Amo a Anne Hathaway y sé que tú también: 10 momentos y looks ICÓNICOS que nos hacen quererla aún más

Si tengo que mencionar a una actriz que ha protagonizado mi niñez, mi adolescencia (y mi paso por la edad adulta), esa es Anne Hathaway. Porque da igual de qué bando seas: Princesa por Sorpresa, El Diablo se viste de Prada, Los Miserables... No hay película mala, y lo mejor no es que sean atemporales (que lo son), sino que a medida que pasa el tiempo, te das cuenta de que son mejores a cómo los recordabas. Eso, y que Anne Hathaway nunca pasa de moda. 

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Las chicas que ven sin parar 'El Diablo viste de Prada' van a amar el corte de pelo con flequillo que te hace parecer más joven y que vuelve a llevar Anne Hathaway

Es una actriz que genera adicción tanto dentro como fuera de las pantallas. No solo se ha coronado como la reina de las romcome –me reí mucho con Guerra de Novias, pero he de reconocer que One Day me destrozó, al igual que Amor y otras Drogas–, sino que ha demostrado que está a la altura de cualquier reto que se le proponga. 

También en la vida real. Porque Hathaway engancha por varios motivos: por ella no pasan los años, es divertida y lo más importante, no tiene miedo a ser natural o a poder sentir que hace el ridículo. Eso es lo que la ha llevado, en gran parte, a ser hoy en día la cara de firmas como Versace, Shiseido o Bvlgari, a la vez que es una de las grandes esperadas de las Semanas de la Moda, Premios y alfombras rojas. 

Nunca decepciona, hablemos de su estilo impecable(obra y gracia de la estilista Erin Walsh) o de su personalidad arrolladora. Tiene premios Óscars, Globos de Oro, BAFTAs y SAGs por sus interpretaciones, pero nunca se le ha subido la fama a la cabeza.

Por qué Anne Hathaway gusta tanto

Siempre tiene buenas palabras para sus grandes amigos, da entrevistas que se convierten en las más vistas del mundo (solo hay que echar un ojo a The Tonight Show Starring Jimmy Fallon o Drew Barrymore Show) y protagoniza momentazos como ese sketch con Anna Wintour donde se sintió como en casa. 

En un contexto donde cada vez todo se ve más impostado, la actriz sigue apostando por ser ella misma, aunque haya cámaras. Decirle a Aitana que es la cosa más bonita que ha visto nunca jamás, perrear hasta el suelo en la fiesta postdesfile de Versace (aunque quien haya visto Guerra de Novias sabrá que es uno de sus talentos más naturales) o decirle a la propia Donatella Versace que el vestido le ha confeccionado no le deja respirar. Es simplemente Anne Hathaway.

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