Una de las consecuencias más indeseadas de la llegada del invierno es el frío. Independientemente de que te guste más el verano o la estación en la que nos encontramos ahora, lo que es innegable es que el frío causa estragos en nuestro organismo. Y con esto no solo nos referimos a las enfermedades típicas de esta época del año, sino a los efectos que las bajas temperaturas tienen sobre la piel. No es raro que con el frío tus labios se deshidraten y se enrojezcan, dando lugar a esas antiestéticas pielecitas que no nos gustan a nadie. Pero hay otra parte del cuerpo que también sufre, porque suele quedar siempre al descubierto y quizás hasta ahora no le hemos prestado la atención que se merecen: hablamos de las manos.

Sabemos que las manos son unas grandes delatoras de la edad, tanto es así, que los grandes expertos en estética se fijan en esta parte del cuerpo para detectar los años que tiene una persona. Sin embargo, a pesar de ser conscientes de esto, a veces se convierten en las grandes olvidadas. Mientras que el cuidado de la piel del rostro se lleva grandes dosis de atención y tiempo, cuesta mucho más tomar el hábito de cuidar las manos a diario. Pero una vez que tomamos la decisión de hacerlo debemos llevarlo a cabo de la manera correcta para que esta costumbre de frutos lo antes posible y sea un tiempo bien invertido. Y es que las manos revelan nuestra edad porque todavía no hay ningún procedimiento estético capaz de rejuvenecerla, así que valora tú misma si merece la pena comenzar a cuidarlas.

Paula Echevarría

El cuidado de manos para un efecto antiedad

Para cuidar la dermis de las manos debemos contar con un producto básico, la crema de manos. Pero no una cualquiera, sino que es importante, igual que lo hacemos en el rostro, elegir una en función de nuestras necesidades y objetivos. y es que no es lo mismo cuidar las manos de una mujer madura que de una joven. No tiene las mismas necesidades una piel seca que una grasa o una con manchas que otra sin ellas. A pesar de esto, algo que tienen en común todas las pieles es la necesidad de hidratación. Con una humectación recurrente conseguimos que la piel esté en un estado óptimo, nutrida, suave y bonita. Para lograrlo es importante fijarnos en los ingredientes de la fórmula que hemos seleccionado, estos serán los responsables del resultado.

Cera Ve

Crema reparadora de manos, CeraVe (3,76 €).

La lista de ingredientes que debes buscar

Existen muchos ingredientes hidratantes y cada fabricante, en función de su historia, su misión y su visión selecciona uno u otro, lo importante es que tú sepas la función que realiza cada uno de ellos en la piel y que aprendas a identificarlos, para hacer una buena compra en el punto de venta. Las fórmulas más naturales suelen incluir ingredientes como en AOVE, la manteca de karité y la rosa mosqueta. Todos ellos forman un gran equipo que es capaz de hidratar y cuidar incluso las pieles sensibles. Estos ingredientes aportan un alto poder nutritivo y reparador y ayudan a recuperar la jugosidad, la humectación y la elasticidad de la dermis. 

La chinata

Crema de manos antiedad, La Chinata (4,20 €)

Hidratar y mantener la hidratación, el objetivo principal

Sin embargo, estos no son los únicos que pueden estar en nuestra lista, por ejemplo, las referencias ricas en glicerina serán muy agradables para las pieles más secas ya que notarán un alivio inmediato. Además este componente protege las manos de agentes externos como el frío que por su acción las deshidrata. Con este tipo de producto notarás las manos más suaves y lisas al momento, ¡la sensación es muy agradable! Y si estás al tanto de las tendencias en el mundo de la cosmética seguro que has oído hablar de las ceramidas y del ácido hialurónico. Ambos son elementos muy comunes en los productos de cuidado del rostro que aportan elasticidad a la piel y luchan contra los signos de la edad. Hay fórmulas de cuidado de manos que también incorporan estos ingredientes para beneficiarse de sus propiedades.

El factor experiencial, fundamental para crear hábito

Además de los ingredientes, no podemos pasar por alto otras características del producto, quizás menos determinantes en su función, pero claves para que adquieras la rutina de uso. Por ejemplo, debes encontrar una textura que sea agradable para ti. Existen desde las más ricas y untuosas, a ligeros geles de rápida absorción. También debes tener en cuenta el perfume, pues un olor desagradable sumará puntos para que abandones el hábito más pronto que tarde. Por último, busca una forma de aplicación que sea cómoda para ti: formato tubo, tarro, de cristal, de plástico, un envase grande para tener en casa u otro pequeño para guardar en el cajón de la oficina. Todo esto contribuirá a que consigas tu objetivo de cuidar tus manos.