Esculpir pómulos, marcar la línea de la mandíbula, dar un aspecto más almendrado a los ojos y agrandar visualmente la boca es posible con sólo un poco de autobronceador y esta técnica llamada Tantouring.

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¿Cómo se hace? Consiste en broncear y contornear el rostro, todo en uno, de tal forma que quede el bronceado que deseas, pero mucho más natural que si aplicas el autobronceador en la forma tradicional por todo el rostro. Además, tiene una duración de varios días. Su creadora, la influencer @abbybaffoe nos cuenta en su cuenta de Tik Tok,  las claves para que quede perfecto.

¿Cómo aplicar el autobronceador en la cara?

Al igual que harías con tu cuerpo cuando vas a ponerte autobronceador, es aconsejable preparar la piel primero. Para ello, limpia el rostro con un producto desmaquillante y después exfolia con algún producto suave que no dañe la barrera lipídica.

A continuación, escoge tu autobronceador favorito. Según explica la influencer, el formato en espuma sería en más recomendable, mucho más que la crema, porque se trabaja mejor y facilita el control.

 

¿Qué necesitas para aplicar el autobronceador?

Todo lo que necesitas para poner en práctica el contouring semipermanente con autobronceador es un producto autobronceador, una manopla y una beauty blender.

  • Pon un poco de producto en la manopla (úsala como base) y con la esponja de maquillaje coge una pequeña cantidad para empezar a aplicarlo en los puntos clave. Estos puntos son los mismos que para un contouring tradicional en forma de 3: desde las sienes, pasando por debajo del pómulo, hacia debajo de la línea de la mandíbula.
  • Dado que la clave de esta tendencia es que quede bien difuminada, la influencer recomienda el uso de la beauty blender para ese fin. Esta forma es la más sencilla y permite difuminar cuanto sea posible.
  • Por otro lado, hay que fiarse de la primera apariencia. “No tiene que quedar perfecto”, comenta la influencer. “Pero si se ve muy loco, acabará quedando muy loco”, ríe y añade. “Si veo que he aplicado demasiado, lo retiro y vuelvo a difuminar”.
  • Tras aplicarlo en la línea del cabello y bajo los pómulos, Abby muestra cómo define
  • el contorno facial. “Marco la línea de la mandíbula y luego difumino descendiendo hacia el cuello”.
  • Si te atreves puedes probar incluso en la nariz, aunque adaptando el contouring a cada forma ya que son todas diferentes. Añade un truco: aplica una gota de espuma autobronceadora bajo el labio inferior. Esta sombra hace que la boca parezca más voluminosa.
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Ventajas del autobronceador en espuma

  1. Resultado uniforme. La espuma permite una distribución más uniforme del producto sobre la piel. Al ser una textura ligera y aireada, se desliza fácilmente y se extiende de manera homogénea, esto evita manchas y rayas.

  2. Rápida absorción. Se absorbe rápidamente en la piel, por lo que no deja una sensación pegajosa o grasa. Puedes vestirte casi de inmediato después de aplicarla, sin temor a que queden manchas en la ropa.

  3. Mayor control del bronceado. Al ser una espuma, controlas mejor el tono de moreno que deseas obtener. Puedes repetir si quieres intensificar el color o, si prefieres un resultado más sutil, usar menor cantidad de producto.

  4. Fácil aplicación. Esta textura facilita la aplicación, ya que ves dónde hay producto y dónde no. Esto ayuda a evitar áreas olvidadas o desiguales.

  5. Resultadosmás naturales. Los autobronceadores en espuma ofrecen resultados  sin aspecto anaranjado. Con una aplicación adecuada, el producto se mezcla bien con la piel y proporciona un bronceado gradual y realista.

  6. Mayor duración del color. La mayoría tienen una duración prolongada. El fin es disfrutar de un bronceado saludable durante varios días antes de que sea necesario volver a aplicar el producto.

Tantouring
Cortesía de Instagram @abbybaffoe

Si te equivocas en la cantidad de producto o en la aplicación, coge un pañito suave y seco y pule el bronceador mientras aún se pueda mover. Si necesitas empezar de cero, siempre puedes usar un desmaquillante de autobronceador para borrar su huella.


Ten en cuenta que el bronceado de la cara no dura tanto como el corporal tradicional, ya que el rostro siempre está expuesto y se somete a una limpieza diaria más profunda que el resto. Por ello, el autobronceador facial durará unos tres o cuatro días, mientras que el corporal puede durar hasta 10 días.

Para un mantenimiento, puedes repetir el ritual cada tres días. Una vez que domines la técnica, tus días de preocuparte por el tono anaranjado serán historia.

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