Faldas con volumen, camisas blancas con hombros enfatizados por volantes, escotes palabra de honor estructurados, pantalones negros de cintura alta y pinzas que se ajustaban al tobillo, lazadas, mangas abullonadas, joyería XL... el desfile de Wes Gordon para Carolina Herrera, que tuvo lugar anoche en el interior de un palacete en New York, condensó todo lo que podríamos esperar de la casa newyorkina que celebraba su 40 aniversario en el mundo de la moda.

La colección que presentó ayer el director creativo de la firma ensalzó el glamour y la irreverencia de la década de los ochenta con una colección de prendas, entre las que destacó el vestido como eje principal, animada de rojos, rosas y caléndulas y prints florales y lunares característicos de la casa. Pero la combinación de blancos y negros fue la que más se vio anoche entre las propuestas de la firma con sede en New York.

Las propuestas para la primavera de 2022 giraban sobre las mangas con personalidad, abullonadas y maximalistas continúan siendo una seña de identidad de la casa, evolucionando hacía volantes en los hombros que enmarcan delicadamente el rostro. Los estampados florales brillantes mezclados con lunares evocan interminables noches de verano, mientras que el estampado vichy con lentejuelas se vio en trajes elegantes y minivestidos.
Respecto a las joyas, la firma apuesta por la tendencia estrella que empezará a sonar con fuerza el próximo otoño: maximalismo y atrevimiento. Los complementos, zapatos y bolsos, de CH Carolina Herrera pusieron los detalles a un desfile donde todo quedaba en casa y el maquillaje lo firmaba Carolina Herrera Beauty.