Tinte y lifting de pestañas
Hayley Kim Design for Unsplash

APÚNTATE AQUÍ A NUESTRA NEWSLETTER PARA RECIBIR LAS ÚLTIMAS NOVEDADES DE INSTYLE

“A mí me conoces: nunca me ha gustado arreglarme en exceso y siempre he sido de salir de casa con un poquito de eyeliner, la raya pintada abajo o algo de máscara de pestañas. Sí que notaba, a la hora de maquillarme, que el ojo quedaba un poco soso, como si le faltase fuerza”, describe Paula, compañera de InStyle. Fue este pasado verano cuando pensó en la liberación (mascarilla mediante) de poder ir todos los días con la cara lavada y no tener que hacerse ABSOLUTAMENTE NADA. Entonces lo comentó a varios maquilladores con los que, por su trabajo como fotógrafa, coincide a menudo en shootings. “Lo que me trasladaban era que mis pestañas estaban bien de longitud pero que las tenía demasiado planas. Además, como soy de base castaña clara, a la pestaña le faltaba profundidad y rizo”, cuenta Paula.

Dicho y hecho. Se puso a buscar centros especializados, a los que llamaba para pedir información -“no me quiero sentir antinatural y no me me apetecía nada pensar en ponerme una pestaña con aspecto artificial, aunque ahora las postizas estén mas logradas”-. Le respondieron que, tratándose de la primera vez, le recomendaban hacerse un tratamiento de tinte y lifting.

¿En qué consiste el tinte y lifting de pestañas?

“No se tarda demasiado, unos 45 minutos/1hora. Te aplican una serie de líquidos para rizar la pestaña, teñirla y fijarla. Luego me tuve que dar una pizca de crema en el párpado y debajo del ojo porque la piel, que es tan delicada en esa zona, se quedó un poco seca y ‘rara’. Aparte de eso, todo fenomenal”, explica Paula.

Han pasado casi dos meses del tratamiento (se lo hizo el 13 de agosto). Al mes, las pestañas seguían estando rizadas. Habían perdido un poco de tinte, que nuestra compañera solucionó poniéndose un poco de máscara (aquí, una selección de las mejores que hemos probado). “Me dijeron que podía volver si se había caído del todo (a otras clientas les dura más). El tiempo mínimo entre tratamiento y tratamiento es de mes y medio, para no estropear la pestaña. Después, puedes volver a hacértelo”.

Los resultados

Paula quedó encantada. “Si quiero estar más elegante para salir, con ponerme un poco de máscara de pestañas ya me veo guapa. No necesito ni eyeliner. El que me hago ahora es finísimo en comparación con el que me hacía antes del tratamiento”*.

*El tratamiento se lo hicieron en Lashes & Go, de Las Tablas. Cuesta 45 €.