1-7

1 / 7

Anna R. Costa, la mujer detrás de 'Arde Madrid'

Anna R. Costa ha desatado la locura y es muy consciente de ello. Arde Madrid ha supuesto un antes y un después en su vida. Ya no es solo la mujer de Paco (León); ahora es la escritora que ha dado vida a una serie de culto. Juntos, han creado una serie honesta y estéticamente deliciosa. 

¿Qué ha significado Arde Madrid para ti? Ha sido genial, una locura. Tanto a nivel de volumen de trabajo como de repercusión. Lo que empezó siendo "la serie de Paco León" ahora es de los dos. Y he notado por parte de todo el mundo la necesidad e felicitarme. 

En tu vida profesional has sido guionista, dramaturga, productora ejecutiva, directora... A la hora de definirte, ¿cómo te sientes? Soy escritora, me siento creadora de historias. Cuando entregas tu historia a un director, la suele contar de otra manera a como tú la tienes imaginada. Y por eso me gusta dirigir. Quiero que la historia se perciba tal cual a como ya la he pensado. 

2 / 7

Anna R. Costa y su trayectoria profesional

Cuéntame cómo llegaste hasta aquí. Estudié filología, me licencié después en dirección y dramaturgia en el Instituto del Teatro de Barcelona y, como tuve un hijo muy joven, a los veinte años, compaginé mi vida de madre con la de estudiantes. Después, estuve haciendo mis pinitos como dramaturga al mismo tiempo que daba clases como profesora de bachillerato. Recuero que vivía con ansiedad esa época, porque quería meterme de lleno en lo mío. 

Así que empezaste a dedicarte a la escritura un poco más tarde de lo habitual. A veces pasa. Si entras muy joven y de lleno en la escritura, cumples los cuarenta y parece que ya has terminado de contarlo todo. A mí me ha pasado al revés. Yo he empezado de verdad a los cuarenta. Tenía muchas cosas que contar en el cajón... Así que me ha ido muy bien. 

3 / 7

Arde Madrid, con Paco León

Arde Madrid ha significado tu mayor reconocimiento hasta la fecha. Pero estar detrás de Paco León ha sido muy difícil. Paco es mucho Paco... Como diría Delibes, la sombra del ciprés (o de Paco) es muy alargada. Es un talentazo impresionante, tenía empatía, su arte llega a todas partes, tiene muchas escalas. Ser su compañera y estar a su altura ha sido complicado. 

¿Os habéis llegado a pelear? Sí, porque como esto lo había diseñado yo y había encontrado mi lugar, estaba muy presente todo el tiempo. Y el trabajo de encajarnos, que estuviese lo mío y lo suyo y que el producto funcionara no ha sido nada sencillo. 

¿Habíais trabajado juntos antes? Hace veinte años habíamos rodado Con lengua, un corto escrito por mí donde él era actor. Allí nos conocimos y empezó la simpatía. Después, también he colaborado en "las Carminas" en el guion, y hemos hecho dos cortometrajes, escritos por Paco y dirigidos por mi: Vaca paloma y La vuelta a la tortilla

Debe ser complicado trabajar con tu pareja... Muy difícil, sí, porque no hay filtros. Conoces todas las expresiones, las miradas, sabes dónde quiere llegar con ese comentario, cuándo puedes o no puedes ceder... Y luego está el hecho de que Paco tiene una carrera muy reconocida, en primera línea, y una responsabilidad hacia su propia carrera. Así que ceder ese espacio para meter mi arte y quitar un poco del suyo no ha sido un proceso fácil... A veces sufría y me decía: "¿Y si lo tuyo no funciona?". 

