Angelina Jolie lleva décadas siendo uno de los iconos de belleza de Hollywood, con esa sensualidad y belleza innatas que tanto la caracterizan. Su aspecto saludable y rejuvenecido a sus 50 años, ha desatado teorías y suposiciones en torno a sus cuidados estéticos. A lo largo del tiempo, su piel ha estado supervisada por la Dra. Rhonda Rand, quien la acompaña desde su infancia y que recientemente ha decidido hablar sobre los hábitos de la actriz.
En este contexto no hay tratamientos invasivos o rutinas complicadas, sino que solamente ha necesitado los aliados claves. “Siempre ha sido una belleza natural, así que realmente no ha necesitado hacer mucho,” afirmaba la doctora a Refinery29. “Básicamente ha sido protector solar, limpieza adecuada con un limpiador suave y delicado, antioxidantes y productos naturales”.
Una relación que comenzó con una cicatriz
Angelina Jolie tenía solo 11 años cuando su madre la llevó a la consulta de la Dra. Rhonda Rand por una cicatriz. Este fue el inicio de una relación que ha perdurado casi cuatro décadas, y que ha visto evolucionar la belleza de la actriz, basada en la filosofía del “menos es más” (algo clave en la cosmética actual).
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La doctora señala que Jolie ha heredado la “hermosa piel oliva” de su madre y que es muy constante con el uso de protector solar, que es el mejor cosmético para combatir los signos de la edad. También es “muy cuidadosa con lo que aplica en su piel”, añadía. “Es esa protección solar la que realmente previene el envejecimiento más que cualquier otra cosa.”
Jolie utiliza un protector solar antioxidante sin químicos que le permite mantener su piel protegida y, a la vez, libre de reacciones o saturación cosmética. En esta categoría tiene un absoluto favorito y es de la firma de la propia doctora. “Le encanta uno de mis productos: la Dermbasics RR Perfection Cream. Es un protector solar antioxidante sin químicos, ideal para llevar de viaje”, afirmaba la dermatóloga.
Una rutina basada en la hidratación, el descanso y los antioxidantes.
Pero más allá del fotoprotector, hay otros aliados que no pueden faltar en el día a día de Angelina. “Se hidrata mucho y usa buenos productos hidratantes”, declaraba la Dra. Rand. “Cuando viaja, lleva consigo una buena rutina que incluye alfahidroxiácidos o antioxidantes”. Todo ello permite mantener una piel renovada y protegida, presumiendo de un glow natural. Esto nos deja como lección que no hay que complicarse más de la cuenta, sino que el minimalismo estético es, en la gran mayoría de los casos, lo que consigue los mejores resultados.
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El secreto del éxito está en ser meticulosa, evitar ingredientes agresivos y confiar en fórmulas eficaces y limpias. Además, suele ir sin maquillaje fuera del trabajo, dejando a un lado ese característico pintalabios rojo y bases de maquillaje pesadas. “Probablemente esa sea otra razón por la que su piel luce tan bien. Sé que su maquillador es muy cuidadoso con los productos que utiliza en su piel y se asegura de cuidarla bien cuando está en rodaje”, comentaba la experta. Esto es lo que permite que su piel respire y se mantenga limpia durante más tiempo, algo que todas deberíamos de aplicar de forma más recurrente.
IPL y láser suave: pequeños gestos para grandes resultados
Aunque su rutina es extremadamente natural, Angelina Jolie no renuncia del todo a la dermatología estética, siempre que sea de forma respetuosa. “No tiene ese aspecto artificial porque no se hace nada drástico, no lo necesita. Tiene muy buenos genes y cada vez está más guapa con los años. A veces recurre al laser resurfacing ligero (rejuvenecimiento con láser), que “mejora la piel y le da un poco de luminosidad”, explicaba.
Este tipo de procedimientos son grandes aliados para mejorar la textura, unificar el tono de la piel o mantener la luminosidad, pero sin que quede ese efecto congelado o artificial en el rostro. “Cuando me quedé embarazada, tuve zonas más oscuras [en el rostro] que se acentuaron. Así que me hago IPL [luz pulsada intensa] de vez en cuando”, confesaba a Instyle.
Pero lo más importante de todo es que la actriz no tiene miedo a envejecer, que suele ser el error que conlleva a tomar decisiones drásticas. “Me miro al espejo y veo que me parezco a mi madre, y eso me reconforta”, añadía. “También veo cómo envejezco, y me encanta porque significa que estoy viva, que estoy viviendo y haciéndome mayor”. En resumen: solo necesitas pocos productos, que sean eficaces y, sobre todo, constancia.