La genética es curiosa, y se compara con la ventaja que ofrece el paso del tiempo, más todavía. Solo hay que ver el caso de Julio Iglesias y su hijo Enrique. Ambos debieron hacer un pacto con el diablo para seguir pareciendo jóvenes más allá de los 45 -siguiendo los pasos del abuelo-, los dos han hecho largas carreras en la música y han formado familias numerosas. Pero, hay una cosa en la que no se parecen en absolutamente nada: a las mil y una mujeres a las que el padre ha estado vinculado en algún momento de su vida, solo se pueden escribir con seguridad el nombre de dos en el historial amoroso del hijo. Y no vamos a hablar de ninguna de ellas, sino de una tercera de cuya relación solo hay rumores y ninguna certeza, pero todo el mundo tiene en la cabeza que fueron novios.

Hoy, en historias de amor vintage, el noviazgo que todo el mundo da por hecho y es muy probable que no fuera verdad, el de Enrique Iglesias y Jennifer Love Hewitt. Para poder entender por qué para los veteranos del lugar, de millenials para atrás, esta es una relación real como la vida misma, hay que retroceder dos décadas en el tiempo. Iglesias todavía no había conocido a su actual mujer, la extenista rusa Anna Kournikova, con la que forma el matrimonio entre celebrities más sorprendente del mundo: nadie daba un duro por ellos, llevan casi veinte años juntos y acaban de tener a su tercer hijo hace apenas unos meses. Tiene otros genes de su apellido paterno, es evidente, pero el del amor en Enrique debe ser… Un momento, ¿de quién es? ¡Preysler tampoco puede ser! Será que en el amor la genética no importa.

CUANDO SE UNEN AMOR Y TRABAJO

En cualquier caso, lo que sí le gusta al artista español es vincular trabajo y vida personal. Vamos, lo que le pasa a Mario Casas o a Blanca Suárez, que pasan de discernir entre una cosa y la otra. Y hacen bien, para qué tanta tontería. Si a Kournikova la conoció en el rodaje de su tema Escape, Jennifer Love Hewitt, icono de finales de los 90 gracias a la peli de culto Sé lo que hicisteis el último verano, se cruzó en su camino poco antes porque compartieron cámaras en el clip de Héroe, uno de los temas famosos de toda la carrera de Enrique. No sabemos si porque el apellido de la actriz texana ayudaba a ello -no da ni para gag lo de Love y amor, perdón- o si fue el contenido del vídeo, en el que se mostraban muy acaramelados por motivos de guion sus dos protas, pero el caso es que las noticias sobre su supuesto noviazgo se dispararon desde entonces. Fundamento, en realidad, ninguno.

Hemos sido incapaces de encontrar una sola prueba documental de ello de aquella época, en la que ambos eran jóvenes estrellas en sus respectivas facetas profesionales, y solteros. Detalle importante este último, sobre todo en el caso de Iglesias, al que se le conocían muy pocas relaciones hasta la fecha. Tan solo una confirmada con la actriz y modelo Samantha Torres y una supuesta ni más ni menos que con Christina Aguilera, que tampoco se confirmó jamás. Es curioso que el supuesto idilio con la famosa cantante nortemericana no se recuerde y sin embargo se da por hecho en el ideario popular que sí estuvo saliendo con Love Hewitt.

Seguramente, se trata de uno de esos casos en los que la ficción se confunde con la realidad y la perspectiva del paso del tiempo hace que ambas líneas temporales se fundan y se acabe dando por hecho que lo que se vio en la pantalla pasó también en la realidad. Pero nadie, excepto ellos y algún privilegiado más, sabe casi dos décadas después si fueron pareja. Sí se sabe que él lo negó en su momento porque así fue publicado en revistas como en las que el artista catalogó primero a Jennifer como “encantadora” y después como “una muy buena amiga”. Y se sabe también que recientemente, este mismo año, el propio Iglesias recordó el decimonoveno aniversario del lanzamiento del exitoso videoclip con una publicación en su perfil oficial de Instagram en la que dejó una reseña que, la verdad, da que pensar. “No puedo creer que ya sean 19 años desde que escribí esta canción. Hay tantas historias detrás de cámaras, tanto buenas como malas. Siendo honesto, no puedo creer que lo lográramos. #TierraDeLosAgradecimientos #AgradecidoConElEquipo»”. ¿Sería una de esas historias, buena o mala, su relación con la actriz nacida en estadounidense?

Como nos suele pasar a menudo en esta sección, será esta una pregunta que se quede sin responder para siempre con casi toda seguridad. No es que no interese mediáticamente, pero no ayuda ni el hecho de que Love Hewitt viva una vida alejada de la primera plana mediática junto a su marido y los dos hijos que tienen en común -puedes ver lo cambiada que está en su perfil de Instagram (https://www.instagram.com/jenniferlovehewitt/)-, ni que Enrique Iglesias haga lo propio junto a Anna Kournikova y sus tres retoños en su retiro de Miami. Sería difícil que alguien se atreviera a preguntarles por aquello hoy en día y tampoco abundan las oportunidades, así que solo nos queda que el destino nos regale una visita de alguno de ellos al show de Andy Cohen y este no nos falle -confiamos ciegamente en él, ya lo sabéis los lectores habituales de nuestras historias de amor vintage- y nos saque de esta duda en la que nos ahogaremos si nadie lo remedia. Fuera verdad o no, por lo menos hemos podido dar caché a una sección de amor en la que no podía faltar el apellido Iglesias, y de paso te hemos metido en este mar de dudas a ti también. Así no seguimos solas a la deriva en él, que vivías tan tranquila pensando en que efectivamente lo del videoclip de ‘Héroe’ no fue actuado sino inspirado en una historia de amor real fuera de las cámaras y eso no puede ser. No es justo. -------