¿Qué diferencias principales existen entre "lo tuyo y lo suyo"? Diferencias en cuanto a contenido. Si te fijas, en sus películas él propone un juego, de sus directrices y todo se construye junto a los actores allí mismo, en el momento, gracias a la improvisación. Mi escritura, en cambio, nace de la realidad histórica y también de lo inventado, pero a partir de esos dos elementos se crea el argumento. Y eso no se puede improvisar, porque se pierde toda la información. Así que en Arde Madrid hemos hecho un trabajo distinto. Ahora sabemos que nos ha salido muy bien, que el tándem ha sido buenísimo. Pero hasta que no lo hemos hecho, no sabíamos si iba a funcionar o no. 

4 / 7

Arde Madrid y el contenido femenino

El universo femenino de la serie es muy tuyo... se nota. Sí, eso venía un poco de una obra de teatro que escribí hace tiempo, junto a otros dramaturgos, que se llamó El manual de la buena esposa, en la que tratábamos toda la educación femenina en los años del franquismo. Después, yo seguí investigando y de allí salió el personaje de Ana Mari. Cuando la puse en contacto con una mujer como Ava Gardner, aquello explosionó. 

Ahora que estás escribiendo la segunda temporada, ¿no te meten prisa? En este mundillo que va tan rápido, una persona como tú, que escribe una serie de culto, un producto diferente, ¿cómo lo lleva? Mal, ¡todos me meten prisa! Partiendo del mismísimo Paco, que como él no trabaja así, le gustaría estar rodando ya... En la actualidad se consume todo muy rápido. Con Instagram no paras de consumir imágenes, puede que una persona vea más de 1.000 fotografías al día. Las series también se ven de forma muy rápida; a la gente cada vez le gusta menos el cine, porque parece que te tienes que desplazar y echar la tarde para ir a una sala y eso va a 'contrarritmo' de la vida... Me da muchísima pena. Hay ejercicios que requieren su tiempo, como la lectura, que no puede ser rápida. Escribir necesita su tiempo, ir al cine también... Lo quemamos todo demasiado rápido. 

Parece que el contenido, que es lo más importante, ya ha perdido su valor. Yo mato para que todo tenga contenido. Y creo que eso se nota en lo que hago. No te puedes hacer a la idea de toda la gente que me ha escrito personalmente para decirme que con Arde Madrid he creado temas de diálogo en la familia o conversaciones entre abuelas, madre y nietas sobre cosas que nunca habían hablado, como métodos anticonceptivos o relaciones sexuales con un solo hombre. Cosas que damos por sentado y que una chica joven, hoy en día, no se puede ni imaginar. El buen contenido va unido al buen consumo y a la vida misma. Y el mal consumo, igual que entra, sale. No se agarra, no es fructífero. Esto es lo que yo pienso. 

 

5 / 7

Anna, una mujer de pueblo (como Inma Cuesta)

¿Qué otros proyectos tienes ahora? Tengo un guion escrito de na película que me apetece mucho rodar; eso está al caer. Y ahora, con el boom de Arde Madrid, no paran de llamarme y estoy muy feliz. La semana pasada me ofrecieron un proyecto chulísimo que estoy muy tentada de aceptar... Ya te contaré. 

He leído que te consideras "muy de pueblo". ¿Cómo es eso? Soy muy de pueblo, sí señora (risas). Soy de un pueblecito de Barcelona, Castellar del Vallés se llama. Justo ahora me van a hacer un homenaje. Ya sabes, los pueblos tienen estas cosas: pasan la serie, me hacen una entrevista, vienen todo el pueblo a verme y es muy emocionante. 

Como en Cinema Paradiso, cuando él vuelve al pueblo... Me encanta. ¿Qué es o bueno de haber nacido y vivido en un pequeño centro? Tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. La vida de pueblo es más pausada, porque el ritmo baja y eso hace que la gente sea distinta, que todo sea un poquito relativo, más familiar. Las personas crecen y evolucionan de otra manera. Y cuando llegas a la gran ciudad, te das cuenta de que la gente es un poco más frívola, más fría, sencillamente debido al ritmo de vida que llevan. Cuando empecé a ser una profesional de todo eso, notaba enseguida quién era de pueblo y quién no. Nosotros tenemos una mirada diferente frente al mundo, nos fijamos más en los pequeños detalles, y los personajes que construimos son distintos, tiene muchas más capas. 

