, así como fibra, folato, hierro, magnesio, vitamina B6, calcio y potasio. Además, el orégano, que también recibe el nombre de mejorana contiene potentes fitoquímicos que ofrecen potenciales beneficios de salud. Según el libro 'Fitoterapia: vademecum de prescripción', la planta del orégano posee flavonoides, taninos, ácidos fenólicos, aceite esencial (carvacrol, timol, origaneno).

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Por su parte el limón es un cítrico que también aporta grandes beneficios a esta mezcla, de hecho se puede considerar un superalimento con muchas propiedades. Y es que nos aporta vitaminas, elimina toxinas y es un poderoso bactericida, por lo que la OMS recomienda su consumo regular.

Una de las propiedades más alabadas de esta fruta es que por su alto contenido en vitamina C y flavonoides, ayudan a reforzar tu sistema inmunológico aumentando las defensas de tu organismo. También previenen enfermedades, sobre todo de las vías respiratorias.

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Por otro lado, el limón resulta de gran ayuda para las digestiones pesadas y para desinflamar el abdomen. El limón estimula el hígado y ayuda a eliminar toxinas. Y es que está demostrado que este alimento aumenta los movimientos peristálticos de los intestinos, ayudando al organismo a eliminar mejor los deshechos de la digestión. Las propiedades digestivas del zumo de limón ayudan las molestias de las digestiones pesadas.

Aunque el elemento más alabado del limón es su vitamina C, por su poder antioxidante, que se une al del orégano, también contiene potasio, lo que es muy beneficioso para el correcto funcionamiento del sistema nervioso y nuestro cerebro. Por último, el ácido cítrico de los limones ayuda a prevenir y a disolver las piedras que se forman en la vesícula, así como los depósitos de calcio que pueden dar lugar a la formación de piedras en el riñón, una dolorosa enfermedad que podemos evitar consumiendo los alimentos adecuados.