Nunca ha sido consciente de querer ser actriz. Para Elena Rivera (Zaragoza, 1992), todo salió de forma natural. Desde su primera aparición en televisión, imitando a Paloma San Basilio en 'Menudas estrellas', hasta su último estreno, 'Perdiendo el juicio' (Atresplayer).
También su paso por el teatro (este año la hemos visto en El efecto, dirigida por Juan Carlos Fisher, junto a Alicia Borrachero). A los 18 años, después de haber triunfado ya en la pantalla, decidió que había que tener un plan B y, con mucho esfuerzo, terminó la carrera de Magisterio Infantil sin dejar de trabajar como actriz. “Me la fui sacando muy poquito a poco; me gustaba y sigo pensando que es un plus, aunque nunca he ejercido.
Pero fue una cosa mía de cabezonería, porque cuando se me mete algo entre ceja y ceja, lo saco, aunque tenga que dar el 300%”, asegura. No prepara sus personajes de forma especial ni tiene un método marcado, pero sí que cada uno de los que ha interpretado le ha aportado o enseñado algo.
“En el caso de Amanda Torres, de Perdiendo el juicio, he aprendido que en la vida no todo es el éxito profesional, que el verdadero éxito está en las cosas pequeñas o en las personas que igual no tenías en tu radar y luego son las que te salvan”, confiesa. ¿El denominador común para triunfar con cada papel que elige? “Que la historia y el personaje tengan algo que contar, estar rodeada de un buen equipo y un trabajo cuidado de maquillaje y peluquería.”
Háblanos de Perdiendo el juicio y de tu papel, Amanda Torres.
Se trata de una serie de abogados, pero con casos muy rocambolescos y personajes nuevos en cada capítulo. Lo más interesante del mío es que engancha al espectador. Ella es una abogada de éxito, gana todos los casos pero, en mitad de uno de ellos, le da un ataque psicótico por ansiedad y su cuerpo dice basta, algo que le puede pasar a cualquiera hoy en día. Cuando necesita volver a trabajar, no puede, es una apestada en el sector y acaba en el despacho que menos esperaba, pero se trata del único sitio en el que le tienden la mano. Debe reinventarse, volver a empezar. Para ella es una lección de vida.
Este personaje no tiene nada que ver con otros como el de Alba o Inés del alma mía. ¿Cómo eliges cada trabajo?
Me considero una afortunada porque a veces me llegan proyectos directamente, cuyos responsables quieren que sea yo la que interprete a ese personaje. Y para aceptarlo pues miro muchas cosas, qué gente hay detrás, qué es lo que se cuenta y, por supuesto, que para mí como actriz vaya a ser un reto y me pueda poner a prueba.
Acabas de hacer teatro también, El efecto, dirigida por Juan Carlos Fisher. ¿Qué te aporta subirte a un escenario?
El teatro siempre lo tengo muy presente. Es duro y complicado, requiere mucho sacrificio, pero si encuentras un texto que te motiva y la gente adecuada, me parece tremendo. Es verdad que cada soporte te aporta algo; quiero ser una actriz completa en ese sentido. Pero mi finalidad es ponerme retos, no mirar nada por encima del hombro y mientras la historia me motive, da igual que sea cine, teatro o televisión. Este sector es una carrera de fondo y hay que aprender hasta el final de tus días.
¿Qué personaje recuerdas con más cariño?
Todas las mujeres a las que he interpretado tienen algo. Puede que Alba, por el contexto (era víctima de una violación grupal), sea la que más me ha dejado huella. Acabé exhausta. Había algo de responsabilidad en lo que se estaba contando, no es una serie con la que la gente disfrute y desconecte. Y me marcó casi más el después, cuando se emitió, debido a todos los mensajes que me iban llegando de un montón de chicas y mujeres que habían vivido situaciones similares. Ahí me di cuenta de que al final no solo estamos para entretener, que hay veces que ayudas y cambias vidas. Y a mí eso es lo que me impacta.
Hablas siempre de la importancia del trabajo de peluquería y maquillaje a la hora de crear un personaje. Sí, porque me ayuda mucho; para mí es casi el 50% del personaje.
Aparentemente son detalles, cómo lleva el pelo, por ejemplo, pero importan mucho. El equipo en general me parece fundamental: intento hacer mucha piña, confiar en mis compañeros.
¿Y las alfombras rojas? ¿Cómo las llevas?
Desde que soy pequeña siempre me ha gustado transformarme, caracterizarme, maquillarme... No me cuesta nada, me encanta. Eso de maquillarte, ponerte el vestido... Me gusta mucho. Es cierto que luego, cuando te toca colocarte ante los fotógrafos, pues no estoy tan cómoda como en un set de rodaje. Pero lo que tengo claro es que mi profesión es la de actriz y pisar una alfombra roja, una de sus consecuencias. Va con tu trabajo y hay que hacerlo porque la promoción es primordial. Pero en mi caso disfruto el proceso; paso un poco de nervios en un momento dado, pero ya está.
