Me encanta acudir a mis centros de estética favoritos para realizarme tratamientos para la piel. Sobre todo, busco aquellos que son capaces de devolverme luminosidad, algo que he ido perdiendo con el paso del tiempo.
La aparición de manchas por el sol, los poros dilatados y ese aspecto apagado en mi tez, son los signos que intento combatir tanto en casa, como en cabina. Sin embargo, en los últimos meses he notado que mi piel se ha sensibilizado y es fácil que aparezcan rojeces con cualquier producto nuevo o con aquellos protocolos más invasivos, lo que me ha llevado a replantearme mi rutina de skincare, así como los lugares a los que les confío mis cuidados.
Los cambios hormonales, el estrés y no haber tenido en cuenta mis necesidades específicas, parecen ser los culpables detrás de este problema. Nuria Moya, directora de Away Spa ubicado en el Hotel W Barcelona, me sugirió tratar mi piel sensible con un tratamiento detox y me garantizó que no sólo no me irritaría en absoluto, sino que también me devolvería el glow gracias al uso de los productos adecuados para mí y una técnica impecable.
“Nuestra piel se ve constantemente expuesta a agresores externos como contaminación, estrés, radiación UV o incluso malos hábitos alimenticios. Todo esto acelera el envejecimiento cutáneo, obstruye los poros y apaga la luminosidad natural. El tratamiento detox ayuda a revertir estos efectos, promoviendo una piel más equilibrada, limpia y llena de vitalidad. Además, preparar la piel con una limpieza profunda mejora la eficacia de los productos que aplicamos posteriormente en casa”. Con esta premisa me propuse darle una oportunidad al este ritual del recién reformado espacio, un oasis mediterráneo donde me fue fácil desconectar y conectar conmigo misma.
Tratamiento detox para pieles sensibles
Nuria Moya me explica que este es un tratamiento profundamente purificante y revitalizante antes de ponernos manos a la obra. Lo primero que recibo al entrar en cabina es el ritual Away Spa Foot Cleanse, lo que me hace bajar las pulsaciones y conectar con mi cuerpo, casi al instante. Después, Nuria me realiza una limpieza facial completa seguida de una fase de recarga con microalgas, una mascarilla peel-off detox, y la aplicación de un booster corrector personalizado según las necesidades de la piel. Aunque lo mejor fue el masaje con técnica Rolling Roulage y crioterapia con cucharas frías para tonificar y descongestionar el rostro. Todo ello, en un entorno sensorial que incorpora aromaterapia para inducir a la relajación desde el primer momento.
Aunque está indicado para todo tipo de pieles, incide en que en Away Spa no tratan ‘tipos de piel’ sino su estado en el momento de realizar el tratamiento. “Adaptamos el protocolo a las necesidades reales y puntuales de cada persona, ya sea deshidratación, fatiga, exceso de grasa, tono apagado o sensibilidad. El tratamiento es altamente personalizable y eficaz, tanto si vienes en invierno con la piel más seca, como en verano con tendencia a la oleosidad”, comenta la directora del centro.
Para garantizar la eficacia, han optado por los productos de la línea SKIN REGIMEN de [comfort zone], formulados con el exclusivo Longevity Complex™, diseñado para contrarrestar el envejecimiento inducido por el estrés y el estilo de vida urbano. Una maravilla que le aportó a mi rostro esa sensación de calma que hacía tiempo que no sentía. Desde la primera sesión pude apreciar que mi piel estaba más luminosa, suave, descongestionada y con mejor tono.
“Gracias al masaje lifting con microalgas, al poder de la mascarilla detox y al uso de cucharas frías, el rostro se ve más definido, fresco y revitalizado. Es ideal antes de un evento, tras un viaje largo o simplemente como un regalo de autocuidado. La sensación de bienestar es inmediata, y el efecto visual mejora aún más en los días posteriores”, señala Nuria Moya, algo que he podido comprobar de primera mano.
Cortesía
Para rematar la jornada, me fui a relajar a su Beauty Bar, donde tienen una carta de infusiones para todos los gustos (elegí la de frutos rojos, dulce y adictiva) y un salón sensorial con zonas para manicuras y pedicuras. La iluminación cálida, los tonos terracota y las texturas orgánicas, ayudan a crear un entorno de lujo sin aditivos, perfecto para quienes buscan un refugio en medio de la ciudad.
Los indispensables en los que confío para cuidar de mi piel sensible