Sofía Gredilla, doctora en medicina estética: "Uno de los errores más comunes es pensar que cualquier procedimiento puede realizarse en verano"

Llega el verano y con él la ‘urgencia estética’. Todas queremos tener una piel sin imperfecciones con más luz, más piel al aire y más ganas de ver resultados visibles en poco tiempo. Pero, ¿todo vale cuando suben las temperaturas? No. Es más, deberías tener mucho cuidado, porque hay un factor que en verano actúa de aliado y de enemigo: el sol.

Según la doctora Sofía Gredilla, especialista en medicina estética en el Instituto Médico Antiaging, “uno de los errores más comunes es pensar que cualquier tratamiento puede realizarse en primavera o verano. No es así. Hay que saber elegir”, explica.

¿Y cómo aprender? Lo primero y más importante siempre es contar con un experto que nos asesore y que vea de cerca cuáles son las necesidades de nuestra piel, porque sorpresa: no todas necesitan lo mismo. También hay que desterrar los mitos. 

Los mitos más comunes de los tratamientos de verano

1/ “¿Estoy a tiempo de hacerme algo antes del verano?”

Sí, lo estás. “Existen tratamientos exprés que, bien indicados, pueden ofrecer resultados visibles en pocos días”, apunta la doctora Gredilla. Lo importante no es tanto el tiempo como el enfoque, ya que, como te decíamos, la clave está en el diagnóstico individualizado y en ajustar expectativas.

2/ “Todos los tratamientos son compatibles con el sol”

Ya lo creo que no. Aquí no hay matices. Los tratamientos que provocan descamación, como el láser o los peelings profundos, no son recomendables en verano. ¿La razón? “Aumentan el riesgo de hiperpigmentaciones y complicaciones asociadas a la exposición solar”, explica la experta.

3/ “Los tratamientos exprés no hacen milagros”

Los milagros no existen si no estás en tierra santa, y aunque sentimos ser nosotras la que te rompamos las ilusiones, no hay un tratamiento exprés que lo consiga. Sirven como impulso, no como solución definitiva. “Ningún tratamiento sustituye a un estilo de vida saludable ni a una rutina de autocuidado constante”, recuerda Gredilla. Eso sí, bien indicados, pueden darte ese plus de luminosidad, hidratación o firmeza que buscas.

4/ “En verano no se pueden hacer peelings”

Sí se puede, pero con cabeza. “Los peelings superficiales o formulados específicamente para esta época no provocan fotosensibilidad”, señala. También puedes optar por tratamientos íntimos, como los que aplica la doctora Llaneza en el Instituto, sin riesgo de manchas.

5/ “Tomar el sol borra los efectos de la medicina estética”

A ver, el sol no anula los resultados, pero sí puede acelerar el envejecimiento si no usas fotoprotección. El combo ideal: medicina estética más protección solar más antioxidantes (tópicos u orales).

6/ “Si tengo la piel bronceada, ya no necesito tratamientos faciales”

Sería fantástico, pero el bronceado disimula, no trata. “No combate la deshidratación, el daño oxidativo ni la pérdida de firmeza”, aclara la doctora. De hecho, el verano puede empeorar la calidad de la piel si no se acompaña de tratamientos adecuados.

7/ “No se puede sudar tras inyectarse ácido hialurónico o neuromoduladores” 

Esto es verdad, y un pelín complicado en verano. Tras estos tratamientos, sudar (y todo lo que implica: calor, fricción, vasodilatación) no es buena idea. “Es esencial evitar movimientos que interfieran en la fijación del producto durante las primeras horas”, explica Gredilla. Por lo que, hay que dejarlos para cuando haga frío.

8/ “Los tratamientos corporales sólo funcionan si empiezo meses antes”

Esto es un mito. Hay protocolos exprés (de 2 a 4 sesiones) que dan resultados visibles en semanas. Desde mesoterapia reafirmante hasta radiofrecuencia, el verano también puede ser una buena ventana de autocuidado. Tenemos menos estrés, y hay más tiempo y mejor actitud.

9/ “El calor anula los efectos de los tratamientos”

Esto vuelve a ser otro mito. El problema no es la temperatura, sino la técnica. “Una infiltración bien hecha no se ve afectada por el calor ambiental”, aseguran desde el Instituto. Lo que sí hay que evitar es la exposición directa al sol justo después del tratamiento.

10/ “No me ha dado tiempo a pincharme toxina y tengo un evento esta semana”

Buenas noticias: ya existen neuromoduladores con efecto visible en tres días. Y si no llegas, siempre puedes tirar de alternativas rápidas: una sesión de radiofrecuencia, un peeling suave o un skinbooster pueden darte el efecto glow que necesitas.

Cómo tener una piel bonita en verano

• Aplica protector solar todos los días, incluso si está nublado o no vas a la playa.
• Reaplica el fotoprotector cada 2 o 3 horas si estás al aire libre.
• Limpia tu piel mañana y noche para evitar acumulación de sudor, grasa o restos de protector solar.
• Mantén una buena hidratación bebiendo agua y utilizando cremas o sérums ligeros.
• Evita la exposición solar directa entre las 12:00 y las 16:00 horas.
• Usa productos calmantes tras la exposición al sol, como aloe vera o after sun.
• Exfolia suavemente una vez por semana para renovar la piel sin irritarla.
• Apuesta por antioxidantes tópicos como la vitamina C para reforzar la protección frente al daño solar.
• No uses agua demasiado caliente al ducharte, puede resecar más la piel.
• Descansa bien: durante el sueño la piel se regenera de forma natural.