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@cindycrawford

Cindy Crawford es un ejemplo de que la belleza, si te cuidas como es debido, siempre está ahí, tengas la edad que tengas. Es uno de los rostros más reconocidos del mundo del modelaje, camino que actualmente sigue su hija Kaia Gerber.

Pero lo más fascinante de Cindy no es su trayectoria impecable, sino su capacidad de evolución. En un mundo donde las tendencias cambian en cuestión de segundos, ella es fiel a la naturalidad y esos trucos o productos que le funcionan.

Eso sí, esto no significa que no se haya sabido reinventar y adaptar a los nuevos tiempos. “En cuanto al mundo de la belleza, el mayor cambio es la diversidad. Cada vez hay más, y me parece fantástico. Gracias a las redes sociales, todos pueden ser modelos en cierto sentido. Vemos reflejadas muchas más formas de belleza: desde el peso y la altura, hasta usar maquillaje natural o más recargado”, explicaba a la revista Byrdie.

Un maquillaje que evoluciona con el tiempo

Una de las anécdotas más reveladoras de la entrevista es cuando Cindy recuerda la primera vez que trabajó con el famoso maquillador Hung Vanngo. Según lo que afirmaba a la revista, estele dijo: “Seguro eres una de esas chicas de los 90 a las que les gusta mucho el rubor”. Entonces recordó ella veía a las amigas de su madre y decía: “Siguen usando delineador azul”.

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Gtres

“Así que trato de actualizarme. A veces veo a Kaia con labial rojo y pienso “quizá yo también”. Luego me lo quito. Pero al menos lo intento”, añadía. Esto es algo que todas deberíamos hacer. Encontrar ese punto de equilibrio entre lo que nos gusta y llevamos usando décadas, pero que al mismo tiempo no quede desfasado, ya que puede sumar años en lugar de restarlos.

Su enfoque ahora se basa en una piel más luminosa y natural, resaltando los puntos fuertes de su rostro, en lugar de querer esconder lo que no le gusta a toda costa. De ahí que ahora prefiera texturas ligeras, productos que aporten frescura, y ese tipo de maquillaje que no se nota, pero que transforma por completo.

Labios rojos, su nueva puesta

 Los labios rojos, como te hemos mencionado anteriormente, es una tarea pendiente para la modelo, pero que no descarta a futuro próximo. El rojo es un color que puede parecer arriesgado o demasiado llamativo, pero lo cierto es que bien aplicado, tiene unas ventajas estéticas infinitas y súper favorecedoras.

kaia gerber
Gtres

El truco, según los expertos (y según lo que ella misma ha descubierto), está en elegir fórmulas más hidratantes, con acabados satinados que aporten jugosidad y no se asienten en las líneas. Esto deja por completo relegados a un segundo plano los productos mate, debido a que resecan demasiado y pueden cuartearse con el paso del tiempo. ¿El resultado? Un rojo menos rígido, más fresco, que ilumina el rostro sin endurecerlo.

Cómo maquillar los labios rojos con elegancia y precisión

La clave para lucir unos buenos labios rojos no está solo en el producto, sino en la técnica con lo que los maquillamos. Lo primero: la hidratación. Podemos abogar por un bálsamo emoliente antes de empezar, el cual evita que el labial se cuartee o marque esos pliegues que te hemos comentado.

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@greceghanem

Luego, el perfilador se convierte en aliado imprescindible, no solo para definir el contorno sino para evitar que el color se salga. Para ello, podemos usar un perfilador en el mismo tono que el labial, o un poquito más oscuro (pero no demasiado), repasando el contorno natural de nuestra boca o sacándolo un poco por fuera para añadir volumen extra, siempre con cuidado de no pasarnos.

Una vez aplicada la barra de labios, retiramos el exceso con un pañuelo y reaplicamos una segunda capa ayuda a fijar el pigmento sin convertirlo en una máscara. Un último tip, y que se ha convertido en toda una fiebre del makeup, es combinarlo con mejillas ligeramente sonrosadas y ojos suaves. Recuerda, a los 60 “menos es más”.

Las ventajas de unos buenos labios rojos

  1. Revitaliza el rostro: es un simple gesto que marca por completo la diferencia, aportando luminosidad, dinamismo y energía, consiguiendo ese efecto “buena cara” al instante.
  2. Contrasta y armoniza: el rojo enmarca la boca, define los rasgos y puede ser un gran aliado para desviar la atención de zonas como ojeras o líneas de expresión.
  3. Efecto “lifting”: nos ayuda a elevar visualmente el rostro, centrar la mirada en la parte media y crea un efecto tensor natural sin necesidad de retoques estéticos.
  4. Realza el blanco de los dientes: algunos tonos de rojo (especialmente los de base azulada) contribuyen a que la sonrisa se vea más blanca y limpia.
  5. Estiliza sin exigir perfección: es clave escoger un buen tono de rojo, ni muy anaranjado ni demasiado oscuro, el cual rejuvenece sin parecer forzado.

Más allá de los productos, lo que Cindy transmite es una nueva concepción del maquillaje. Si hasta ahora lo habías enfocado a esconder esas cosas que no te gustan del rostro, es el momento de hacer del maquillaje una forma de expresión, empoderamiento y un camino propio hacia la autenticidad.