cindy crawford
GTRES

Llevas toda la vida buscando los mejores productos de belleza para conseguir los mejores resultados, porque al final, quieres lo que queremos todas, un rostro resplandeciente y sin arrugas, manchas o marcas de acné.

Aunque conseguirlo ya no es tan sencillo, pero ¿y si te dijera que Cindy Crawford tiene un truco que funciona de maravilla a sus 59 años (y probablemente lo tengas en tu nevera)? Suena bien, ¿verdad? Pues atenta, porque solo necesitas un brick de leche. 

cindy crawford
Gtres

La industria de la belleza es así. Cuando crees haberlo visto todo, llega una de las supermodelos más icónicas de los 90 para confesar que su secreto mejor guardado (y más inesperadamente económico) no es un cosmético de laboratorio coreano ni una fórmula exclusiva con nombre impronunciable.

Es una mezcla casera de agua mineral y leche entera que ella misma se pulveriza cada noche antes de dormir. ¿Resultado? Una piel fresca, hidratada y con ese brillo de haber dormido ocho horas mínimo, aunque en realidad no siempre sea así.

¿Lo mejor? Puedes replicar este truco ahora mismo sin salir de casa. Basta con mezclar a partes iguales agua mineral y leche entera, guardar la mezcla en la nevera y aplicarla sobre el rostro con un algodón (o un pulverizador, si eres más del team niebla facial).

¿El objetivo? Despertar con la piel suave, uniforme y tan luminosa que parecerá que tienes un anillo de luz incrustado en la frente. “Lo hago durante años como paso final de mi rutina nocturna, justo antes de irme a dormir, y funciona. Al día siguiente mi piel está suave, uniforme y luminosa”, cuenta la top model en sus redes sociales.

Por qué pulverizar agua y leche es buena idea

cindy crawford
Gtres

Aunque parezca un poco difícil de creer, “la mezcla tiene mucho sentido dermatológico. La leche contiene ácido láctico, proteínas, vitaminas A, D y B2, y un nivel de grasa que suaviza e hidrata hasta las pieles más secas.

Por su parte, el agua mineral ayuda a unificar el tono, reducir imperfecciones y dar ese acabado jugoso que, aviso, engancha. "Es el tipo de truco que haría tu abuela, pero aprobado por dermatólogos”, nos cuenta Isabel Muñoz, directora Técnica de WOmum Madrid.

Eso sí: si lo vas a probar, la clave está en la constancia. Como ocurre con muchos remedios naturales, los resultados ni son instantáneos (ni sustituyen una buena crema o sérum con una buena formulación). Hay que ser paciente. 

La propia Cindy Crawford ha dicho que este truco de belleza empieza a notarse tras varias semanas de uso continuado (en torno a los tres meses). Así que si te animas, conviene que tengas siempre lista tu botellita mágica en la nevera y lo conviertas en parte de tu ritual de autocuidado. No es pegajoso, no huele mal y, sorpresa, también funciona como tónico hidratante si lo aplicas por las mañanas antes del protector solar.

El método Crawford: así es su rutina completa

Cindy no se queda solo con su icónico elixir de leche. Su rutina, según cuenta en sus redes sociales, comienza lavando bien el rostro, dejando secar y aplicando un sérum facial (su favorito, uno de durazno con textura tipo gel). Después viene el contorno de ojos —que extiende suavemente con ayuda de dos esferas de cristal frías para desinflamar— y, como no podía ser de otra forma, una buena dosis de protector solar.

¿El maquillaje? Cada vez menos. “Me he dado cuenta de que conforme envejezco utilizo menos maquillaje. Lo que es contradictorio, pero eso también significa que cuidar de tu piel es más importante porque no utilizas el maquillaje para cubrir”, confesó. Su look se ha vuelto más natural con los años, aunque nunca le falta una base fluida aplicada con brocha, corrector en puntos estratégicos, algo de colorete en crema, un toque de sombra marrón y labios en tono rosado. Sencillo, clásico, pero siempre impecable y adaptable para cualquier escenario. 

Tónico casero de leche y agua: sí tiene sentido

Más allá de la nostalgia por los trucos de belleza old school, hay una explicación real detrás del éxito de esta mezcla. Como te decíamos, el ácido láctico de la leche es un exfoliante suave que ayuda a renovar la piel, aclarar manchas y mantener la hidratación. “En cosmética, se usa constantemente en sérums y peelings suaves”, nos cuenta desde el centro de belleza WOmum. ¿La diferencia? Es que aquí viene en su forma más pura y asequible. El agua mineral, por su parte, equilibra, calma y rehidrata, convirtiéndose en un complemento perfecto.

Este dúo es ideal para pieles maduras que tienden a perder luminosidad y elasticidad con el paso del tiempo. Si a eso le sumas un estilo de vida saludable (ya sabes: comer bien, dormir suficiente, evitar el sol sin protección y reducir el estrés), tienes el combo perfecto para una piel que no necesita filtros.