“Basta un cambio repentino de la temperatura o hasta una imprevista emoción, para que el cutis de las personas con la piel sensible se enrojezca inmediatamente”, explica la doctora Victoria Páez, con clínica homónima en Málaga. Y es que la piel sensible se caracteriza por presentar sensaciones desagradables, como pinchazos, tirantez o ardor, a veces asociadas con la sequedad de la piel y el enrojecimiento.
Esto es lo que da lugar a que la piel sensible sea bastante fácil de reconocer, pero no tanto de tratar y sobrellevar cuando se padece. Además hay que tener claro que todos los tipos de piel, ya sean secas, grasas o mixtas, pueden sufrir este tipo de episodios. Si quieres saber qué tipo de piel tienes, no te pierdas nuestro test.
¿Qué factores dan lugar a la piel sensible?
Fundamentalmente los expertos hacen una clasificación de dos tipos de factores, los externos y los internos. Dentro de los externos sobresalen sobre todo el clima y los cambios de temperatura. El excesivo calor, el frío o el viento desencadenan la liberación de histamina, la molécula causante de la piel sensible. Esto provoca molestas sensaciones de comezón, y hace que los vasos sanguíneos se dilaten, dando como resultado el enrojecimiento, algo que puede llegar a provocar arañas vasculares, según indica la doctora Victoria Páez.
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Dentro de los factores internos, la ingesta de comida picante, por ejemplo, puede provocar enrojecimiento. La capsaicina que encontramos en la comida picante puede activar los receptores de irritación de la piel. Por otro lado, el alcohol provoca la dilatación de los vasos sanguíneos de la piel, lo que produce rubor y enrojecimiento. Por último, en algunos casos, los síntomas de intolerancia al gluten también se reflejan con episodios de irritación en la piel.
Cuidados y tratamientos para la piel sensible
Lo primero que hay que tener en cuenta es la alimentación: “Se debe incluir en su dieta diaria alimentos ricos en vitamina C (naranjas, kiwis, fresas, etc.). Por otro lado, tiene que reducir al mínimo el consumo de bebidas alcohólicas así como de alimentos picantes o con muchas especias”, explica la doctora Páez. Otra precaución que indica la especialista a tener en cuenta es evitar lo lugares demasiado cálidos y húmedos como saunas y baños de vapor: “son demasiado agresivos y pueden romper los capilares”, apunta Páez.
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¿Cómo limpiar la piel sensible?
A la hora de hacer la limpieza debe realizarse con productos específicos para piel sensible, formulados especialmente para pieles sensibles, “estos no contienen alcohol ni ácidos derivados de las frutas, que podrían causarle daños a los tejidos cutáneos externos”, explica la doctora.
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La especialista también apunta a la importancia de nutrir y proteger la piel: “Se debe proteger siempre y en todo momento la piel con productos que contengan filtros solares, durante todas las estaciones del año, no importa si hace frío o calor. Asimismo, debe utilizar una crema hidratante en todo momento”. Esta crema debe tener componentes adecuados para la piel sensible que calme la irritación y la tirantez, como las ceramidas, la niacinamida o la glicerina.
Los mejores productos para cuidar la piel sensible