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InStyle | Danniel Rojas

Tres estrenos presagian que Elvira Mínguez será uno de los nombres que más oiremos en los próximos meses. La actriz (Valladolid, 1965), quien se encuentra rodando la segunda temporada de la serie Marbella (Movistar Plus+), tiene un papel “pequeño” en otra producción, Los sin nombre (26 de junio en Movistar Plus +); formará parte de un reparto lleno de grandes espadas –“ahí estamos todo el cine español”– en la película La cena, de Manuel Gómez Pereira, y protagonizará intrigas de palacio gracias a Ena. La reina Victoria Eugenia, serie de RTVE. 

En esta última interpretas a María Cristina. ¿Es la reina aquella a la que se refería la letra de María Cristina me quiere gobernar y yo le sigo la corriente?

En realidad creo que para todo el mundo, efectivamente, es la de la canción, una mujer con una gran disciplina de Estado. Lo más importante en su vida es el país y el oficio de ser reina está por encima de todo, sería cuestión de herencia. En el momento en que Alfonso XIII se casa con alguien como Victoria Eugenia (Kimberley Tell), que puede tener un problema de hemofilia, el drama está servido. Lo que vamos a ver es la evolución de la relación entre esas dos mujeres. 

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Tod's vestido plisado en piel; (tods.com). Tiffany &Co anillo y brazalete en oro amarillo; (tiffany.es).
 

Al fin parece que hemos perdido el pudor a hacer ficción sobre nuestra monarquía.

Estoy de acuerdo, pero es que además me parece riquísimo todo el material que tenemos. Ahí, y a nivel de interpretación, hay unos personajes tremendos; es una locura. Tenemos el ejemplo de los ingleses, que han sabido hacerlo muy bien y han sacado mucha rentabilidad de sus reyes. Por suerte para nosotros, ha dejado de ser esa institución intocable de la que no se habla.

¿Es cierto que antes de trabajar con Pau Freixas, director de Los sin nombre, le dijiste aquello de “yo quiero algo contigo”?

Sí. Hace tiempo había coincidido con Carles Francino Navarro y otros actores con los que me llevo bien y todo el mundo me hablaba maravillas de Pau: acerca de la manera cómo dirigía a los actores, cómo llevaba los rodajes... En un momento le escribí contándole que no nos conocíamos de nada, pero que me habían hablado muy bien y quería trabajar con él. Me respondió y me dijo que, en cuanto surgiera algo, lo hacíamos. En Los sin nombre tengo un papel muy pequeñito (una periodista que lidera un programa de muchísima audiencia y siempre está detrás de la noticia), pero me dio igual. Estaba terminando de dirigir La sombra de la tierra (Atresplayer) y lo que quería era ver trabajar a otros directores y aprender. 

Vamos con esto último. ¿Te ha dejado secuelas el llevar a la pantalla tu propia novela en forma de serie?

Fue duro, muy duro. No hay años para pasar la resaca (risas). Ha sido un proceso brutal. Desde que la editorial Planeta me dijo que quería publicar el libro tuve la sensación de que nos encontrábamos metidos en una noria que iba a toda leche, como una cosa detrás de otra. El rodaje no me ha quitado el sueño: trabajar con estos actores ha sido una virguería. Llevo casi 30 años en la profesión y siempre he tenido la sensación de que soy más técnica que actriz, no me considero una intérprete vocacional. Con La sombra de la tierra me he dado cuenta de que me encanta la parte técnica, pero me veía un poco Belén Esteban con aquello de “yo por mi hija, mato”. He defendido a mi reparto con uñas y dientes aun no siendo yo muy del gremio actoral (no me caracterizo especialmente por tener amigos actores o formar parte de eventos o cosas de estas). Me ha gustado porque he conseguido reconciliarme con esa otra parte mía que también es importante. 

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Mango chaqueta, camisa, falda semitransparente y pendientes maxi; (mango.com).Balenciaga gafas de sol; (balenciaga.com).
 

Se rumorea que estás escribiendo tu segunda novela. ¿Parecida a la anterior?

