Los datos son aplastantes: el 20% de la sociedad española tiene algún tipo de tatuaje en la piel, pero entre ellos un 70-80% se arrepentirá de él en los siguientes cinco años. "El desamor, las modas, un cambio en el estilo de vida o un mal resultado estético son los motivos principales para querer eliminar un tattoo", dice la dra. Adriana Ribé, de Ribe Clinic. ¿Te sientes identificada? Afortunadamente, hay solución para eliminar de tu cuerpo cualquier huella del pasado.

Y con estos datos no es de extrañar que la eliminación de tatuajes con láser sea uno de los tratamientos más demandados en medicina estética en los últimos tiempos. "El láser es la solución más efectiva para borrar para siempre ese tatuaje que ya no quieres llevar contigo. Pero no es inmediato. Ya que se necesitan varias sesiones (de 2 a 12) para eliminarlo por completo, pues depende de factores como tamaño, grosor, profundidad de la tinta, localización y antigüedad", explica Elisabeth Álvarez, directora de Inout Barcelona. Así que hay que tener un plus de paciencia y presupuesto.

El láser: el método más seguro y eficaz

Hacer tatuajes es todo un arte y eliminarlos de forma definitiva y sin marcas ¡también! El láser es el procedimiento más seguro, eficaz y selectivo, ya que cada color absorbe distinta longitud de onda. Sin embargo, es más caro eliminarlo que hacerlo ya que cada sesión ronda los 50 euros y a veces se necesitan hasta 12.

"Actualmente se utilizan los láseres de Q- Switched, que consiguen romper la tinta en pequeños fragmentos, para ser eliminados posteriormente por el organismo. La innovación dentro de estos, son los aplicadores fraccionales, que permiten eliminar de forma más eficaz el tatuaje sin dañar la piel" comenta la dra, Mercè Campoy, médico estético y propietaria de la clínica que lleva su nombre. Y nos explica los factores que influyen para lograr el borrado completo:

  • El tipo de tinta que utiliza el tatuador, su densidad y composición química. Es importante saber qué tinta han aplicado para valorar sesiones y resultados.
  • La profundidad de la tinta en la piel y el grosor de la epidermis. En la piel fina es más fácil quitarlos.
  • La zona en la está el tatuaje. Zonas con más irrigación requieren menos sesiones, y en cambio los que están más alejados del corazón necesitan más sesiones. Por eso, los tatuajes en manos y tobillos son más difíciles de quitar.
  • La antigüedad del tatuaje, cuanto más antiguo, a partir de 5 años, más fácil de eliminar.
  • El metabolismo del paciente, ya que el láser rompe la tinta en pequeños fragmentos, que el organismo a través del sistema linfático irá eliminando.
  • El color del tattoo, el negro es el más fácil de eliminar; en cambio los colores más claros (amarillo, rosa, verde o violeta) son más difíciles de eliminar.

Recomendaciones antes de hacerte un tatuaje

¿Sigues pensando en hacerte un tattoo? Lee las recomendaciones que apunta la dra, Adriana Ribé ¡son ceccesarias! Y si luego te arrepientes (la vida da muchas vueltas) tendrás más seguridad a la hora de eliminarlo. Eso sí, acude a un especialista que cuente con la tecnología apropiada para borrar en cada caso el tatuaje, sin dejar cicatrices ni marcas.

  • El establecimiento donde tatúen debe ser un lugar homologado que garantice las medidas de seguridad.
  • Piensa que la zona en la que se realiza el tatuaje puede tener consecuencias en el futuro. Por ejemplo, un tatuaje en la zona lumbar puede contraindicar una anestesia epidural para el parto o una cirugía de las piernas.
  • La composición de la tinta. Por ejemplo, el color rojo puede tener níquel y existe un elevado porcentaje de la población con alergia al níquel. Por eso es posible que al hacer el tatuaje, se produzca una alergia importante con cicatrices queloides, y al eliminarlos, un shock anafiláctico con gran riesgo para el paciente.
  • Los colores que se seleccionan para el tatuaje. Los colores más difíciles de eliminar son los verdes, azules claros, amarillos, naranjas y fluorescentes.
  • La capa de la piel en la que se va a introducir la tinta. Hay tatuajes con tinta inyectada de forma homogénea en la dermis mientras que otros tienen una distribución irregular de la tinta en varias capas de la piel.