El norte de España se empieza a consolidar como uno de los destinos turísticos favoritos de los españoles en verano. De hecho, las localidades que más han crecido en cuanto a visitantes en el último año están todas situadas en esas latitudes o en la parte más occidental del país.

Y dentro del norte, Asturias es una de las Comunidades Autónomas preferidas por los visitantes patrios a la hora de huir del calor, pero también para conocer sus paisajes y pueblos de incontestable belleza y comer muy bien. De hecho, este mes de julio, la revista National Geographic ha elegido como pueblo que tienes que conocer sí o sí a Cudillero, uno de los rincones más especiales del Principado. No podemos estar más de acuerdo con su propuesta.

Volver a empezar
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Escena de Volver a empezar.

Cudillero es uno de esos lugares que hay que disfrutar calle a calle y rincón a rincón. De ello sabe mucho José Luis Garci, quien eligió la localidad para filmar los exteriores de la cinta Volver a empezar, que se llevó el Oscar a Mejor Película Extranjera hace 40 años. En cuanto te contemos más sobre la localidad y, sobre todo, la veas, entenderás el por qué de su magia.

¿Por qué visitar Cudillero?

Salpicado de preciosas casas de colores que aportan una curiosa estampa escalonada –tiene foto–, una de las peculiaridades más afamadas del pueblo son sus miradores (Del Pico Cimadevilla y Contorno, por ejemplo) desde los que puedes obtener unas vistas muy instagrameables.

Otro imprescindible es el conjunto palaciego Selgas, que aunque no se halla justo en Cudillero (has de trasladarte hasta El Pitu, muy, muy cerquita), se le conoce como el Versalles asturiano por sus perfectos jardines y las obras de arte que encontrarás por doquier con la firma de los más grande pintores. También muy próximo está el Faro. No podrás entrar, pero la visión del litoral asturiano que tendrá desde allí es de las que se quedan en la retina. 

Palacio Selgas
Fundación Selgas-Falade

Palacio Selgas.

Volviendo al centro de la localidad, la plaza de la Marina, en forma de anfiteatro, es otro de los espacios por donde pasear o tomar algo. Aunque esto último se convierte en festín una vez llegados al puerto, lugar donde se encuentra la oficina de turismo y en el que nos parece imprescindible probar los famosos pescados y mariscos que son ingredientes fundamentales de la deliciosa gastronomía asturiana. Dentro de sus propuestas, uno de los platos favoritos de locales y foráneos es el Curadillo, pescado secado al sol y cuya figura cuelga de varios portales de casas del pueblo. Y atención también a los callos de merluza, tan peculiares como ricos.

 

¿Dónde alojarte en Cudillero?

Pero si Cudillero es una joya en sí misma, los paisajes naturales que lo rodean no se quedan atrás. Impresionante, por lo bonita, la playa del Silencio, con forma de concha y unas aguas absolutamente transparentes. Aunque si buscas tranquilidad, otras dos playas, Gueirúa y Río Cabo, pueden ser una excelente elección.

Gran Hotel Brillante
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Habitación de Gran Hotel Brillante

Próximo a Cudillero, a unos 12 minutos en coche, en la localidad de San Esteban de Pravia y a los pies del río Nalón, se levanta Gran Hotel Brillante, un hotel boutique que es de nuestros preferidos, no solo en Asturias, sino en todo el norte de España. A principios del siglo XX obedecía al nombre de pensión Brillante, lugar donde pernoctaron desde Sorolla a Rubén Darío. Desde entones, ha cambiado mucho, aunque aún hoy, y tras un largo proceso de rehabilitación, respira el encanto de otra época y ese aire romántico que lo hace irresistible para el huésped.

El único ‘problema’ es que solo cuenta con 14 habitaciones, todas exteriores y completamente aisladas de las inclemencias pero que conviene reservar con tiempo. Además, Gran Hotel Brillante ofrece 8 residencias privadas que son ideales si vas en familia o con amigos y que disponen de cocina propia con electrodomésticos.

Comedor Gran Hotel Brillante
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Comedor de Gran Hotel Brillante

Alojarte en este cuatro estrellas encantador es un lujo asequible, aunque si solo te hallas de paso, nuestra recomendación es que, al menos, hagas parada en el restaurante. Con una decoración que recuerda a los salones de baile de la primera mitad del siglo XX, el desayuno para los huéspedes es estupendo, pero el brunch (surtido con productos típicos de Asturias) es igualmente digno de mención (un detalle: el restaurante ejerce también como embajador del Champagne Laurent Perrier, así que no te niegues cuando te ofrezcan una copa). En verano no ofrece almuerzos, solo cenas, así que, si te alojas, date también un capricho gastro.

Por descontado, Gran Hotel Boutique es excepcional por la ubicación y su interior, pero San Esteban también ofrece la posibilidad de practicar deportes en contacto con la naturaleza como el surf, las rutas a caballo, excursiones en barco, senderismo… Una buena opción para quienes, tras ver las joyas arquitectónicas del vecino Cudillero, quieran dedicar otra jornada a practicar actividades al aire libre.