No. Es una novela negra. Me gusta muchísimo el género y me dije a mí misma que me ponía a ello a ver si lo conseguía. A diferencia de la policiaca, en la novela negra se sabe todo, es como un juego y eso me parece muy bonito. He planteado una investigación en tres épocas y tres lugares diferentes y, de momento, lo estoy disfrutando un montón. 

¿Eres consciente de que tu imagen transmite cierta intelectualidad?

En absoluto. Jamás lo he pensado. Yo ya no sé ni lo que es un intelectual. Creo que esa especie se extinguió o se encuentra a punto de. Para mí, la definición buena del intelectual es aquel capaz de mover conciencias, pero también te digo que esto es muy sui generis, porque nuestro amigo Trump está moviendo muchas.

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Calcaterra body de flecos; (dcalcaterra.com). Ferragamo sandalias con flecos de rafia; (ferragamo.com).
 

Dices que tienes mala memoria para lo malo. ¿Rencor cero?

Qué va. Soy muy rencorosa; es uno de mis grandes defectos. Lo de tener mala memoria para lo malo es casi biológico. Escribiendo mi segunda novela empecé a estudiar mucho sobre la memoria, acerca de cómo se crean los recuerdos, y he descubierto que, con el paso de los años, un hecho se va rememorando de diferentes maneras aunque prevalece lo bueno. Para mí, el rencor no es recordar lo malo sino que forma parte de la gestión de la experiencia. Y la experiencia me sirve para no tropezar dos veces con la misma piedra, pero también para tener cuidado con según qué tipo de personas. Hay detonantes que te disparan las alertas y esas alertas son las que pones en marcha ante una situación o una persona determinadas. Al igual que el miedo te sirve, el rencor también. Bienvenido sea. 

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Zara chaqueta efecto piel; (zara.com). Issey Miyake pantalón; (es.isseymiyake.com). Sportmax collar monogram; (es.sportmax.com).
 

Has contado que eres una persona de Alta Sensibilidad. ¿En qué consiste esto?

Hay estudios que dicen que es una tontería y otros que no, pero incluso se han escrito libros sobre el tema. En pocas palabras, viene a ser como si tuviéramos más receptores sensoriales que la media. Lo experimenta el 20% de la población y lo que te causa es que en muchas ocasiones estás sobreestimulado. La mayoría de las veces son estímulos visuales y auditivos, pero también puede entrar en juego el tacto. Ante eso, las reacciones son diferentes: hay quien reacciona como pollo sin cabeza (yo soy más de estos), otros que se quedan anulados... Hasta donde he leído, se trata de algo hereditario.

Entraste en Biología y lo dejaste.

Me matriculé dos años, pero no fui a la facultad porque no me gustaba. Lo que quería era irme a Salamanca porque varias de mis amigas estaban estudiando allí. Busqué una carrera que no hubiera en Valladolid y como los bichos me molaban me matriculé en Biología. A los dos años volví a Valladolid, hice las pruebas para Bellas Artes y estudié diseño de moda porque había una academia y mis padres, como no sabían qué hacer conmigo, me apuntaron. Era la época de la serie Fama, un exitazo, así que como había una escuela de teatro en Valladolid, fui e hice las pruebas. Y esa es toda mi vocación. 

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Michael Kors Collection  trench oversized; (michaelkors.es). 
MaxMara sandalias en piel; (es.maxmara.com).
 

Entraste en Bellas Artes y lo dejaste.

Me preparé las pruebas con una amiga arquitecta. Me dijeron que una de ellas era hacer un busto y estuve practicando. Cuando llegué a Salamanca, efectivamente era un busto, pero de caballo. Inmediatamente me di cuenta de que aquello era imposible. Tras nacer mi hijo me volví a matricular, pero lo dejé de nuevo por circunstancias de la vida. 

Si ahora tuvieras que volver a la universidad, ¿qué elegirías?

Física, sin duda. Me encanta leer sobre física cuántica, así, a lo tonto. No tengo ni idea, pero me divierte mucho. Pienso que siempre hay tiempo, así que tal vez me decida más adelante. 

Me da la impresión de que tu vida es una sucesión de dudas muy productivas.

