Hugh Jackman
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Ahora que nos encontramos en pleno verano vuelve a ponerse sobre la mesa la importancia de proteger la piel frente al sol (aunque es algo que debemos de hacer todo el año). Esto no es algo que haga referencia solamente a las posibles quemaduras, sino que puede derivar en problemáticas mucho más graves y que, por desgracia, siguen aumentando en cifras.

En este contexto surgen figuras como el actor Hugh Jackman, que en una reciente confesión reveló que ha vuelto a someterse a biopsias por sospecha de carcinoma basocelular.

Lleva una década lidiando con esta enfermedad y es por ello que no duda en hablar del tema cada vez que tiene oportunidad, reafirmando la importancia de usar un fotoprotector a diario. La piel tiene memoria y, aunque no lo veamos, todo daño suma a largo plazo.

No solo en la playa: el protector solar debe usarse a diario

Uno de los principales errores que se comenten en torno a la protección solar, es pensar que solo la tenemos que utilizar cuando vamos a estar tumbados en la playa o la piscina, o en esos días en los que está completamente soleado. Y es que esto solo es la punta del iceberg. La radiación ultravioleta (UV) está presente todo el año, incluso cuando está nublado.

Esto es algo que Hugh ha recordado varias veces, afirmando que la piel guarda cada rayo solar que absorbemos con el paso del tiempo. “En mi caso, todo esto comenzó hace 25 años. Y ahora está saliendo a la luz. Pónganse protector solar. Se lo van a pasar igual de increíble ahí fuera. Por favor, cuídense”, afirmaba el actor.

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En su caso, el peligro fue que nunca usó fotoprotector de pequeño mientras vivía en Australia, según comentó a la revista People. Y es que este es uno de esos hábitos que debemos de incorporar en nuestras vidas cuanto antes, mejor. Es necesario elegir un protector con amplio espectro (UVA y UVB), SPF 30 como mínimo, y adaptarlo al tipo de piel y estilo de vida. “Por favor, usa protector solar. No vale la pena, por muy moreno que quieras estar. Créeme”, insistió.

Además, en el caso del rostro (que es la zona del cuerpo que tenemos expuesta todo el año), lo recomendable es invertir en un producto específico que cuente con algunos extras añadidos como antioxidantes, ingredientes reparadores y una textura agradable, para asegurar su uso continuado.

La reaplicación: el paso que no debe faltar

Otro error, y este aún más habitual que el anterior, es no reaplicar el protector solar. Muchas veces pensamos que, una vez que lo hemos utilizado antes de salir de casa, este protegerá durante todo el día. La recomendación general es reaplicarlo cada dos o tres horas, especialmente si estamos al aire libre.

Esto suele ser lo que acaba produciendo más daño solar, porque nos confiamos en que estamos protegidos y la sobrexposición acaba incidiendo de una forma más intensa en la piel. Cada vez se quiere concienciar más en este paso, por lo que muchas firmas cosméticas han lanzado opciones cómodas, e igual de eficaces, para que seamos constantes: brumas, polvos solares o sticks transparentes son los más cómodos.

Qué protector solar escoger según tu tipo de piel

Como bien te hemos comentado anteriormente, no todos los protectores solares son iguales y tenemos que invertir en uno que se adapte a nuestras necesidades cutáneas. A continuación, te dejamos un listado con todas las opciones posibles:

  1. Piel grasa o con tendencia acneica: lo mejor en estos casos son opciones con texturas ligeras como geles, fluidos o lociones oil-free con acabado mate. Es esencial que las fórmulas no sean comedogénicas y pueden incluir activos seborreguladores (como niacinamida o zinc).
  2. Piel seca: en este caso buscamos también ese extra de hidratación que hace falta, y que se acentúa con la llegada del calor. Opta por protectores en crema o bálsamos con ingredientes hidratantes como ácido hialurónico, glicerina o ceramidas.
  3. Piel sensible: hay que ir con cuidado, ya que cualquier cosa puede sentarnos mal. Por ello, lo mejor son los protectores solares físicos o minerales (con óxido de zinc o dióxido de titanio), ya que son menos propensos a causar rojeces e irritaciones.
  4. Piel con manchas: es una de las consecuencias de la exposición solar continuada, así que tenemos que ir con cautela para que no se nos oscurezcan aún más. Ingredientes como la vitamina C, E o el ácido ferúlico son muy efectivos.
  5. Piel madura: lo ideal es un producto que combine protección solar con activos antiedad, como péptidos, retinol o ácido hialurónico. Además, podemos invertir en una opción con color, para conseguir ese efecto rejuvenecedor y de “buena cara” al instante.

El testimonio de Hugh Jackman tiene que tomarse como una advertencia importante. No es algo que debamos tomarnos a la ligera, ya que puede tener consecuencias devastadoras en nuestra salud. Antes de salir de casa, piénsalo dos veces, y usa el protector solar (y no olvides de llevarlo siempre encima para reaplicarlo).