¿Y nunca te sentiste acomplejada en la gran ciudad? Durante mucho tiempo tuve mis prejuicios y sí, también complejos. Hasta que escribí el personaje principal de Arde Madrid y llegó Ana Mari. 

Ana Mari como metáfora de España. Ella me ha liberado de ser de pueblo. Ha sido emocionante para mí exponer a una mujer de pueblo y entregarla a esa fauna de la diva de Hollywood y a ese Manolo buscavidas y ver qué bien se realiza, cómo sabe moverse entre toda esa gente porque tiene un poder... 

El poder de la calma. Nada le asusta; tiene el poder de la inteligencia y la calma de no abrumarse por alguien que representa algo más. Ella es, no representa nada. Yo soy un poco Ana Mari. Con su ayuda me he reconciliado con mi pueblo. 

E Inma Cuesta además lo borda... A Inma le propuse yo sin saber que también era una chica de pueblo. Para ambas, ha sido como una hermandad. El trabajo de Inma ha sido un engranaje espectacular. No imagino a ninguna otra actriz que hubiese completado mejor lo que yo tenía en la cabeza. A Inma le digo: "Gracias por entenderlo tan bien, abrirte y darlo todo". A la mujer de pueblo se le ve la raíz, como a ella. No sé quién dijo: "Tú abandonas el pueblo pero el pueblo no te abandona a ti" (risas). Pues es cierto. Total y completamente cierto. 

6 / 7

Anna R. Costa y su familia

¿Volverás algún día a Castellar del Vallés? A pasar tiempo sí; de hecho, vuelvo a menudo para estar con mi familia. Pero vivir no. Tengo allí a mi madre y a tres de mis seis hermanos: la tintorera, el abogado y la pedagoga del pueblo. Son como instituciones. 

¿Ha sido tu madre una gran fuente de inspiración para escribir? Hay muchísimo de mi madre y de mis tías en Ana Mari. Son mujeres muy fuertes, con una determinación a prueba de bomba; no las mueve nada ni nadie de su objetivo. Mi madre es una bala. Una vez la disparas, ella va allí. Sin complejos, sin hacerse de menos porque alguien sea más guapo, más alto, más rico... 

Tienes mucho de tu madre entonces, me parece a mí. Me encanta que me lo digas. Mi madre es una mujer espectacular, tiene 87 años y una sabiduría de la vida y de la muerte increíble. Me siento a hablar con ello durante horas. Ahora se merece que la cuidemos, ha llegado su momento del mimo. Y todo este reconocimiento hacia mí y hacia mi trabajo, ella lo está viviendo muy intensamente, está superfeliz. Mi padre murió hace 16 años. Él llevaba el cine del pueblo y las primeras películas que vi, con tres años, fueron en su cine. Me sentaba allí en una butaca y me decía: "No te muevas de aquí hasta que venga a buscarte". Y se iba a vender las entradas. Luego se subía a la sala de proyección y yo mientras le esperaba... Y ya no está, me da mucha pena, porque él también lo hubiese disfrutado muchísimo. Mis padres me han enseñado ese espíritu de "lo que tú eres, nadie te lo va a quitar". Y así es. Te pueden quitar el dinero, tu marido se puede ir de casa, tus amigas pueden dejar de hablarte... Todo se puede ir menos quién tú eres y tus conocimientos. Y eso es lo que puedes entregar. Ese es tu mejor legado. 

7 / 7

Ava Gardner, forever

Arde Madrid ha sido un gran triunfo para Paco León y Anna R. Costa, directores de la serie. La segunda temporada empezará a rodarse en septiembre de este año y tiene previsto su estreno en 2020. Es la primera serie española rodada en blanco y negro y narra la vida de la actriz Ava Gardner en Madrid, en los años sesenta desde el punto de vista de sus empleados domésticos.