Cómo mantener el rostro firme y jugoso a partir de los 50: los trucos definitivos para una piel hidratada y luminosa

El paso del tiempo y los efectos de la menopausia se traducen en manchas, sequedad, pérdida de densidad, flacidez y arrugas marcadas. Expertos nos explican las causas y todos los tratamientos que la piel necesita durante esa década.

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Olga Tarin

Periodista especializada en belleza.

17 de enero de 2023, 12:11

A partir de los 50 años la piel sufre cambios importantes que se traducen en manchas, sequedad, pérdida de densidad, sensibilidad, flacidez y arrugas marcadas. Al inevitable paso del tiempo se unen los efectos de la menopausia. ¡Que no cunda el pánico!

Cada piel envejece a su manera y hay que tratarla de forma personalizada. "Hay pieles muy cuidadas que llegan muy bien a los 50 y otras en las que el envejecimiento empieza más temprano. La genética es muy importante ya que las pieles grasas envejecen mejor que las finas y claras, y los rostros con estructuras óseas muy marcadas tienen menos tendencia a la flacidez. Lo que está claro es que la madurez nos llega a todos y sus consecuencias se pueden prevenir y tratar. Ganar jugosidad e hidratación es clave para lograr firmeza", explica Alicia Merino, dermatóloga estética de Dermik.

Qué le pasa a la piel a los 50

La menopausia es un proceso biológico y fisiológico del que resulta imposible escaparse. La piel se transforma mientras ocurre, pero también a posteriori. “La bajada de estrógenos provoca la rotura de las fibras de colágeno y elastina. ¿Las consecuencias? Favorece la aparición de arrugas y pliegues profundos acompañada de flacidez. Se empieza a notar además un adelgazamiento de la dermis que progresivamente, hace que se pierda el contorno facial y se descuelguen los tejidos”, comenta Raquel González, cosmetóloga de Perricone MD. ¡Y eso no es todo!

“Las incipientes manchas que hasta hace poco podías controlar con un toque de maquillaje se convierten en léntigos visibles a simple vista. La estructura de la capa córnea cambia, provoca sequedad y mayor sensibilidad ante las agresiones externas. La renovación celular se ralentiza, la superficie cutánea se vuelve rugosa e irregular y la microcirculación se hace más lenta. Por estos motivos la piel se muestra opaca y grisácea”, asegura Begoña Gómez, experta en tratamiento de Yves Rocher.

Rutina cosmética a partir de los 50 años

Hay seis activos fundamentales en la rutina básica de pieles maduras. "La vitamina C es un ingrediente indispensable por su capacidad de aportar luminosidad a la tez cetrina o apagada. Por la noche, la estrella de la rutina es el retinol, ingrediente imprescindible a partir de los 40 años que ayuda en la renovación de la piel y acelera su regeneración. ¿Los resultados? Una piel más tersa, repulpada y uniforme. Eso sí, hay que tener cuidado con las pieles sensibles.

Para evitar reacciones lo ideal es incorporarlo a la rutina de forma progresiva una a dos veces por semana. También recomiendo el uso de ceramidas, que son los lípidos encargados de crear la barrera natural en la piel que previene la sequedad y desnutrición. Utilizar a diario ácido hialurónico, activo hidratante por excelencia, es clave para aportar jugosidad y elasticidad. Los péptidos actúan como cimiento para el colágeno y la elastina. Sin ellos, la piel pierde firmeza, aparecen las arrugas y muestra un aspecto cansado. Por último, es necesario proteger la piel del fotoenvejeciemiento con tratamientos hidratantes de uso diario que contengan factor de protección solar alto”, advierte Inmaculada Jiménez, directora de formación de skincare de Sephora.

Tratamientos en cabina a partir de los 50

La oferta de protocolos y tratamientos en los centros estéticos es tan amplia que resulta difícil saber cuál es el más indicado para mantener la jugosidad y firmeza en pieles maduras. "Hay que tener en cuenta que a esa edad el soporte de la piel y su calidad disminuye de forma considerable y todo lo que funcionaba antes ya no es tan efectivo o deja huella estética.

El mejor camino es optar por renovar el tejido. Por eso, lo ideal es invertir en sistemas de regeneración como luz pulsada intensa (IPL), radiofrecuencia médica (Thermage) y láseres fraccionados superficiales (Fraxel). El combo perfecto para dar jugosidad y firmeza. Una piel más fuerte es más firme. Los estimuladores de colágeno como Sculptra o Radiesse refuerzan la estructura interna de forma muy natural. El ácido hialurónico inyectado y el botox se pueden utilizar una vez al año (dos como mucho) y en muy poca cantidad para tener resultados naturales", incide la dra. Alicia Merino. 

Y ahora te presentamos una selección de cosméticos infalibles para aumentar la hidratación y luminosidad a partir de los 50 años.

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