Entrar en Nobu, aunque solo sea para contemplar las vistas 360 sobre la ciudad de Barcelona, es imprescindible. El aperitivo de un espectáculo que llega a su culmen con la comida de este japonés, situado en la planta 23 del hotel del mismo nombre, y cuya cocina vista es otro de esos aspectos de los que puede y debe sacar pecho. Difícil hacer una selección entre las muchas delicias de su carta, pero hay varios must que marcan la diferencia, entre ellos, el tartar de toro con caviar (sí, es el que aparece en la foto); el bacalao negro con miso; la lubina (diferentes preparaciones) o, por supuesto, el sushi maki y el nigiri & sashimi. Esto así como orientación, porque lo cierto es que el menú de este restaurante que lleva el nombre de su creador, Nobu Matsuhisa (quien ha extendido su buen hacer por medio mundo, justo es decirlo) alcanza otro nivel, en gran parte gracias al buen hacer de Sergio Martínez, el hombre tras los fogones, y a la calidad de la materia prima que vale lo que cuesta. Por lo demás, la atención es sublime y hay ambientazo.
Reservar