Hemos pasado seis divertidos meses jugando a las adivinanzas y siguiendo cualquier pista que pudiera indicarnos quién sería el afortunado que se quedase al frente de Chanel, después de que Virginie Viard anunciara su salida en junio, tras treinta trabajando para la enseña. Por fin, Matthieu Blazy ha sido nombrado director creativo a los pocos minutos de que anunciase su salida de Bottega Veneta, y de que Louise Trotter dejase Carven para tomar su relevo. Si este juego de sillas te parece poco, John Galliano también ha dicho adiós a Maison Margiela después de una década al frente, dejando en el aire hacia dónde se dirigirán sus pasos. Sin duda un cierre de año a la altura de lo sucedido en los últimos meses.
Blazy, hace tan solo unas horas, escribió en su cuenta de Instagram un comunicado delicado y dulce: "Al maravilloso equipo de Bottega, gracias por la gran aventura", junto a la imagen de una mano sosteniendo un ramo de flores de crochet, mientras que la firma francesa lanzó un comunicado en el que Bruno Pavlovsky, presidente de Chanel, ha dicho: "Estoy encantado de dar la bienvenida a Matthieu Blazy. Estoy convencido de que sabrá jugar con los códigos y el legado de la maison, a través de un diálogo permanente con el estudio, nuestros ateliers y nuestras maisons d'art. Su personalidad audaz, su enfoque innovador y poderoso de la creación, así como su dedicación a la artesanía y a los materiales, llevarán a Chanel por nuevos y emocionantes caminos".
¿Quién es Matthieu Blazy?
Lo cierto es que hace un par de meses, tras un desfile celebrado en Marsella, Pavlovsky habló con los medios y aseguró que el nuevo fichaje “no sería una estrella, sino alguien dispuesto a trabajar por la marca”, lo que hizo que los más avispados pensaran en el que entonces director creativo de Bottega Veneta.
La carrera de este parisino ha sido tan discreta como meteórica, y aunque no ha formado parte del ‘mainstream’ de la moda, su obsesión por los detalles y la innovación le preceden. Hizo sus prácticas en Balenciaga y John Galliano, donde aprendió el lenguaje de la provocación y la perfección técnica, y apenas graduarse en La Cambre, Raf Simons lo fichó en su equipo para hacer de Calvin Klein una marca cargada de intención. También trabajó para Maison Margiela y Celine, bajo la tutela de Phoebe Philo.
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Suzy Menkes dijo en sus redes sociales que era “el secreto mejor guardado de la moda” hace una década, lo que le costó su despido de Margiela al verse roto ese halo de misterio que tanto le gustaba al fundador de la enseña, quien hasta la llegada de Galliano, tenía prohibido que se supiera el nombre de sus creativos. Así, en el anonimato, fue Blazy quien creó aquellas mascarillas con incrustaciones de cristales para la gira Yeezus de Kanye West.
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En 2021, tras haber trabajado mano a mano con Daniel Lee en Bottega Veneta, se queda con la dirección creativa de la firma italiana, y lo que ha sucedido en estos años ha sido pura magia. Las camisas de franela y los vaqueros de cuero más virales, sus bolsos artesanales XXL que recuerdan a una hoja de plátano, o una falda con flecos que se coló en todas las listas de deseos; todas ellas son la prueba de que el lujo va más allá de la ostentación. Sus desfiles eran auténticos viajes sensoriales y siempre con alguna colaboración con importantes firmas de interiorismo.
Ahora, en Chanel, le toca reescribir los códigos de la maison respetando su esencia, conectando con las nuevas generaciones y, lo que se antoja más complicado, dejando atrás el legado de Karl Lagerfeld que parece inundarlo todo.