Con la subida de las temperaturas, los vestidos se convierten en la prenda estrella gracias a su frescura, versatilidad y capacidad para adaptarse a todas las ocasiones. Una de las claves más importantes a la hora de elegirlos es el corte: los diseños con siluetas fluidas, tipo evasé, cruzados o con caída en A, son especialmente favorecedores porque no marcan en exceso y crean una sensación de movimiento y ligereza que estiliza.
El color es otro factor determinante. Tonos claros como el blanco, el beige, los pasteles o el azul cielo tienen el poder de reflejar la luz, aportar luminosidad al rostro y disimular el calor, además de resultar atemporales.
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Para quienes prefieren una estética más sofisticada, los tonos tierra o los clásicos negro y azul marino siguen siendo apuestas seguras. Los estampados también suman: los florales pequeños, los lunares delicados o los cuadros vichy sutiles rejuvenecen y aportan dinamismo, sin recargar el conjunto.
En cuanto a los tejidos, el algodón, el lino y las mezclas naturales siguen siendo los más deseados por su capacidad de transpiración, suavidad al tacto y aspecto relajado. Estos materiales permiten que la piel respire, evitan la acumulación de sudor y tienen una caída natural que acompaña el movimiento del cuerpo, favoreciendo la figura sin rigidez.
Por último, lo esencial es elegir vestidos que inviten al movimiento y a la frescura, sin importar la edad. Un diseño bien pensado puede realzar la personalidad, favorecer la autoestima y adaptarse con elegancia al estilo de vida. Los mejores vestidos de verano son aquellos que, además de sentar bien, permiten disfrutar del calor con ligereza, sin perder de vista el estilo ni el confort.
El vestido de Zara que cumple con todos los requisitos que importan este verano
Encontrar el vestido perfectopuede suponer todo un reto, ya que hay muchos factores que tenemos que tener en cuenta, pero no es imposible. Teniendo en cuenta todo lo anterior que te hemos comentado, nos hemos puesto manos a la obra para encontrar el modelo al que siempre recurras en cualquier cita estival.
Zara ha sido nuestra firma ganadora, como no podía ser de otra manera, empujándonos a salir de nuestra zona de confort (pero siempre desde la máxima elegancia). Esto se debe a que el vestido cuenta con uno de los colores que, para nuestra sorpresa, se ha impuesto por completo en la industria: el amarillo.
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Es una tonalidad que nos encanta para verano, ya que nos ayuda a resaltar el bronceado de nuestra piel y queda bien a todo el mundo. El corte midi siempre es un acierto, el cual se equilibra con los tirantes finos ajustables, ideales para estilizar los hombros y asegurar la frescura.
Otro detalle que nos ha convencido es el fruncido en la zona del abdomen, que permite disimular barriga y moldear la figura de manera eficaz. El lino es el material protagonista, del cual ya te hemos adelantado todas sus ventajas estilísticas para la época de altas temperaturas.
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Vestido amarillo de Zara, 69,95 euros (4043/068/300).
Cómo combinar el vestido de Zara para un look cómodo y elegante de temporada
A la hora de conjuntarlo, queremos complementos que vayan en sintonía y que equilibren el resultado del look sin que quede sobrecargado. Por ello, hemos escogido unas sandalias planas marrones en versión minimalista y un capazo de mimbre, que siempre es la guinda perfecta en esta época del año.
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Capazo de Sézane
Es un sencillo, atemporal y una de las mejores versiones que hacer en tu fondo de armario veraniego. Tiene cabida en cualquier ocasión que se te presente, especialmente cuando escogemos uno sencillo pero eficaz, como este con los detalles en piel (220 euros).
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Sandalias de mint&rose
Si eres de las que quiere que el confort esté siempre presente, pero sin poner en riesgo ni un ápice de sofisticación, entonces estas sandalias son todo lo que buscas. Con un diseño minimalista, con las tiras asimétricas, son ideales para conjuntar con el vestido de Zara (159 euros).