Las danesas se han convertido en todo un referente a seguir que destaca precisamente por su estilo a la hora de esquivar las tendencias más en auge. Ellas siguen su propio ritmo, sus propios pasos y su propia esencia, convirtiéndose con ello en las prescriptoras de moda que más destacan, y que han conseguido superar a las francesas.
Pese a que las francesas y las danesas tienen códigos de vestimenta bastante similares, también contemplan ciertas diferencias que las distinguen. Las primeras son la clara definición de elegancia y sobriedad; las segundas tienen un lenguaje propio que combina lo mejor de los dos mundos: atemporalidad y modas pasajeras.
El Copencore y el Plazacore: el legado de las danesas
Tal es su influencia que han dado nombre y apellidos a varias corrientes estilísticas como el Copencore o el Plazacore. Y aunque muchas puedan pensar que el hecho de seleccionar (y muy bien) prendas clásicas pueda resultar soso, austero o incluso decadente, lo cierto es que el resultado es onírico, sostenible y tan classy como ecléctico.
No obstante, y cada vez está más claro, la clave para que esto sea así reside en su confianza a la hora de llevar sus estilismos. Ellas son quienes llevan la ropa, no la ropa a ellas. No tienen nada que demostrar, pero su presencia habla por sí sola; y aunque no son amantes del color, los detalles en sus looks marcan la diferencia.
Claves para vestir como las nórdicas
- Apuesta por básicos de buena calidad que duren años y años y que tengan estructuras limpias y cortes rectos.
- No te dejes guiar por estampados demasiado ostentosos o colores demasiado excéntricos. En sus armarios, la mejor apuesta siempre son los colores neutros y algún que otro tono ultrafavorecedor, como el naranja o el azul cobalto.
- La confianza es clave, al igual que sentirte cómoda, guapa y segura de ti misma.
- El toque de color siempre en los accesorios.
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