Cuando los expertos advierten de que hay que protegerse de la luz visible no es una afirmación casual que también tiene efectos en nuestra piel a pesar de no revelarse como una consecuencia directa como son las quemaduras. Y es que no protegerse correctamente de todos los tipos de radiación, con un protector solar de amplio espectro, supone un verdadero riesgo para nuestra salud cutánea.
Por eso, la protección solar se cataloga como “lo más importante” dentro de una rutina cosmética. Así lo afirma Helena Sas, médico-estético con más de 17 años de experiencia como Skin Expert: “El punto más importante para el antienvejecimiento lo sabemos todos: protección solar”.
Y, aunque la experta es clara en su postura (sostiene debe usarse también en invierno y aunque llueva), nos ha revelado una de las acciones que van a marcar la diferencia en que lleguemos a una cierta edad con menos arrugas y menos manchas en la piel. Como era de esperar, tiene mucho que ver con el sol y con protegernos a toda costa.
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La importancia de usar el protector solar en casa
Aunque todos sabemos que la radiación solar, así como el resto de agentes externos, dañan nuestra piel, no es tan habitual saber que la luz de casa, la que emiten las bombillas o las pantallas de los dispositivos electrónicos (no solo los móviles u ordenadores, también los televisores o tabletas) ya que se trata de luz visible. De hecho, hay que tener en cuenta que el 40% de esta radiación visible emitida por los dispositivos es luz azul.
Y esto es un dato que hay que tener muy en cuenta, “sobre todo, para las personas que trabajan de cara al ordenador porque toda luz mancha”, destaca Helena Sas, fundadora de la clínica estética que lleva su mismo nombre.
Y frente a lo que muchas personas creen de esta radiación o cualquier otra, no va a hacer que nos pongamos morenos ni que nuestra piel se broncee, sino que estaremos creando la estancia perfecta para que las hiperpigmentaciones se queden a vivir con nosotros. Lo más perjudicial de esta radiación es que son capaces de penetrar en las capas más profundas de la piel.
Pero, ¿qué es exactamente esa luz azul de la que tanto se recomienda protegerse? Si te lo estabas preguntando, los expertos de Cantabria Labs nos dan la respuesta: “Es la pequeña porción de radiación, dentro del espectro electromagnético, que el ojo humano es capaz de detectar. Suele relacionarse con la luz del sol, cuyos efectos dañinos para la piel son muy conocidos por el público en general”.
Consecuencias de usar dispositivos en exceso sin proteger la piel
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Según explican desde Cantabria Labs, laboratorio español de referencia en prescripción dermatológica en Europa, los principales efectos de la luz azul en la piel son:
- Deshidratación. La luz azul provoca una disminución en las acuaporinas (son las moléculas que mantienen los niveles de hidratación de la piel),por lo que la capacidad de retener agua también disminuye.
- Arrugas. Los efectos de esta radiación destruye el entramado de moléculas que hay en el espacio entre células, lo que da lugar a una degradación del colágeno y la elastina. Como consecuencia, se produce una pérdida de firmeza y elasticidad favoreciendo la aparición de arrugas en la piel.
- Manchas en la piel. Como explica líneas atrás la médico-estético, toda luz mancha. Esto es debido a que exponerse a la luz estimula la activación de los melanocitos y esta alteración favorece la hiperpigmentación. De hecho, un dato muy importante es que la duración de estas manchas producidas por la luz azul es superior a las causadas por los rayos UVA.
- Envejecimiento prematuro. La luz azul provoca la formación de radicales libres, cuyo efecto daña la matriz extracelular, haciendo que la piel pierda firmeza y aparezcan más arrugas. Además, su acción altera la estructura de los fibroblastos, encargados de estimular el colágeno que mantiene la piel firme y luminosa.
- Cansancio. Más allá de los daños cutáneas, la luz azul también es responsable de otros efectos como cansancio o insomnio, debido a la sobreexcitación lumínica que recibe nuestro cerebro durante todo el día. Asimismo, la falta de descanso se relaciona directamente con la deshidratación y disminución de la síntesis de colágeno y la correspondiente pérdida de luminosidad y firmeza. Y, aunque las pantallas son necesarias en nuestro día a día, una exposición prolongada estimula la activación de los melanocitos lo que favorece la aparición de manchas.
Qué activos utilizar para proteger de la luz azul
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Además de utilizar protector solar diariamente, “utilizando una crema de amplio espectro”, cuentan desde Cantabria Labs, “no hay que olvidar que es importante establecer periodos de desconexión, lejos de la luz azul del ordenador o del móvil, para que la piel no se vea tan expuesta a sus radiaciones”, hay determinados ingredientes cosméticos que ayudan a combatir los radicales libres: los antioxidantes.
Y, pese a que cualquier antioxidante puede servir para esta tarea, los que más recomiendan los expertos son la vitamina C, el ácido ferúlico o la vitamina E, tres de los antioxidantes más potentes que existen en el mercado.
2 protectores solares que protegen de la luz azul
Eleven Obi
Pearlescent Eco Protect Sun & Age Shield SPF50 de Eleven Obi
La crema solar de Eleven Obi cuenta con filtros físicos sin nanopartículas que, además de hacer de escudo frente a rayos UVA y UVB, protege de la luz azul y de sus efectos nocivos. Contiene granada (una de las frutas más antioxidantes de la naturaleza) y bayas de goji, aporta antioxidantes, combate la polución, reduce arrugas y unifica el tono. Su textura hidronutritiva se funde con la piel y su acabado perlado proporciona un brillo saludable durante todo el día. Ideal para quienes buscan tratamiento y protección en uno.
Babé
Mineral Super Fluid Invisible SPF 50 de Babé
Hay tres cuestiones que nos han enamorado de este protector solar de Babé: su textura
fluida, el acabado invisible y las cero manchas blancas. Además de por sus propiedades antioxidantes, hidratantes y calmantes. Sus filtros minerales, a los que han añadido pantenol, carnosina y un prebiótico de origen natural que estimula el microbiota (Photobiome™), son perfectos para pieles sensibles y atópicas. Y, por supuesto, protege de la luz azul.