Seguro que has oído hablar muchas veces del exfoliante pero aún tienes dudas acerca de cómo se usa, cada cuánto, qué tipos hay o si es tan necesario como para incluirlo en nuestra rutina beauty. Aquí te las resolvemos todas.

¿Qué significa exfoliar la piel?

Cuando hablamos de exfoliar la piel ni más ni menos nos estamos refiriendo a limpiarla en profundidad liberándola de células muertas e impurezas y, de esta manera, potenciar su belleza natural. Además, a través del masaje que se suele dar al aplicarla también activar la circulación sanguínea.

¿Para qué sirve el exfoliante?

Un exfoliante es un gel, crema o enzima limpiadora cuya fórmula cuenta con pequeñas partículas que ayudan a retirar las células muertas del la piel dejándola libre de células muertas e impurezas, lo que ayudará a potenciar los resultados de cualquier tratamiento posterior, como la crema hidratante, porque permitirá que esta llegue a las capas más profundas de la dermis. Y lo mejor es que no hace falta que te gastes mucho dinero en exfoliantes, porque también puedes hacerte tú misma un exfoliante casero, aquí te contamos cómo.

¿Cómo se usa un exfoliante?

Es muy sencillo, para usar tu exfoliante solo debes masajearlo suavemente por el rostro con pequeños movimientos circulares (o por el cuerpo si se trata de un exfoliante corporal) evitando las zonas sensibles como la de alrededor de los ojos y la boca. Empieza por la frente ​y continúa hacia las sienes y ve bajando por el rostro. Luego, frota suavemente desde el puente hacia la punta de la nariz. Tras esto, debes extender el exfoliante desde las aletas de la nariz hasta las mejillas y bajar hasta la zona de la barbilla y la mandíbula. No olvides aclarar el exfoliante con abundante agua tibia.

¿Cada cuánto usar un exfoliante?

Cada cuánto debes hacerte una exfoliación dependerá del producto que uses y de tu tipo de piel (si no lo sabes, ahora puedes averiguarlo con este TEST). Como norma general los expertos recomiendas hacerlo una vez por semana en el caso de pieles normales y secas y dos si se trata de una piel grasa. En el caso de las pieles sensibles lo preferible es hacerlo solo una vez al mes, en todo caso consulta con tu dermatólogo para salir de dudas.

Y ahora ya sabes todo lo que tienes que conocer acerca de los exfoliantes, lo importante es que vayas probando varios en tu piel y ajustes la cantidad y la periocidad a tus necesidades. Si te animas a incluirlo en tu rutina de cuidados semanales verás como tu piel lo notará.