Blake Lively_Lip Contour
GTRES

La Generación Z ha elevado el skin‑care y el maquillaje a la categoría de deporte olímpico: todo se aprende, se perfecciona y, por supuesto, se comparte en TikTok. La última disciplina en conquistar el feed son los plump lips, unos labios más carnosos y jugosos que se logran —prometen las que saben de ello— sin pasar por la consulta de un médico estético.

Puede parecer una novedad recién salida del laboratorio de las creators, pero lo cierto es que este boom tiene historia… y bastante picante.

Cuando los labios sabían a fuego

Antes de los famosos aros de luz y los tutoriales en 4K, las millennials ya experimentábamos con fórmulas DIY para sumar volumen. La prueba viviente es Blake Lively. La actriz confesó en su cuenta de Instagram hace unos meses que, en el instituto, mezclaba su lip gloss con “cantidades alarmantes” de chili para inflamar ligeramente la zona y presumir de boca XL. “Me encantaban las malas ideas”, bromeó en su post recordando aquel hack doloroso –una anécdota que agradeció no tener que repetir gracias a su maquilladora Carolina González, que contó la anécdota en la revista People.

Blake Lively_Lip Plump
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De los vampire lips al reinado del plump

El año pasado suspirábamos por los vampire lips: un degradado rojo oscuro, casi sangriento, que evocaba la clásica “boca mordida” coreana. Ahora, la tendencia vira hacia la tridimensionalidad y la luz. El objetivo es lograr un efecto voluminoso, hidratado y brillante, casi como si el labio hubiera recibido un filtro 3D. Las razones del éxito son sus resultados inmediatos -sin pinchazos ni recuperación- y uso de los productos propios de nuestro neceser.

Los rostros que han dictado sentencia

Hailey Bieber, Kylie Jenner y la beauty gurú Huda Kattan llevan meses mostrando su versión del “labio nube” (o Cloud Lips) en Reels y Stories cada una con su propio recetario de productos. Cuando ellas hablan, el algoritmo escucha, y las estanterías de las perfumerías responden con reposiciones exprés.

¿Lista para sumarte? Manual de ocho pasos (apto para agendas humanas)

Las firmas saben que necesitamos un tutorial, y dos gigantes del maquillaje, como Charlotte Tilbury o L’Oréal Paris, han publicado guías detalladas del lip contouring en sus páginas webs. Hemos destilado ambas para que tengas la hoja de ruta definitiva:

  1. Preparación gourmet: Exfolia suavemente e hidrata con un bálsamo nutritivo. Piensa en esto como la pre‑base del rostro: sin un lienzo liso y una base hidratada, no hay obra maestra.
  2. Lápiz labial un tono más oscuro: Recuperamos el espíritu 90’s, pero en versión 2025: el perfilador debe ser apenas un semitono o tono más profundo que tu barra, lo justo para esculpir sin que el contraste cante.
  3. Difuminado estratégico: Con pincel de labios o yema del dedo, funde el trazo hacia el centro. El truco está en suavizar las comisuras para evitar bordes duros y favorecer la ilusión de relieve.
  4. Color base más claro: Rellena el labio con tu tono protagonista. Para mayor efecto “cojín”, aplica un segundo matiz aún más claro justo en la zona central del labio inferior. Se trata de imitar la reflexión natural de la luz.
  5. Re‑tocar para volumen extra: Dedica 10 segundos extra para repasar ese centro con otro toque del labial más claro que usamos en el paso previo. Las capas finas suman 3D sin sensación pastosa.
  6. Corrector invisible: Con un pincel y mínima cantidad de producto, perfila el contorno externo para pulir y dar luz. Kylie Jenner no se salta jamás este paso, y por algo es la reina del overlining impecable.
  7. Sombras que engañan al ojo: Un brochazo de polvos bronceadores (o tipo mousse) justo bajo el labio inferior crea la sombra natural que engaña al cerebro: parece que el labio proyecta más volumen.
  8. Baño de gloss (u oil): El broche final es una fórmula brillante. Cristalina si buscas naturalidad, teñida si eres fan del tono sobre tono. Hailey Bieber jura por sus Peptide Lip Tints; las fans más clásicas prefieren el Lip Oil de Dior. 

El tiempo estimado es de 7‑8 minutos frente al espejo. Está claro, que no es un look exprés de ascensor, pero compensa cada segundo cuando toca selfie.

Por qué no duele (y antes sí)

Los primeros lip maximizers de los 2000 se basaban en mentol, alcanfor y pimienta para lograr una dilatación instantánea, con ello se conseguía el deseado efecto plump. De ahí ese escozor que todas recordamos. Las fórmulas de 2025 sustituyen los irritantes por péptidos y ácido hialurónico encapsulado: hidratan, alisan y, de paso, dan un leve toque refrescante sin convertir el momento en un test de tolerancia al picante.

 

Shopping list para principiantes:

 

  • Lip Cheat Contour Duo de Charlotte Tilbury: dos lápices nude pensados para perfilar y sombrear en un solo gesto.
Lip Cheat Contour Duo
Charlotte Tilbury
  • Colour Riche Intense Volume Matte de L’Oréal Paris: acabado aterciopelado y ligera sensación de relleno.
Colour Riche Intense Volume Matte
L'Oréal Paris

 

  • Dior Addict Lip Glow Oil: brillo espejo con tratamiento; no altera la arquitectura del labio ya creada.
Dior Addict Lip Glow Oil
Dior

¿Y el vampire lip? Sigue siendo válido

Si tu estilo es gótico chic o te privan los granates densos, puedes fusionar ambos mundos: perfila con burdeos, difumina hacia dentro y termina con gloss cristal. El resultado es un “plump vamp” que arrasa en los feeds nocturnos y siguen siendo el favorito de las coreanas.

Conclusión (y moraleja millennial)

Hemos viajado del gloss con chili a la ciencia del contorno labial, de los recreos a los lives en HD. La obsesión por la boca perfecta no es nueva, pero hoy la abordamos con más conocimiento (y menos lágrimas). La próxima vez que deslizes el dedo por TikTok y aparezca en bucle un tutorial de plump lips, recuerda a Blake Lively y su dramático aliño mexicano: nosotras ya no necesitamos sacrificar papilas gustativas para lograr un resultado de portada.

Así que prepárate, perfila, difumina y brilla; porque, queridas, los labios de 2025 se llevan grandes, luminosos y, ante todo, cómodos.