¿Trabajar con Dior te ayuda?
Mucho. Lo que más me gusta de ellos es que siempre te hacen sentir a gusto y en momentos como una alfombra roja eso es fundamental. Me cuidan y sale todo siempre de forma muy natural, saben sacar mi verdadera esencia.
¿Y en cuanto al skincare? ¿También te gusta cuidarte?
Todo el tema beauty me encanta. Me cuido de forma habitual desde hace años. Tengo la piel bastante seca y en mi trabajo, con tanto maquillaje y focos, se resiente aún más. Para mí lo primordial es la limpieza y la hidratación. Y en cuanto a maquillaje, igual, intento tener buena cara, algo muy sencillito, pero sin venirme muy arriba. Luego ya el fin de semana experimento más.
¿Qué te gusta hacer cuando no trabajas?
Ir al cine, al teatro. También me encanta salir a comer, probar restaurantes y estar con mi gente y mis amigas de siempre; soy muy familiar e intento volver mucho a mis raíces.
Get the look
InStyle | Danniel Rojas
Bronceado soft
La piel de la actriz es de un tono bastante claro, pero la maquilladora, Rebeca Trillo, ha querido acentuar sus rasgos con un ligero toque bronceado y luminoso. Lo ha hecho con polvos de sol en los pómulos para marcar las facciones. También ha aplicado una pequeña cantidad en los ojos, que ha acentuado con los tonos de sombras marrones de la nueva colección. En los labios ha extendido un lip tint (tinte de labios) y lo ha hecho con los dedos, para que quede más jugoso y natural. También ha dibujado algunas pecas en dos matices buscando mayor naturalidad.
InStyle | Danniel Rojas
Versión dulce
“Es una interpretación de un rostro bronceado pero en tonos de rosa, apostando plenamente por el colorete”, cuenta Trillo. Lo ha aplicado en las mejillas en un movimiento ascendente hasta sienes y ojos. También en el puente de la nariz, para un efecto de ‘quemada por el sol’. Además de repartir el colorete por todo el rostro, “he insistido mucho en la boca, que quería que destacara. He puesto lip tint y encima una capa de lip glow oil para darle más volumen a los labios”. La boca también va maquillada en tonos de rosa
armonizando el conjunto.
InStyle | Danniel Rojas
El color importa
Fuera del rosa, el turquesa destaca en la colección de Dior para este verano. “He creado una sombra verdosa mezclando el eyeliner nuevo, verde metalizado, con un lápiz del mismo color. He usado el lápiz como una sombra, bien difuminado por el párpado móvil, y luego he puesto el eyeliner encima, repasado a conciencia e intensificando la zona central del párpado. La clave para rematarlo ha sido la máscara, que he utilizado tanto en las pestañas de arriba como en las de abajo”, explica Rebeca. Para el rostro, un ligero contouring con polvos bronceadores.
InStyle | Danniel Rojas
Rosa poderoso
Partimos de una piel totalmente limpia, pero iluminada. “Esa sombra en rosa muy marcada la he conseguido con pigmento tanto en el párpado de arriba como en el de abajo. Le he puesto prácticamente hasta la ceja. El mejor truco para que la sombra quede perfecta por todo el ojo es emplear pinceles diferentes. En el párpado móvil, utilizo uno estrecho pero gordito, con el fin de que quede más compacto. En el de arriba,
un pincel más grueso. Y por último, para unificar todo, he dibujado un círculo alrededor del ojo en el mismo tono.”
MAR DE SENSACIONES
InStyle | Danniel Rojas
El nuevo maquillaje de verano de Dior está inspirado en una de las zonas más paradisíacas y lujosas de la costa francesa, La Riviera. Una colección de rosas y verdes para los ojos, labios brillantes, polvos bronceadores en el rostro e iluminadores que nos transportan a una escapada repleta de atardeceres para el recuerdo. Diseñada por Peter Philips, combina tonos pop y soleados, diferentes texturas (sobre todo para los labios) y un packaging de toile de jouy que, por primera vez, adorna los estuches y los polvos de maquillaje en un color a juego con la colección Christian Dior Couture. Ideal para disfrutar del buen tiempo.
1. Diorshow 5 Couleurs Paleta de sombras de ojos en tono Pink Riviera, 72 €.
2. Diorshow Overvolume Máscara de pestañas negra en tono 090 Black, 46 €.
3. Dior Forever Nude Bronze Polvos bronceadores tanto para el rostro como para los párpados, 56 €.
4. Diorshow On Stage Liner Eyeliner líquido en tono 301 Shimmer Mint, 40 €.
5. Dior Addict Lip Glow Oil Aceite labial en tono 096, 44 €.
6. Dior Addict Lip Tint Labial líquido en tono 671, 44 €.
Todo, de Dior Beauty; (dior.com).