Esto lo comento mucho con mi hijo, que tiene 15 años. Yo no he sabido nunca qué quería hacer. Tengo la sensación de que venía un tren y me subía. Si me molaba me quedaba y si no, me bajaba. Con los años te das cuenta de que lo que hay que hacer con la vida es disfrutarla con la gente que quieres. El resto, poco vale. Somos privilegiados por haber nacido, por el lugar en el que hemos nacido y por hacer lo que queremos. 

¿La relación con tu adolescente progresa adecuadamente?

Tenemos días. Hay algunos realmente complicados y muy dolorosos. Tienes la sensación que no solo es su adolescencia; también la tuya. He llegado a la conclusión de que en la vida hay muchas adolescencias además de la propia: si eres madre una vez tendrás otra, si lo eres por partida doble, tendrás dos más... Voy a cumplir 60 años y a veces mi hijo me coloca en situaciones a las que no tengo ni idea de cómo enfrentarme a pesar de los años. Pero luego es verdad que me divierto mucho. Esta mañana me ha dicho: “Si me llegan a decir que iba a tener una relación contigo como la que tengo, no me lo habría creído en mi vida”. Somos los dos muy brutos. Pero si pongo todo esto en una balanza, creo que gana lo bueno. 

¿Sigues reivindicando el valor de la mujer madura?

Tengo dos reivindicaciones fijas: una, que es que soy una mujer madura y en algunos años seré una mujer vieja, y otra, que no soy una actriz secundaria. ¡Cómo no vamos a reivindicar las mujeres maduras que somos! Pero además es que ahora se está dando una vuelta a la cultura de la juventud que nos coloca otra vez en la cola, como si la sabiduría que da la edad no fuera un buen aliado. Y respecto a lo de actriz secundaria... Los actores y actrices no tenemos una especialidad en la carrera que sea secundaria o de reparto. Somos intérpretes y punto; los secundarios son los personajes. Me parece muy triste etiquetar así a la gente. Lo que pretendo es que se den premios al personaje, al mejor personaje secundario. Lo otro te coloca en una situación de debilidad, porque tienes menos metraje para desarrollar tu papel y un sueldo más bajo. Y si encima eres mujer, ni te cuento. Y si además eres madura, peor me lo pones. 

Siempre has dicho que nunca te has considerado una mujer guapa. De las pocas que verbaliza algo semejante teniendo en cuenta lo esclavas que hemos sido (y somos) de la mirada ajena.

Sigue siendo así. Es un síntoma de que no estamos haciendo las cosas bien. Continuamos sometidas a esa presión, pero también hay algo ahí de que nos dejamos. Yo estoy dispuesta a que me fotografíen y salgan mis arrugas. Sé lo que quiero, estoy contenta con la edad que tengo y no volvería para atrás nunca. Me siento agradecida de llegar a mis años en estas condiciones físicas y tal como soy. Pero es algo que decimos solo unas cuantas porque se trata de una cuestión social. Es lícito que cada uno haga con su cuerpo lo que le salga de las narices, llevar su imagen como quiera y presentarse como le dé la gana, faltaría más. Pero tienen que tener la misma cabida ellos que una persona de 60 años que se quiere mostrar ante el mundo tal cual es.

Hablando de condiciones físicas... ¿Sigues saliendo a correr todos los días?

Ahora juego a voley. Empecé a hacerlo en la playa con mi pareja, mi hijo y un amigo y me enganché. Al volver miré si había voley para mayores en mi pueblo (vive en las afueras de Madrid) y no encontré nada. Así que me dediqué a reclutar a  gente de 40 o más interesada en este deporte. También te digo que yo soy la de más edad, pero tenemos hasta lista de espera. Hay incluso un equipo de mayores de 60 y una liga. En Argentina esto es muy común, pero aquí no tanto. Para lograrlo me tuve que plantar en medio del polideportivo y decir que no me movía de allí hasta que nos permitieran montar un equipo. Yo creo que me lo concedieron porque pensaron que si seguía en mis trece lo mismo me iba a acabar dando un ictus o algo (risas).