Con permiso de Sigourney Weaver y del resto de actrices que desfilaron sobre la alfombra roja instalada en la Feria de Valladolid, esperábamos su llegada como agua de mayo. Hablamos de Penélope Cruz y su entrada triunfal en la 38ª edición de los Premios Goya, en los que posó tanto en solitario como junto al director Pedro Almodóvar. 

¿Qué modelito escogería para la ocasión? ¿Sería su look de belleza el más aclamado? Las apuestas estaban servidas y las quinielas hechas.

Penélope Cruz en los Goya 2024: vestido de Chanel y peinado Mob

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Si algo teníamos claro es que como buena embajadora de Chanel, el vestido en cuestión estaría firmado por la maison francesa y así fue. Se trataba de un modelo de Alta Costura perteneciente a la colección Otoño-Invierno 2024, repleto de lentejuelas multicolores dibujando flores a lo largo de toda la pieza. Tirantes finos, escote cuadrado, corte a la cintura y un efecto dos piezas generado por una fina capa de tul negro que partía de esta hasta acariciar el suelo.

Sin embargo, lo que más nos llamó la atención no fue el vestido, sino su peinado. Una elección que en seguida nos trajo a la mente a otra de las actrices más en boga del panorama internacional: Zendaya. La actriz se apuntaba al Mob, una melena de tipo bob que se sostiene por encima de los hombros y que cuenta con capas invisibles para ganar en volumen y dinamismo.

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Al igual que hizo Zendaya en los Premios NAACP Image en febrero del pasado año, Penélope abogó por la raya a un lado y las raíces ahuecadas, añadiendo ondas suaves a la altura de las puntas para agregar volumen y enmarcar el rostro. En el caso de Penélope, su melena ganaba en matices, brillo y dimensión por la presencia de las mechas woodlights con las que nos conquistó recientemente.

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En cuanto al maquillaje brillaba por su discreción y centraba la atención en su mirada, perfectamente perfilada con eyeliner y vestida de sombras metalizadas. Su piel resplandecía luminosa y con ese aspecto glossy al que nos tiene acostumbradas, mientras los labios se quedaban en un segundo plano en un tono rosa de acabado aterciopelado y mate. 

En conjunto, un look ganador e inspirador en toda regla.